Racismo, apropiación cultural y otros debates que dejó la visita de la rapera estadounidense en Latinoamérica. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos FM 89.9.
Celeste Murillo @rompe_teclas
Viernes 1ro de abril de 2022 00:36
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· Primero un resumen apretado. La semana pasada un temporal obligó a suspender el festival Asunciónico en Paraguay, donde iban a tocar varios artistas y bandas, entre ellas Doja Cat, una rapera estadounidense.
· En el temporal murieron tres personas, hubo destrozos y evacuados en el centro y sur del país. Acá se armó la primera polémica: Doja Cat trató muy mal a sus fans de Paraguay, los despreció usando prejuicios que muchos estadounidenses tienen sobre América latina.
· Esos prejuicios se alimentan del desconocimiento y desinterés sobre cómo vive la mayoría de nuestro continente. Que no es cualquier continente, es lo que en política se llama “el patio trasero”: EE.UU. invierte, impone políticas económicas, explota los recursos naturales.
· La segunda polémica llegó cuando, una vez suspendido el festival, Doja Cat toca en una fiesta privada en el bar Negroni. Sus fans de EE.UU., respondiendo a las críticas en redes sociales, dicen que Paraguay es racista porque hay un bar llamado “Negro” (una vieja expresión racista de Estados Unidos, que sigue usando mucha gente).
Capitalismo y confusión
· Acá empezó lo que podríamos llamar “capitalismo y confusión”. En estos debates y polémicas podemos ver que no todo puede leerse todo a través de los debates en EE.UU y que aplicar categorías mecánicamente provoca este tipo de confusiones.
· ¿En América latina hay racismo? Mucho y no solo contra las personas afrodescendientes. Se expresa de formas diferentes y combinado con otros problemas.
· La polémica tuvo coletazos en Argentina cuando la cantante Cazzu contó que la acusaron de racista por usar la palabra “nigga” (que en la jerga del rap se usa para hablar de las personas negras y puede tener diferentes connotaciones fuera de esa comunidad). Esto reabrió otro debate: la apropiación cultural, en particular en cómo varios géneros latinoamericanos incorporaron slang e imágenes del rap de EE.UU., negro en sus orígenes.
· No es una discusión nueva en Argentina. Como explica Federico Pita, politólogo y referente de Diafar (Diáspora Africana de la Argentina), la apropiación cultural es un fenómeno particular y específico del capitalismo, en el que un sector dominante se apropia de una práctica cultural de un sector oprimido y lo transforma en una mercancía (ropa, música, peinados). Él explica que es algo mucho más complicado que la actitud de una chica blanca que usa trenzas o peinado afro, porque le gusta, y una empresa que mercantiliza una práctica para beneficiarse y sigue retroalimentando el racismo que hay detrás de esa apropiación.
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· Un ejemplo que conocemos muy bien para entender este fenómeno es el de la cumbia en Argentina. Cuando la clase media y alta se apropian de la cumbia y la transforman en música de fiesta pero, a la vez, sigue señalando a los sectores populares que la disfrutan y van a las bailantas como “negros”.
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Racismo hecho en Argentina
· Que Argentina no es blanca es algo bastante obvio. Además de comunidades migrantes importantísimas, hay poblaciones nativas invisibilizadas. El censo de 2010 estimó que hay más de 2 millones de afrodescendientes y 2 millones de personas descendientes de pueblos originarios. Pero es muy común que a una persona negra le pregunten “¿De dónde sos?” o le digan a alguien de Jujuy que “parece boliviano”. ¿Por qué sucede? Porque no coinciden con la imagen construida de nuestro país.
· A pesar de eso, leemos y escuchamos todo el tiempo interpretaciones propias de EE.UU. sobre cómo tenemos que entender el racismo y qué deberíamos hacer para combatirlo en un “país blanco”.
· Como ser mujer, ser una persona negra, tampoco es una vivencia única y universal, se entrelaza con tu clase social o tu origen (no es igual ser un ciudadano negro en EE.UU que un migrante senegalés en Argentina).
· Federico Pita subraya que el racismo es sistémico o estructural en el capitalismo, por eso no hay países que no sean racistas. Es lo que explica que se exprese de formas diferentes en países que no se parecen entre sí.
· Es menos visible que la violencia policial, pero racismo también es que las migrantes paraguayas estén sobrerrepresentadas en ramas informales como el trabajo doméstico pago o que la mayoría de los migrantes senegaleses trabajen en el comercio ambulante.
· El capitalismo usa los prejuicios para crear y reproducir jerarquías de las que se beneficia. No hay leyes que discriminen por etnia, pero la igualdad de la ley no es la igualdad en la vida real. Se sostienen mitos: los pueblos originarios no tienen historia, las personas negras tienen más fuerza o las mujeres tienen una inclinación al cuidado de la familia.
· Todo sale del mismo lugar y no tiene nada que ver con la biología o la identidad, sino con el ADN de una sociedad organizada alrededor de una desigualdad de origen, que una minoría que tiene todo vive de la mayoría que no tiene nada.
· Podemos pensar que son solamente polémicas de redes sociales o podemos darle una vuelta y pensar muchas más cosas.
Celeste Murillo
Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.