Más de 200 mujeres se reunieron nuevamente el lunes en La Toma para seguir organizando una enorme jornada de lucha para este 8 de marzo. La reunión estuvo cruzada por diferentes posiciones.
Miércoles 7 de febrero de 2018 18:56
El Lunes 7, una nueva asamblea de mujeres se reunió en La Toma para continuar la organización para el próximo 8 de marzo, día internacional de las mujeres. Luego del funcionamiento de las distintas comisiones, una reunión plenaria hizo la puesta en común, con más de 200 mujeres: allí fue donde comenzó el debate.
La principal discusión, que encontró a la reunión dividida en dos posiciones, fue en torno a cómo garantizar un enorme paro este 8 de marzo. Por un lado, se encontraba la propuesta de organizaciones de izquierda como Pan y Rosas, Plenario de Trabajadoras, Alde-PCR, Izquierda Socialista, MST, que junto al sindicato docente AMSAFE plantearon con claridad la necesidad de que este día internacional de mujer, sea el día donde la mujeres irrumpamos en la escena política organizando el primer paro general del año contra el gobierno de Macri. Para hacer efectivo este paro del conjunto de la clase trabajadora, Pan y Rosas peleó por la necesidad de convocar a una reunión entre las organizadoras del 8M y todas conducciones gremiales para que se comprometan en este camino y sean convocantes al paro.
Por el otro lado, organizaciones como el Movimiento Evita, La Cámpora y un sector de la Campaña por el Derecho al Aborto se rehusaron abiertamente a convocar a una reunión a todas las conducciones, para que digan con claridad si convocarán a parar este 8 de marzo. La negativa de este sector continuó, cuando se pronunciaron en contra de la convocatoria al paro general, con las mujeres a la cabeza de organizarlo. Organizaciones como el Frente Social y Popular se encontraron divididas en esta discusión: Patria Grande acompañó la postura de los sectores kirchneristas, mientras que la diputada provincial Mercedes Meier, integrante del PCR, fue una de las vocera de la propuesta que llevó adelante la izquierda y denunció duramente al gobierno del Lifchitz que este miércoles se prepara para votar en la Legislatura Provincial una reforma previsional a la medida de Macri.
Las corrientes kircheristas, que son parte de las dirigencias sindicales que representan a trabadores de la región que están enfrentando los despidos y ataques a sus condiciones de trabajo, deberían comprometerse pasando de los dichos a los hechos. La exigencia de que el paro sea efectivo contra el ajuste que sufren los trabajadores, donde las principales afectadas somos las mujeres, es por la razón de que es momento de pasar a las acciones para frenar este gran ataque. Que Patria Grande los acompañe no es algo anecdótico: es una política consciente de una organización que quiere avanzar en alianzas más firmes apostando a un frente electoral para enfrentar a Macri en el 2019. Pero la estrategia de esperar al próximo año no sirve, ahora es cuando hay que enfrentar al macrismo.
Las mujeres del Cordon Industrial de San Lorenzo están marcando el ejemplo, luchando por los puestos de trabajo como en Fabricaciones Militares o como las familiares de los trabajadores de Cargill. Ellas en su multisectorial van a convocar al conjunto de los gremios de la región para preparar esta gran jornada que se avecina. Este es el camino a seguir.
La fuerza de las mujeres puede derrotar los planes del Gobierno
Este 8 de marzo no es igual a otros. La situación de violencia machista se ha recrudecido en la región en los últimos meses, con 18 femicidios en lo que va del año. El plan de ajuste que quiere impulsar el gobierno pone un techo a nuestras demandas. Si el gobierno continúa con el recorte de presupuesto los refugios, los jardines maternales, los dispositivos de atención a víctimas de violencia machista, los protocolos de interrupción legal del embarazo y en general las herramientas que fuimos conquistando se verían seriamente comprometidas.
Pero no debemos olvidar que el gobierno se encuentra en un momento de gran debilidad. Las enormes movilizaciones de diciembre contra la reforma previsional mostraron que hay fuerza para enfrentar a este gobierno y derrotar sus planes. Miles salimos a las calles en todo el país, mientras las burocracias sindicales se bajaban de esta pelea, como la CGT o la UTA. Los despidos que golpean en la región, como en Fabricaciones Militares, SENASA, La Virginia, ANSES, Electrolux, Cargill, que también son un ataque a las mujeres, son respondidos con la resistencia. Allí donde hay ataques y despidos, vemos que los y las trabajadoras salen a luchar por defender sus puestos de trabajo. El lunes, las dos sedes de ANSES amanecieron paralizadas, con asamblea permanente para defender los puestos de trabajo. Por la tarde, trabajadorxs de Electrolux exigieron que los reincorporen a sus puestos de trabajo (nota rosario 3). Oscar Gómez, despedido de La Virginia, está llevando adelante la pelea por su reincorporación.
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En el 2017 las mujeres protagonizamos el primer paro contra el gobierno Macri, mientras la CGT tomaba el té, las mujeres ganábamos las calles, haciendo el primer paro de mujeres en la historia de nuestro país. Hoy el movimiento de mujeres se encuentra indiscutiblemente más fuerte que antes. Hasta en la televisión abierta, en el programa de Intrusos, se discute de nuestras peleas y se debate sobre uno de los grandes derechos que aún nos falta conquistar que es el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Esa fuerza enorme hoy nos convoca a un gran desafío: pararle la mano al gobierno nacional. Imaginen si tiene fuerza el movimiento de mujeres que se puede proponer interpelar al movimiento obrero que está luchando.
Por eso desde Pan y Rosas junto a otras organizaciones planteamos la necesidad de convocar a un paro general, protagonizado por las mujeres, con nuestras demandas históricas y contra la violencia machista, organizando a la par nuestra a todos nuestros compañeros de trabajo y exigiéndole a las conducciones sindicales que se pongan a la cabeza de enfrentar los ataques del gobierno.