La capital de Colombia se vio alterada en la tarde del miércoles por una protesta de la comunidad indígena embera. El gobierno “progresista” de Gustavo Petro reprimió a los manifestantes con el grupo Esmad.
Jueves 20 de octubre de 2022 10:53
Una protesta en el centro de Bogotá de indígenas emberas desplazados de sus tierras, que reclaman atención y una mejora de sus condiciones de vida, acabó este miércoles con represión y más de 20 heridos, entre ellos varios policías. Los indígenas exigían condiciones de vida dignas en el asentamiento al que fueron enviados hace meses, donde no cuentan con servicios mínimos de agua o electricidad.
El secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez, señaló en un discurso marcado por la justificación a las fuerzas represivas, que "El día de hoy vivimos una jornada de violencia injustificada en el centro de Bogotá de varios representantes de la comunidad embera que están asentados en el alojamiento temporal de La Rioja".
¿Por qué salió ayer a protestar la comunidad embera ayer en Bogotá? Este video muestra lo que este pueblo está viviendo en el centro La Rioja, en Bogotá. Hacinamiento, enfermedades, mala alimentación, fueron parte de los incumplimientos del Distrito desde hace meses. ⬇️ pic.twitter.com/ULun0fGdb6
— Manifiesta Media (@ManifiestaMedia) October 20, 2022
La Alcaldía de la capital colombiana aseguró que desde la mañana habían establecido una mesa de diálogo para escuchar sus reclamos y "solucionar de forma rápida" el problema presentado, pero la comunidad embera prosiguió las protestas, "y bloquearon el ingreso y la salida de varios edificios de la ciudad".
Sin embargo, Organizaciones de derechos humanos denunciaron que la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), con una larga trayectoria de abusos y apremios ilegales, llegaron al frente del Edificio de Avianca, en pleno centro, cuando había mujeres embarazadas, niñas y niños que se estaban manifestando pacíficamente.
Soy Reportero de @Noti_Space en estos momentos el esmad ataca a los embera por exigir sus derechos y la alcaldesa Claudia López les envía el esmad, le hacemos un llamado urgente al presidente para que le dé la orden de retirar el esmad.@petrogustavo,@ClaudiaLopez. pic.twitter.com/ssXVBfePie
— Raulernesto Gomez Ci (@CiRaulernesto) October 19, 2022
Esto provocó varios heridos, a la vez que algunos grupos de protestantes comenzaron a atacar con piedras a los policías. La Alcaldía aseguró que la policía intervino para "recuperar la zona", pero que en los enfrentamientos siete gestores de convivencia, otras cinco personas, 11 policías y un miembro de la personería quedaron heridos "producto de violencia injustificada". Además, el vocero agregó que "La policía está avanzando en la captura y judicialización de todos y cada uno de los responsables", y que ya había dos detenidos.
Por su parte, el presidente “progresista” Gustavo Petro se solidarizó con la Policía concurriendo con la prensa al hospital donde se atendía a algunos uniformados tras la represión.
Luego del cumplimiento de la agenda regional en Turbo y Barrancabermeja, el Presidente @PetroGustavo visitó a los miembros de la @PoliciaColombia que se vieron afectados por las protestas en el centro de Bogotá. pic.twitter.com/C9br0jiCN8
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) October 20, 2022
Desplazados, engañados y reprimidos
Hace medio año, más de un millar de indígenas que llevaban meses acampando en el céntrico Parque Nacional de Bogotá acordaron una reubicación, pero las autoridades no les dieron solución para los problemas de salud, vivienda y educación que encontraron en este nuevo destino. Por ello, luego de muchos reclamos previos, algunos de estos indígenas que vienen desplazados de otras zonas de Colombia a causa del narcotráfico o el agronegocio, salieron hoy a protestar por el centro de la ciudad.
"Somos víctimas vulnerables, no tenemos subsidios, no tenemos nada", decía Rosmira Campo, lideresa indígena embera desplazada desde el departamento de Risaralda. Familias enteras, con niños pequeños y mujeres embarazadas, permanecieron ocho meses en el parque en condiciones inhumanas, viviendo entre improvisadas carpas y tenderetes, donde el intempestivo clima de Bogotá provocó brotes de enfermedades y hubo más de un muerto por atropellos en calles cercanas y dos niños que fallecieron por problemas cardiorrespiratorios.
Después de ese tiempo, el Gobierno de Bogotá les ofreció una reubicación en el barrio de La Rioja y otros periféricos, pero allí encontraron hacinamiento, falta de acceso a agua potable y electricidad, así como otras condiciones de insalubridad.