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Red Internacional
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Por un gran movimiento contra el rearme imperialista y la escalada militarista del gobierno español

¡Contra la cesión del puerto de Maó a la OTAN! ¡Por el cierre de las bases de Rota y Cartagena! ¡Abajo los presupuestos militaristas prorrogados! ¡Por la retirada de todas las tropas españolas en Europa del Este, Líbano y África!

Lunes 1ro de abril

El gobierno de PSOE y Sumar continua con su particular escalada militarista, a tono con la que se está acelerando por parte del conjunto de gobiernos de la UE. La última decisión conocida ha sido la de facilitar la base naval de Maó, en la isla de Menorca, como nuevo “puerto de escala” de los buques de la OTAN en sus misiones en el Mediterráneo. El puerto menorquí se sumaría así a las dos bases que la Alianza cuanta en territorio español, Rota y Cartagena.

Este apoyo logístico amplía los recursos para intervenciones y maniobras imperialistas, como posibles acciones como las que ya se desarrollan en las costas de Somalia y el Mar Rojo en defensa de los buques pesqueros y mercantes europeos e israelíes; despliegues en el marco de la guerra por procuración que sostiene la OTAN contra Rusia; o el despliegue de buques en las proximidades de las costas de Palestina, como el que lleva adelante EEUU desde noviembre pasado con la colaboración de dos fragatas españolas, a modo de protección preventiva de Israel ante posibles represalías de terceros estados por el genocidio en curso.

El compromiso del gobierno de coalición con la ofensiva imperialista europea y norteamericana es total. A esta última decisión hay que sumarle el despliegue de hasta 1.700 soldados en diversas misiones en el Este de Europa y 600 en el sur del Libano, que guardan las espaldas de Israel en su frontera norte. Decisiones que acompañan los históricos incrementos del gasto en Defensa ya aprobados en los Presupuestos de 2023 del gobierno PSOE-Unidas Podemos, hoy prorrogados, o las recientes reuniones de Sánchez en Moncloa con la industria armamentística nacional para definir la participación española en los planes de convertir la UE en una potencia militar.

El relato del “progresismo” deja al descubierto toda su impostura con su política militarista y de fronteras. En este último punto, muy ligado a las tendencias de preparación a la guerra, el gobierno de Sánchez junto al de la ultraderechista Meloni en Italia, han sido dos de los grandes artífices del nuevo pacto comunitario sobre inmigración que es un ataque sin precedentes al derecho al asilo. La centro-izquierda aplica así buena parte de la agenda de la derecha y la extrema derecha continental, en defensa de los intereses del imperialismo europeo.

El compromiso de Podemos con el gobierno que inició esta escalada, primero, y del PCE, IU y Sumar, en todo momento, ha sido el principal balón de oxígeno para que esta política imperialista avance sin demasiada oposición en las calles. A ello contribuyen decisivamente también las direcciones burocráticas de CCOO y UGT. Algo con pocos precedentes en el Estado español donde históricamente hubo una fuerte tradición de rechazo a las intervenciones militares imperialistas y la colaboración con la estructura militar de la Alianza Atlántica. Una tradición de lucha truncada por la subordinación completa de las direcciones políticas y sindicales reformistas a la agenda del partido que nos metió en la OTAN,

Hoy, fuerzas políticas que hicieron del “No a la OTAN” su hito fundacional, son ministros y ministras de un gobierno de la OTAN. Otras fuerzas como Podemos, que hoy se oponen a este curso atlantista, hasta hace unos meses eran parte de este mismo gobierno y ofrecieron seguir callando a cambio de un ministerio. Durante años su discurso ha sido que lo del “No a la OTAN” era algo del pasado. Por ello quitaron toda referencia de su programa electoral, colocaron a un exgeneral de la OTAN de candidato -Julio Rodríguez, responsable del bombardeo sobre Libia en 2011- y vendieron los Presupuestos militaristas de 2023 como unas cuentas para “que paguen los ricos”.

Ante esta claudicación histórica de la izquierda reformista y en un marco de tendencias al militarismo y la guerra como las que se extienden por Europa, es necesario hacer resurgir las mejores tradiciones de oposición a la OTAN y el militarismo del imperialismo español. La izquierda anticapitalista, junto con los movimientos antimilitaristas, el sindicalismo combativo, la militancia de base de los sindicatos mayoritarios, las organizaciones juveniles y el resto de movimientos sociales, tenemos que poner en pie un gran movimiento contra el rearme imperialista y la escalada militarista del gobierno español, el PP y Vox, que luche por frenar la entrega del puerto de Maó a la OTAN, por el cierre de todas sus bases, por tumbar los presupuestos militaristas y exigir la retirada de todas las tropas en el extranjero.