Fundada por el cantante Pil tras la primera disolución de Los Violadores, la banda agitó la escena punk argentina a principios de los ’90. Este jueves celebran el aniversario de “Bajo otra bandera”, su primer álbum, con una charla y acústico gratuitos en el CC Rojas.
Juan Ignacio Provéndola @juaniprovendola
Miércoles 1ro de agosto de 2018
Pilsen significó la sobrevida de Pil como artista de rock y como exponente de la cultura punk más allá de la primera separación de Los Violadores, consumada en junio de 1992 en Obras. A las pocas semanas de este episodio el cantante armaría una nueva banda con Sergio Vall (último baterista de Los Viola), el bajista Biko Capuccio y el virtuoso guitarrista nicoleño Tucán Barauskas, quien con el tiempo se convertiría en su principal aliado compositivo al cabo de sucesivos proyectos (entre ellos, reformaciones de Los Violadores).
“Pilsen fue una continuación del último vértigo de Violadores”, explica Pil. “Eran años en los que vivía intensamente, tomando mucha cerveza. No era una cosa de locos, sino un detalle de borrachín alegrón. Pero todo eso creo que se vio reflejado en la música de Pilsen, que a diferencia de la de Los Violadores era, digamos, un poco más fiestera. Sobre todo en el primer disco”.
El primer disco al cual alude el cantante es Bajo otra bandera, editado en 1993 por Sony Music, discográfica que en realidad planeaba lanzar más discos de Violadores. Así las cosas, ese gran álbum acaba de cumplir 25 años y Pilsen lo recordará este jueves con una charla más set acústico en la sala Batato Barea del Centro Cutural Rojas (Corrientes 2038) con entrada libre y gratuita, aunque sujeta a disponibilidad.
Aprovechamos entonces la efeméride como una excusa para recordar diez curiosidades de esta banda que tuvo una breve vida en los noventa, fue rearmada en 2016 y se alojó en el corazón de la cultura punk argentina.
1. Pilzen con zeta
El primer nombre que vino a la cabeza de Pil para su nuevo proyecto era una mezcla de su apodo y la palabra que remite a la filosofía oriental. Una idea original, aunque el conocimiento del cantante sobre el budismo era nulo. Por lo tanto buscaron una variante que fuera más representativa de la identidad del proyecto. Así, con una breve variante, Pilzen pasó a llamarse Pilsen en honor a una cerveza gustada por todos los integrantes de la flamante banda.
2. La primera canción del primer disco
Bajo otra bandera fue lanzado a mediados de 1993 e incluyó un total de trece canciones. La primera que aparece en el disco fue, además, la primera que el grupo creó. Se trata de “Pogo en el ascensor” y remite a una historia real de la banda en un hotel de Córdoba, donde luego de un show los músicos jugaron al fútbol en un pasillo con una pelota hecha con toallas y terminaron saltando y festejando un gol dentro del… ascensor.
3. Steve Jones de los Sex Pistols por Joe Strummer
Pil deseaba contar en Bajo otra bandera con el aporte de una de sus principales influencias: Joe Strummer, líder de The Clash. Sin embargo el cantante y guitarrista nacido en Turquía no pudo aceptar porque tenía compromisos artísticos. A los productores Esteban Cavanna y Michael Reichel se les ocurrió entonces proponer a Steve Jones y, para sorpresa de todos, tanto el guitarrista de Sex Pistols como la compañía aceptaron.
Así fue como Steve metió sus cuerdas en la canción que da nombre al disco y en “Cucarachas para el desayuno”, además de compartir shows en vivo con Pilsen y producir Bestiario, el disco siguiente. Un vínculo que pareció profundo, aunque Pil aclara: “Jones estaba justo en plan de desintoxicación de la heroína y medio que había entrado en una onda hinduista, así que no habilitaba muchas situaciones de confianza o intimidad”.
4. Pilsen como puente argentino de Die Toten Hosen
La otra participación internacional de Bajo otra bandera fue la del grupo alemán Die Toten Hosen, hasta ese entonces desconocido por el grueso del público punk argento. Pero Pil conocía en profundidad su obra artística, por lo tanto esa admiración aceitó el contacto.
El primer show de Pilsen también significó el estreno criollo de los Hosen, ocurrido el 11 de septiembre de 1992 en la desaparecida disco Halley. Fue el inicio de un largo amorío entre los músicos alemanes y los fanáticos argentinos, y también la posibilidad de registrar en vivo las dos canciones que el grupo alemán grabó en Bajo otra bandera: “Caramba, Carajo Ein Whisky” y “Ella saltó por la ventana”.
5. Aquella versión perdida con UK Subs
La nómina de participaciones estelares en Bajo otra bandera iba a incluir también a los legendarios UK Subs. De hecho Pilsen y los londinenses se llegaron a juntar en estudios, aunque un descuido ajeno echó todo por la borda. “Con ellos grabamos una versión muy linda de Wild Rover, canción tradicional irlandesa que solíamos cantar medio beodos… pero después el sello la perdió para siempre”, se lamenta Pil.
6. El ladrón que se limpiaba el culo con la cara de la Thatcher
“Una vez leí que un grupo de tipos había robado millones de libras de un tren del correo que iba desde Londres hasta Glasgow, y que uno además había logrado escapar y vivía en Río de Janeiro”, evoca Pil. “Después me enteré que ese mismo tipo había grabado dos temas con los Sex Pistols en The Great Rock n’ Roll Swindle, entonces le propuse a la discográfica ir a Río para él cantara en dos canciones de Pilsen. Y me dijeron que sí”.
