El cuerpo de representantes electas/os ya está definido para redactar una nueva constitución. La convención será el escenario político con más ojos puesto encima de la historia de Chile, sobre todo tomando en cuenta el fenómeno “independientes” que tiene como relato el que el pueblo escriba la nueva constitución. ¿Cuáles son los puntos urgentes que debemos tomar antes de comenzar la convención? Veamos.
Martes 18 de mayo de 2021 11:52
Los partidos de la derecha reconocieron abiertamente su estrepitosa derrota, tal vez la más cruda en la historia del Chile “democrático”. Los segundos grandes perdedores fueron los partidos de la ex concertación (PR, PPD, PS) y particularmente la Democracia Cristiana que solo obtuvo 1 escaño, con el presidente del partido y un independiente con cupo por la DC, y que al enterarse decidieron suspender los planes de Ximena Rincón como candidata presidencial hasta nuevo aviso. Por el contrario, el bloque de independientes sin partidos obtuvo una importante representación, así como también el pacto Apruebo Dignidad entre el Frente Amplio y el Partido Comunista, más independientes. El pueblo votó en contra de la herencia de los 30 años, la tarea ahora es echarlo abajo.
Pero esta centro izquierda aceptó las reglas pactadas en el “Acuerdo por la paz y la nueva constitución” para salvar a Piñera y de conjunto al régimen impuesto en dictadura. Algunos decían que era lo menos malo que podíamos obtener porque Piñera amenazaba con sacar nuevamente a los militares a mediados del mes de noviembre del 2019. Otros fueron críticos al inicio y con el tiempo se fueron acostumbrando, como el PC que desde el paro nacional del 12 de noviembre del 2019 no convocó nunca más a movilizar desde la CUT, hasta hace 18 días, el 30 de abril, donde tampoco se la jugaron para hacer efectiva la huelga general sanitaria.
Otro caso es el de las y los independientes de la lista del pueblo y de otros pactos formados igualmente con el objetivo de llegar a la convención. Que nacieron desde el sentido común anti partidos (tradicionales) y la ilusión de que la redacción de una nueva constitución puede echar abajo al sistema de los 30 últimos años. Al ser una sumatoria de activistas y personalidades conocidas, la lista de electas/os va desde personajes notablemente neoliberales como Benito Baranda, hasta activistas reconocidos por la lucha por derechos como al agua, al medioambiente, del movimiento de mujeres feminista, etc.
El relato común de la mayoría de les convencionales es que en la discusión de la nueva constitución deben estar presentes las demandas de la rebelión, todxs de distintas formas y con distinto contenido.
Medidas urgentes hacia la convención constitucional
El proceso que estamos experimentando sin la rebelión popular no existiría. Una lucha continua y sin tregua de millones contra lo heredado por la dictadura y los 30 años gobernados por neoliberales de la ex Concertación (el PC incluido desde 2013 al 2017) y de la derecha. Que nos dejó con cientos de compañerxs presxs políticxs hasta el día de hoy. Decenas de muertos, cientos de mutiladxs sin justicia ni ayuda del Estado, con completa impunidad para pacos y milicos asesinos y torturadores. Es por esto que no se debe escribir ninguna letra ni coma de la nueva constitución si todavía se mantienen compañerxs privadxs de libertad por luchar, y con impunidad de los guardianes del Estado empresarial.
La derecha está derrotada y quienes estamos por terminar con la herencia represiva de estos últimos 30 años debemos ser claras/os y firmes en avanzar en terminar con la impunidad del Estado y sus instituciones. No debemos soportar ni un día más de legitimación de la prisión política. Esto no se trata de hacer más democrático un proceso que ya está con su soberanía limitada, sino que cumplir con un aspecto fundamental para cualquier sistema que se jacte de ser mínimamente democrático. Desde el PTR hemos sido claras/os en decir que la convención no responderá a las demandas del pueblo trabajador debido al pacto entre los partidos del régimen porque no se podrá discutir sobre la propiedad privada de los medios de producción (base del sistema capitalista), ni de los tratados de libre comercio (que regula los intercambios entre naciones donde Chile está subyugado a grandes capitales nacionales e imperialistas), ni los derechos elementales como el agua y los recursos naturales.
Las, les y los revolucionarios sabemos que el pueblo trabajador debe hacer su propia experiencia con sus representantes y con las instituciones de la democracia al servicio de los empresarios. Solo así podrán abrir sus ideas a un camino para cambairlo todo, y realmente terminar con este sistema de miseria. Seguimos recalcando que el único camino que puede cambiar nuestros destinos a uno mejor es el de la organización y la movilización de la clase trabajadora junto al pueblo pobre (juventud, mujeres, pueblos oprimidos), con la huelga general como un primer pie para terminar con el gobierno y para levantar una Asamblea Constituyente libre y soberana, con delegadxs revocables por cada 10.000 habitantes, donde les mayores de 14 años puedan elegir y ser electos, que eche abajo todas las leyes represivas con la que se legaliza la represión estatal y las violaciones a los derechos humanos. Que nacionalice bajo el control de sus trabajadores y comunidades los sectores claves de la economía como el cobre, bosques, puertos, transportes, entre otros.
Yuri Peña
Licenciado en Historia. Estudiante de pedagogía en la U de Chile. Militante de VENCER y del Partido de Trabajadores Revolucionarios