San Nicolás. Passaglia, el educador menos pensado

Tras la suspensión de las clases presenciales en la zona del AMBA, una publicación en las redes del intendente Manuel Passaglia llamó la atención de San Nicolás. “Estamos convencidos que la educación debe ser la última actividad que se cierre. Los chicos tienen que estar en las aulas. Ellos fueron los que hicieron el mayor esfuerzo en la pandemia y es necesario garantizarle su educación y su contención social”.
Justamente mientras la ciudad pasa a la Fase 3 de riesgo epidemiológico por la pandemia de COVID-19 y la capacidad sanitaria se acerca a la saturación, es cuando más se necesita restringir la circulación del virus. La utilización demagógica que hacen Passaglia y Juntos por el Cambio del problema de las clases presenciales en pandemia en evidente. Pero además, e l lobby de las fábricas de la región no descansa, y busca por todos los medios que las escuelas sean solo guarderías populares para que los trabajadores puedan seguir sacrificando su salud en el altar de las ganancias.

Desvío de fondos educativos

Lo que sorprende es que el propio Passaglia usó los fondos educativos para el predio de la Expoagro y para la construcción del autódromo. En la rendición de cuentas de la Municipalidad no se explica el destino de millones de pesos que estaban previstos para la refacción de escuelas. Cualquiera que haya pisado una escuela pública en San Nicolás puede ver que esa plata no fue ahí.

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Las conducciones sindicales parecen no tomar nota del nivel de crisis. Por un lado, la política corporativa de UDOCBA de pedir el cierre de escuelas sin más, haciendo caso omiso de la emergencia de las familias y la comunidad. Por otro, la complicidad con el gobierno de los dirigentes oficialistas de SUTEBA, a quienes solo les falta un nombramiento ministerial para recibirse de funcionarios. La Celeste se dedica a promover “el uso de la voz en la nueva presencialidad” en lugar de garantizar el cumplimiento de los protocolos sanitarios, y como única bajada a los y las delegadas les pide relevamiento del “estado de ánimo” de las compañeras en las escuelas. En cuanto a la FEB, estarán dispensados y sin conectividad, porque no se sabe nada de ellos.

Ante esto, la Jefatura Distrital de Educación de San Nicolás avanza sobre las condiciones de trabajo y estudio sin considerar la crisis sanitaria. Las docentes están siendo sobrecargadas ya no solo con la doble tarea de la virtualidad y la presencialidad, sino que encima ahora deben encargarse de elaborar informes, proyectos, declaraciones juradas y mil trámites para un mínimo resguardo de su salud y el cumplimiento imposible de los objetivos pedagógicos en este contexto.

Los y las delegadas de todos los sindicatos tenemos que convocar a asambleas en todas las escuelas, para poner en pie comités de seguridad e higiene con docentes, auxiliares y familias, para imponer condiciones seguras a la presencialidad, incluyendo transporte e infraestructura. Además, para exigirle a los gobiernos que garanticen dispositivos y conectividad para la virtualidad en el caso de que sea necesario suspender temporalmente la presencia en las aulas.

Hay que centralizar el sistema de salud, declarando de interés público la producción de vacunas y poniendo la planta de Garín a fabricar dosis para inmunizar a todos los trabajadores que se exponen día a día. Con 6 de cada 10 chicos debajo de la línea de la pobreza, es urgente que se implemente un IFE de al menos 40.000 para todas las familias que lo necesiten. Hay que desconocer la deuda con el FMI y los buitres de Wall Street para destinar esa plata a educación, salud y vivienda.