El sujeto en cuestión era el inglés Ronald Biggs, quien vivía en una mansión de Río de Janeiro y desarrollaba una vida entre exótica y delirante que lo llevaba –entre otras cosas- a tener en sus baños papel higiénico con la cara de Margaret Thatcher. A esa casona fue invitado Pilsen para que tocara en una fiesta por los 30 años del atraco que volvió leyenda a Biggs. “Pero solo hicimos dos temas”, se excusa Pil. “Estábamos muy borrachos, aunque el más borracho era Ronnie, quien sin embargo seguía su fiesta como si nada”.
7. Osvaldo Soriano de cresta y tachas
Pil confiesa que, ni bien descubrió la obra literaria del escritor Osvaldo Soriano, no paró de leer cuanto libro de su autoría cayera en sus manos. Además de hacerle pasar buenos momentos, los textos sirvieron también como inspiración para una de las canciones más recordadas de Bajo otra bandera: “Seis novelas”.
Ahí el cantante enhebró los títulos de media docena de obras de Soriano: “El ojo de la patria”, “Cuarteles de invierno”, “No habrá más penas ni olvido”, “Una sombra ya pronto serás”, “Triste, solitario y final” y “A sus plantas rendido un león”.
Según Pil, la idea era configurar con este juego de palabras una suerte de roadmovie que se enfatiza la última estrofa, aquella que dice “te busqué en el norte, te busqué en la montaña, te busqué en la costa, te busqué en Ushuaia” y que, en una versión reciente, el vocalista modificó para incluir a Tumbes y a Tacna, los puntos cardinales más extremos de Perú. Un guiño al país en el cuál vive y, fundamentalmente, a su compañera Claudia, nacida allá y madre de su hijo.
8. En prisión por decisión propia
Como todos los que andaban de pelo largo y fanatizaban con el rock durante la última Dictadura, los músicos de Pilsen padecieron injustos arrestos durante esos años nefastos. Sin embargo hubo una ocasión en democracia donde estuvieron tras las rejas por voluntad propia: fue en el recordado recital Radio Olmos realizado el 17 de agosto de 1993 en la cárcel de La Plata. El objetivo era recaudar fondos para la radio interna que funcionaba en el penal.
Pilsen accedió a un convite del cual también participaron Attaque 77, Hermética, A.N.I.M.A.L., Lethal y los ingleses UK Subs. La faena del grupo de Pil fue posterizada en un disco donde se incluyeron dos sugerentes canciones interpretadas por la banda (“Cucarachas para el desayuno” y el clásico de Los Violadores “Represión”), más su aporte en el multitudinario cierre final interpretando “Espadas y serpientes”, de Attaque.
El público estuvo compuesto por presos catalogados por el servicio penitenciario como “de buena conducta”, aunque los demás igual se agolparon en las ventanas que tenían los pabellones repartidos en seis pisos. Los directivos del penal le pidieron a los músicos que también exhibieran “buena conducta”, motivo por el cuál el guitarrista Tucán Barauskas recuerda entre risas que “esa tarde vi por primera vez en mi vida vi a todos los músicos sobrios”.
9. La vuelta a Pilsen en un ensayo
El 24 de abril de 2016 la formación más emblemática de Los Violadores volvió a los escenarios tras casi dos décadas en el Luna Park. Pero no fue el único retorno punk que ese año tendría Argentina: en noviembre regresó además Pilsen en una recordada noche donde todas las formaciones de la banda tocaron en el teatro Vórterix.
En su breve existencia durante principios de los noventa Pilsen grabó dos discos, ambos con distintas alineaciones detrás de la figura de Pil. “La formación que grabó Bajo otra bandera es menos rápida, mientras que la de Bestiario es rapídisima y, al mismo tiempo más tanguera”, describió el cantante en Más allá del bien y del punk, el libro que realizó junto al escritor y periodista Juan Carlos Kreimer.
A pesar de que este detalle y los años transcurridos harían pensar en fatigosas jornadas de ensayos para recordar las viejas canciones, Pil contradice este pensamiento: “Para el show relanzamiento de Pilsen, con la primera formación me bastó un solo ensayo. Y con la segunda… también”. El No Future al palo, como si el tiempo nunca hubiese pasado.
10. ¿Qué hay de nuevo, viejos?
El reencuentro de Pilsen estimuló a Pil a retomar el legado de aquella querida banda junto a su socio creativo Tucán Barauskas y también con la base rítmica del que hasta ese entonces era su grupo solista: el bajista Tommy Loiseau (creador del grupo Mamushkas) y el baterista Tulio Pozzio, crédito de La Plata.
Después de sacar un disco en vivo del show en Vórterix (bautizado Pils3n), la banda ahora prepara el lanzamiento de un material similar con el registro del recital compartido a principios de año junto a la Orquesta Fernández Fierro en el teatro Margarita Xirgu.
Pero eso no es todo, ya que mientras tanto el grupo está componiendo nuevas canciones para el primer disco de estudio desde Bestiario. Las mismas llevan nombres como “Don Gato y su pandilla”, “Rosso e nero”, “Greenwich soroche” y “Un punto dentro de un punto”. Y algunas seguramente Pilsen estrenará en vivo el viernes en el Uniclub de Abasto (un día después de la actividad gratuita en el CC Rojas), donde liderarán la fiesta organizada por el sello Mala Difusión con el Chino Vera y el Club del 77, Los Bombarderos, Ira y Gran Bandida.