Mientras la inflación sigue aumentando y no da tregua al bolsillo de las grandes mayorías, Kulfas encabezó un encuentro con representantes empresariales y burócratas sindicales para discutir la situación del sector.
Jueves 4 de marzo de 2021 18:39
Como parte de la segunda ronda de encuentros para seguir discutiendo el denominado “acuerdo de precios y salarios”, el ministro de Producción Matias Kulfas encabezó un encuentro con los representantes del sector de la construcción. Lo acompañaban la Secretaria de Comercio Interior Paula Español y el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi.
Por parte del sector empresario se hicieron presentes las grandes empresas del rubro, como Ternium, Acindar, Loma Negra, entre otras, además de corralones y grandes hipermercados del rubro. Por el sector gremial, se hicieron presentes Antonio Caló por la UOM y Gerardo Martínez en representación de la UOCRA.
Este encuentro tuvo lugar luego del que el Gobierno mantuvo la semana pasada con los representantes del rubro de la alimentación.
Buscando entusiasmar con la perspectiva de cierto crecimiento, Ferraresi anticipó que “va a haber una demanda de materiales importante, la obra pública es muy potente, hay una cantidad de inversiones, obras en energía en transporte, el Gobierno viene haciendo una inversión muy fuerte del Estado que acompaña con buena medida el sector privado".
Voceros del ministerio de Desarrollo Productivo, por su parte, señalaron que “Más allá del acuerdo de precios y salarios, queremos activar distintos mecanismos de coordinación para corregir eventuales desvíos de los precios a través del diálogo”. La afirmación resulta un tanto irrisoria, siendo que durante el 2020 los valores del sector aumentaron un 64,4 %, muy por encima de los valores inflacionarios generales.
Poco tienen para confiar los trabajadores en acuerdos de este tipo, que buscarán centralmente poner un techo a los reclamos salariales y evitar que el descontento social se exprese ampliamente. Mientras crece el malhumor social, como se viene expresando en las sintomáticas luchas de trabajadores de las últimas semanas, se hace cada vez más necesaria la pelea por generalizar estos ejemplos y romper con la tregua y pasividad impuestas por la burocracia sindical.