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Red Internacional
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Fondos Buitre. Prat Gay anuncia gigantesca emisión de deuda por u$s 16.500 millones

El gobierno colocará bonos por u$s 16.500 millones a una tasa promedio de 7,2 %. Es la mayor colocación de la historia para un país “emergente”. Gran parte irá a los bolsillos de los fondos buitre.

Martes 19 de abril de 2016

El día de ayer fue un día de festejo para el gobierno de Cambiemos. A las 8 horas de la mañana Mauricio Macri reunió a un equipo de sus principales funcionarios y a las 10 horas se realizó una conferencia de prensa conjunta entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat Gay, que anticipó el éxito de la colocación de deuda que se concretaría durante la tarde.

Luego de recibir una demanda de bonos por u$s 69.000 millones el ministro de Hacienda anunció en una nueva conferencia de prensa, que comenzó a las 17 horas en el Palacio de Hacienda, que el gobierno realizará una colocación de u$s 16.500 millones a una tasa promedio de 7,2 %.

En la conferencia de prensa el ministro estuvo acompañado por el secretario de Política Económica, Pedro Lacoste, y el secretario Legal y Técnico del Ministerio, Marcelo Griffi. Lacoste fue parte del equipo que llevó adelante el “road show” en Nueva York junto con el secretario de Finanzas, Luis Caputo.

En la conferencia Prat Gay resaltó que la colocación de bonos será "la mayor de la historia para un país emergente". Por lo cual, ayer también fue un día de festejo para el capital financiero internacional que lucrará con esos bonos que pagan una tasa altísima en términos internacionales.

Las entidades que operan la colocación son Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Citigroup y UBS. Algunos de ellos son los ex empleadores de Alfonso Prat Gay y del Secretario de Finanzas, Luis Caputo. La banca juega a los dos lados del mostrador.

Prat Gay precisó que la colocación de bonos será a 3, 5, 10 y 30 años. La mayor colocación será de bonos a 5 y 10 años. El plazo promedio estará en los 10 años.

Es la primera vez que se realiza una colocación con plazo a 30 años por fuera de las reestructuraciones de deuda (como los canjes de 2005 y 2010), según afirmó el ministro. En ese tramo hubo una demanda de u$s 18.000 millones, pero el gobierno aceptó colocaciones por menos de u$s 3.000 millones.

La colocación más importante es por u$s 6.500 millones de dólares en bonos a 10 años que pagarán 7,5 % anual. También se colocaron bonos a tres años por u$s 2.750 millones de dólares, bonos a 5 años por u$s 4.500 millones (6,87 %) y u$s 2.750 millones a 30 años (7,62 %).

El ministro explicó que de los u$s 16.500 millones recibidos, un 65 % provienen de fondos de los Estados Unidos, otro 25 % de Europa, y el restante 10 % se reparte de manera igual entre Japón y diversos países de América Latina.

Prat Gay señaló que u$s 9.300 millones de dólares serán destinados a pagar los juicios y los arreglos extrajudiciales de 220 tenedores de bonos “de todo tipo y color” que no entraron a los canjes del 2005 y 2010. Ayer también festejaron los buitres que especularon contra el país que el próximo viernes se embolsarán la mayoría de los dólares que obtiene el gobierno en esta colocación en los “mercados”.

Además, el ministro indicó que “se trabajará para abonarles los 3.000 millones de dólares que se le deben desde el 2014 a quienes entraron en los canjes”. Se trata de los bonistas que aceptaron los canjes de 2005 y 2010, pero sus pagos fueron frenados por el juez Thomas Griesa en función de presionar por la cancelación a los buitres.

Pagadores seriales y ajuste

El 31 de marzo el Senado de la Nación derogó la Ley Cerrojo y la Ley de Pago Soberano, una condición impuesta por los fondos buitre y Thomas Griesa para llegar a un acuerdo. Además aprobó endeudamiento por u$s 12.500 millones.

El macrismo contó con la colaboración del Frente para la Victoria que aportó el voto de la mayoría de sus senadores para que se apruebe el acuerdo con los buitres.

El kirchnerismo le dejó otra herencia al macrismo. El Presupuesto 2016, aprobado cuando Axel Kicillof era ministro, autoriza un endeudamiento adicional por u$s 54.500 millones, tal vez aprobado bajo el cálculo político que Daniel Scioli ganaría las elecciones. Ahora Prat Gay se nutre de ese beneficio para hipotecar al país por encima de los u$s 12.500 millones que aprobó el Congreso el 31 de marzo.

El régimen político patronal viene buscando hace tiempo lo que logró en el día de ayer Cambiemos: el regreso a los “mercados” de crédito.

Para eso el ex ministro Axel Kicillof empezó a normalizar las relaciones financieras. Viajó a París a aceptar pagar una deuda muy superior a la que registraban las estadísticas públicas hasta entonces. También compensó a Repsol con miles de millones de dólares en agradecimiento al saqueo petrolero y acordó pagar sentencias en el Ciadi, un tribunal del Banco Mundial claramente favorable a las empresas imperialistas.

En la campaña electoral, el ex candidato presidencial Daniel Scioli envió a Juan Manuel Urtubey a Estados Unidos para tantear un posible acuerdo con los buitres si ganaba las elecciones. Sergio Massa dijo que tenía en Roberto Lavagna un negociador “duro” para enfrentar a los estafadores de Paul Singer y compañía con el fin de poner punto final al litigio.

La promesa del régimen político patronal era que tras el pago a los buitres lloverían inversiones para que el país superara los desequilibrios económicos: inflación, déficit fiscal, restricción externa, entre otros. El camino al desarrollo quedaría despejado.

Ahora que el capítulo del litigio buitre está por quedar atrás (aunque no se descarta que puedan aparecer nuevos juicios impulsados por los bonistas que aun no acordaron) las promesas se muestran como fraudulentas.

El día lunes el presidente Mauricio Macri “reprendió” a los empresarios locales por la falta de inversiones.

Este martes, en la conferencia de prensa de la tarde, ante la pregunta de una periodista sobre los contrastes entre la colocación de deuda y las escasas inversiones con que cuenta el país, el ministro Prat Gay respondió que si "no lo hacen los empresarios locales, lo van a hacer los internacionales. Nunca vimos tanto interés por hacer inversiones directas, no como en los 90 cuando venían por un rato para hacer diferencia con un bono o con una acción, acá hay mucho interés por enterrar los recursos o en proyectos productivos".

Los gurúes dedicados a la alquimia de los pronósticos económicos se muestran cada vez más cautos frente a la prometida “lluvia de inversiones”. Y muestran los dientes. Reclaman más ajuste fiscal, reducción de la inflación mediante la receta recesiva y mayor ataque al salario.

El ministro Prat Gay, como si no viviera en Argentina, afirma que el endeudamiento evitará que tenga que practicar el ajuste mientras avanzan los tarifazos, la inflación y los despidos. Ahora promete que comienza una nueva etapa.

El macrismo obtuvo un triunfo político y podría lograr algo de aire con el ingreso de dólares. Pero es sólo un poco de aire porque el panorama internacional, desde Brasil a China, obliga a la cautela. Para el pueblo trabajador no hay nada que festejar.

La colocación de deuda irá mayormente a pagar vieja deuda. Es un negocio bien conocido en toda la historia argentina donde el endeudamiento bajo el mando del capital financiero imperialista viene a aceitar la expoliación del país imponiendo flexibilización laboral, privatizaciones, ajuste fiscal y mayor sumisión a las reglas impuestas por los “mercados”. Una historia a la que solo le puede poner fin la lucha de la clase trabajadora.