Piñera, tras 50 días de rebelión popular, anunció su “agenda antiabusos”, con una serie de medidas que mantienen el saqueo empresarial y a las grandes mayorías en precariedad. Mantiene las AFP y pensiones de miseria, los salarios de hambre y la precariedad laboral, la salud y la educación de mercado, entre otras herencias de la dictadura.
Lunes 9 de diciembre de 2019
Como una agenda para un “Chile digno y justo” fue presentada la llamada “Agenda Antiabusos” por parte de Sebastián Piñera, la cual se centró en tres pilares: colusiones, derechos de los consumidores, y de los derechos de los trabajadores.
Es así como Piñera anunció que se castigará "con penas de cárcel efectivas para los delitos de colusión cuando los bienes afectados sean de primera necesidad, como medicamentos o alimentos". Agregando que: "De esta manera, al igual como lo estamos haciendo con los delitos violentos, vamos a incrementar las sanciones a los denominados delitos de cuello y corbata".
Sin embargo, ya todos los grandes empresarios que se coludieron en contra del pueblo trabajador y las grandes mayorías con los medicamentos, con los pollos o con el confort, quedaron y quedan totalmente impunes, abusando deliberadamente contra las grandes mayorías mientras ellos se han enriquecido y se siguen llenando los bolsillos.
Además, mas que "nuevos anuncios" fue una suma de los anuncios previos que no responden a las necesidades de las grandes mayorías. Por ejemplo, dice que hará una central de medicamentos para bajar los precios, pero seguirán las grandes empresas farmacéuticas lucrando con nuestras enfermedades y con nuestra vida, mientras sigue la salud pública de miseria donde nos morimos esperando en listas de espera una atención. Un anuncio nuevo en esto es un "plan universal de salud" que venía pidiendo RN y la DC. Sin embargo, seguirán saliendo de los fondos de todos los trabajadores que aportan al Estado, para que se sigan beneficiando Isapres y clínicas privadas lucrando con nuestra salud, mientras los hospitales seguirán cayéndose a pedazos mientras nos morimos esperando atenciones dignas.
Por otra parte, mientras habla de una "nueva cultura de los Derechos Humanos", durante estos 50 días su gobierno ha asesinado gente, ha mutilado los ojos de jóvenes y trabajadores con más de 350 pérdidas oculares, sigue descargando su brutalidad policial en total impunidad. Los responsables políticos y materiales como Piñera y Chadwick, así como policías y militares que han abusado sistemáticamente de los DDHH quedan libres de polvo y paja. Su anuncio de "nuevo cultura de DDHH" no es mas que demagogia cuando su gobierno asesino ha tirado toda su represión sobre quienes se movilizan. Incluso, insistió en su agenda de seguridad contra los manifestantes, como quiere hacer con su ley "anti-protesta".
Mientras habla de ayudar a "deudores morosos" con respecto al CAE, seguirán los bancos ganando millonadas de plata a costa del endeudamiento de la población, y la educación seguirá siendo de mercado al servicio de las grandes fortunas, mientras se desmantela la educación pública. La educación de Pinochet sigue en pie con estos anuncios.
Lo mismo con las pensiones, pues mantiene las odiadas AFP que lucran con los ahorros de la clase trabajadora, mientras seguirán las pensiones de miseria para la gran mayoría de las abuelas y abuelos jubilados, quienes tendrán que seguir trabajando hasta ya avanzada su edad para poder llegar a fin de mes con un plato de comida.
Estos anuncios, de mucha demagogia, llegan a modo de buscar limpiar su imagen con la población después de alcanzar una aprobación minúscula de un 4,6% por parte de la población según la encuesta Activa. Es decir, anuncios demagógicos que no resuelven los problemas de fondo. Como decían las calles: "no son $30, son 30 años", y Piñera tiene claro que no está dispuesto a tocar su "modelo" y las herencias de la dictadura por la cual hemos salido a luchar en estos 50 días.
Pese a que Piñera diga que “hemos escuchado con atención y con humildad las legítimas demandas ciudadanas por un Chile con más justo, por un Chile con más dignidad, por un Chile con menos abusos, lo cierto es que es ciego, sordo y mudo con nuestras demandas: mantener y maquillas las AFP, la salud y la educación de mercado, así como la existencia del trabajo precario con subcontrato, polifuncionalidad, precarización, etc.
No hay que caer en la trampa de la derecha. Con artilugios y anuncios demagógicos intentarán salvar su gobierno odiado por las mayorías. Sin embargo, sabemos que de este Gobierno no podemos esperar ninguna garantía. Debemos retomar nuestra movilización de la mano de un plan de movilización ascendente para acabar con el Chile de los 30 años, con Piñera y este régimen, y conquistar una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que discute y tome las medidas de emergencia en beneficio del pueblo trabajador, con salarios y pensiones de $500.000, salud y educación pública y gratuita, vivienda digna, y nacionalizar los grandes recursos naturales y estratégicos que toquen los intereses de los grandes monopolios y empresas, para satisfacer nuestras necesidades.