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Red Internacional
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Cambio climático. Peligrosas lluvias en Centroamérica

Toda la región Centroamericana está en alerta por la formación de la tormenta tropical Sara. En este momento la tormenta se dirige a Honduras, donde se esperan inundaciones en diversas regiones, así como posteriormente en Belice y Guatemala.

Viernes 15 de noviembre

Foto E&N

Foto E&N

Desde inicios de la semana, en la parte sur de Centroamérica, se han experimentado condiciones preciclónicas, con fuertes lluvias en todo el país en Panamá y Costa Rica.

En ambos países los gobiernos han lanzado declaratoria de emergencia. El balance de los daños hasta ahora es de millones de dólares sobre todo en el agro y en pequeños propietarios agrarios.

Las inundaciones obligan a más de 1400 personas en Costa Rica y unas 1000 en Panamá pasen a albergues. Con daños de decenas de viviendas, escuelas, derrumbes en ambos países.
Las lluvias ya han ocasionado 11 muertes en Panamá, 2 en Costa Rica.

La formación de la tormenta tropical Sara

En horas de la tarde del jueves 14 se anunció la formación de la tormenta tropical Sara, que se dirige a Honduras, donde se esperan inundaciones en diversas regiones, así como posteriormente en Belice y Guatemala hacia el fin de semana, así como en el estado mexicano fronterizo de Quintana Roo e incluso Campeche el lunes.

En la parte norte de Nicaragua se esperan también importantes lluvias, así como en El Salvador. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se prevée "inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra potencialmente mortales y catastróficos".

El uso político de la catástrofe

Esta catástrofe significa la zozobra de cientos de miles de personas, especialmente de escasos recursos, de diversas clases sociales, como campesinos y obreros del campo, así como madres que no han podido contar con el sistema educativo suspendido esta semana, recargando las labores de cuido.

En ese marco resulta inaudito que al inicio de este fenómeno climático, cuando se daban las primeras inundaciones, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves y el de El Salvador, Nayib Bukele, estaban en una gran fiesta reservada para derechistas y reaccionarios, mientras descaradamente salían con posiciones públicas en función de una mayor represión y un mayor aparato de seguridad.

Todavía más descarado el presidente Chaves, que usó la catástrofe para avanzar en su batalla personal contra la Asamblea Legislativa, a través de "recibir" la ayuda humanitaria salvadoreña de manos del Ejército de dicho país, siendo que es necesario para la presencia de tropas de otro país en territorio costarricense el permiso de la Asamblea Legislativa.

El espectáculo de Chaves fue completo, pues retóricamente le preguntaba a personas damnificadas si ellos rechazarían la ayuda proveniente de El Salvador que él mismo, Chaves, sostenía en su mano, mientras lanzaba críticas contra los diputados que "se quejaban" de la presencia militar salvadoreña, o si preferían lanzarla al río, a lo que los damnificados obviamente respondían que sí y entonces Chaves procedía a darles él mismo la bolsa con ayuda.

La crisis climática es innegable y requiere una solución conjunta de los pueblos de Centroamérica

El capitalismo neoliberal en crisis está teniendo significativas implicaciones negativas para los pueblos centroaméricanos. Desde la migración masiva hasta la crisis climática. Una nueva presidencia de Trump de ninguna manera son buenas noticias para los países de Centroamérica. Lejos de ello, la retórica racista invariablemente tocará a nuestros países, a las personas migrantes y en general a toda la región.

Así, la región destina decenas de miles de millones de dólares a pagar una deuda externa que nos oprime e impide que podamos orientar recursos ante los previsibles eventos que el cambio climático está generando. Los Gobiernos tienen dinero para sus fiestas y para mantener el aparato represor, pero no para satisfacer las necesidades más sentidas de las masas.

Ante este escenario no podemos permitir que además se haga un uso político completamente reaccionario y humillante de la angustia y el dolor de decenas de miles. Por ello mismo llamamos a los sindicatos de la región a sumarse a las medidas de seguridad y de solidaridad.

Un ejemplo lo vemos en Costa Rica, en manos de estudiantes indígenas, que están lanzando una campaña de solidaridad con el territorio indígena Conte Burica, dónde hay más de 100 familias afectadas y cultivos. Las donaciones se recolectarán en el FECOU, en la Universidad de Costa Rica hasta las 4 de la tarde del sábado 16 de noviembre.