Ante la crisis política abierta por el asesinato de Camilo Catrillanca, el Gobierno de Sebastián Piñera intenta poner paños fríos, planteando un “acuerdo por la paz y el desarrollo de la Araucanía”.
Viernes 30 de noviembre de 2018
El presidente Sebastián Piñera descendió hasta un 38% en su aprobación, la más baja en los primeros 8 meses de su mandato, y tuvo un alza en la desaprobación que aumento en 4 puntos llegando a un 48%. De un momento a otro se empezó a tambalear el proyecto político presidencial de Chile Vamos titulado: “Los tiempos mejores”.
La crisis del Gobierno y sus instituciones
El demagógico slogan de los tiempos mejores, poco a poco se ha ido contrastando con la dura realidad que han tenido que afrontar miles de trabajadores a lo largo del país. Las cifras más altas en desempleo (7,3%) en estos últimos 7 años, en donde este sistema niega el derecho elemental al trabajo, los más de 6 mil despidos por cierres de fábrica o por atribuciones que toma la empresa para disminuir perdidas muestra que la única respuesta de los empresarios viene siendo el dejar a miles de familias en las calles en pos de no perder un peso de sus ganancias. A esto se le suma los anuncios de un lento crecimiento económico para los próximos años. Como podemos apreciar, no son tiempos mejores ni para los trabajadores, ni para los sectores más golpeados de la sociedad como lo son las mujeres, los jóvenes, y el pueblo pobre.
El asesinato de Camilo Catrillanca, se transforma en un nuevo caso de la violencia sistemática del Estado de Chile, y de los Gobiernos neoliberales de la derecha y concertación, quienes impulsaron una política de criminalización y represión contra el pueblo Mapuche en todos sus Gobiernos. Pero la muerte de Camilo no paso en vano, desde el primer día se levantaron múltiples acciones en solidaridad con el pueblo Mapuche, escalando este conflicto a nivel internacional, con un fuerte repudio a la represión que ejerce el Gobierno de Piñera contra las comunidades. La desaprobación del Gobierno también se vio reflejada en la aprobación de Carabineros que bajo 28 puntos llegando a un 39%.
El Gobierno no solo ha buscado una salida a la crisis política que se le abrió intentando librarse de los más bajos cargos, suspendiendo a Carabineros, el Intendente de la Región, sino que también se ha visto una avanzada represiva contra quienes solidarizan con las demandas del pueblo mapuche. A esto se le suma el plan Araucanía.
¿Piñera hacia un Chile multicultural?
En la búsqueda de descomprimir la crisis que viven en el Gobierno, Piñera impulso el plan Araucanía, que tiene tres principios importantes. 1) Dialogo y búsqueda de acuerdos y paz, para lo cual vienen pensando en crear un Consejo para el reencuentro de la Araucanía, intentando dividir a las comunidades Mapuches quienes tienen muchas veces distintas posturas políticas, 2) Reconocimiento de la valoración y diversidad cultural, para lo cual se tienen que discutir una serie de medidas jurídicas, ya que el que Chile se considere un Estado plurinacional o un Chile multicultural o gran nación chilena, requieren un alto quorum, pero además este principio no busca la devolución de las tierras expropiadas por las grandes forestales al pueblo Mapuche, sino solo el reconocimiento cultural, de lo cual el mercado del turismo es un gran ganador. Finalmente se encuentra 3) el plan impulso a la Araucanía, que busca seguir fomentando la imagen de enemigo interno del pueblo Mapuche, tal cual lo han hecho los Gobiernos durante todos estos años de democracia pactada.
Autodeterminación al pueblo Mapuche
Lejos de las medidas de Chile Vamos en conjunto con la ex Nueva Mayoría, existe la posibilidad de que la cultura de los pueblos vuelva a ser reconocida y valorada como tal, para lo cual es necesario que una de las más legítimas demandas que tiene el pueblo Mapuche, su autodeterminación como pueblo, que consiste en volver a tener libertad política y un territorio delimitado por quienes lo habitan, con total legitimidad por parte del mismo pueblo.
La lucha del pueblo Mapuche y los demás pueblos originarios que salen a defender sus derechos, sus tierras, su autodeterminación y el respeto a su cultura, solo se podrá concretar si se unen a otros sectores en lucha, como al movimiento obrero, en donde cada día el número de integrantes de las distintas etnias que conviven en Chile crece dentro de las grandes fábricas, al calor de las grandes ganancias que se llevan cada día los grandes empresarios.
