Las trabajadores y trabajadoras de AUBASA apuntan contra la gestión de Ricardo Lissalde. Desde el SUTPA denuncian la “implementación de la tecnología de forma unilateral por parte de la empresa” y piden “un plan serio de reconversión para tener en cuenta a los trabajadores”.
Miércoles 21 de septiembre de 2022 09:56
El conflicto de los trabajadores y trabajadoras de Autopistas de Buenos Aires (AUBASA) lleva más de una semana y no encuentra solución, por lo que las barreas de los peajes seguirán levantadas. De esta manera, los trabajadores continuarán sin cobrar peaje en la Autopista La Plata-Buenos Aires, la Autovía 2, la ruta 11 y la 74, que junto a la 56 y 63 son administradas por la empresa de peajes.
La audiencia entre el Sindicato Único de Trabajadores de Peajes (SUTPA) y Autopistas de Buenos Aires (AUBASA), convocada por el Ministerio de Trabajo nacional, volvió a fracasar.
La secretaria general de SUTPA, Florencia Cañabate, dijo ante distintos medios que “el reclamo principal es que Ricardo Lissalde se aparte de la presidencia de AUBASA” y aseguró que el problema está relacionado a la “implementación de la tecnología de forma unilateral por parte de la empresa”. “Lo que pide la organización sindical es un plan serio de reconversión para tener en cuenta a los trabajadores, que hay que recalificarlos y tienen que quedar dentro de la empresa, como lo estamos haciendo en otros accesos”, dijo la dirigente del SUTPA.
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— Sindicato de Peajes (@Sutpacgt) September 20, 2022
Además, desde el gremio señalaron que “la medida se extenderá con asambleas a lo largo de todo el país” en solidaridad con lo que “están padeciendo los laburantes” de la empresa de peajes. Al comienzo del conflicto habían advertido que “el SUTPA no va a claudicar en su lucha ante la falta de predisposición al diálogo, las decisiones unilaterales, las mentiras, la persecución, el acoso laboral, las amenazas, los despidos sin causa y el desprecio por los trabajadores”.
Desde AUBASA negaron despidos pero reconocieron que continúan con el “saneamiento” que comenzaron con la nueva gestión, a cargo del presidente Ricardo Lissalde. Se trata de un funcionario que responde al gobernador Axel Kicillof.
Además, en un intento por “calmar los ánimos”, aseguraron que entre octubre y marzo habrá un aumento de los peajes del 125%, por lo que los trabajadores “recuperarán lo que no se aumentó durante la pandemia, donde se mantuvieron las tarifas”.
O sea que el atraso salarial de las y los trabajadores, responsabilidad de gestión de las autopistas, es utilizado como excusa para subir los peajes, aunque solo una parte de esa recaudación irá a salarios.