Los medios tradicionales han venido teniendo un clara línea editorial con centro en la criminalización de la protesta social dándole peso a los saqueos e incendios a supermecados y locales, y por otra parte haciendo un lavado de imagen a las instituciones represivas como si hubieran carabineros o militares buenos, y carabineros o militares malos, mientras vienen torturando, secuestrando y asesinando al pueblo trabajador.
Miércoles 23 de octubre de 2019
La situación política durante estos días ha sido crítica. Frente a la intransigencia del gobierno de Sebastián Piñera, quien insiste en mantener el Estado de emergencia y los toques de queda a nivel nacional.
La masividad de la protesta en la calle, sin duda ha sido un elemento que se ha instalado con fuerza en los medios tradicionales al servicio de los empresarios, donde queda más que claro que han buscado privilegiar un carácter desinformador hacia los saqueos e incendios, en el que han instalado dos polos, el discurso de la manifestación “pacífica” como el carabinero que toca la cacerola, o la joven que le da un abrazo a los militares, y por otra parte una línea criminalizadora ad hoc con el gobierno, condenado a quienes saquean supermercados y alteran el “orden público”.
Sin embargo, si esta lógica de por sí ya parece repulsiva, lo más nefasto es el lavado de imagen hacia las fuerzas represivas de Fuerzas Armadas (FF.AA) y Carabineros, donde buscan instalar el discurso de los represores que utilizan violencia “injustificada” en contra de los derechos democráticos de la población, y las Fuerzas represivas empáticas y humanas, que no hacen más que cumplir con su labor.
Esta línea editorial resulta insólita, habiendo ya más de 15 personas muertas, durante estos 5 días de revueltas populares en todo el país, donde se ha cuestionado gran parte de estos casos, quienes han sido asesinados por militares, como el caso del joven de Curicó quien recibió un disparo de un soldado, en un lugar donde ni siquiera se había decretado el “toque de queda”. A su vez la aparición de personas quemadas también genera desconfianza en sectores importantes, quienes dudan legítimamente del motivo de muerte de estas personas, recordando los viejos métodos de la dictadura donde Carabineros y Militares después de asesinar a personas, generalmente militantes de izquierda, iban a tirar sus cuerpos a distintos lugares, fabricando un montaje de su real deceso.
Al mismo tiempo, los secuestros e intimidaciones por parte de Carabineros se han extendido en distintas regiones del país, como se ha mostrado a través de las balaceras en la comuna de Recoleta, o los secuestros del estudiante de Sociología de Valparaíso, quien fue sacado de su propia casa en Viña del Mar por parte de Carabineros, golpeando a su familia y causando destrozos, o la detención ilegal de la dirigente estudiantil de las Juventudes Comunistas (JJ.CC) de un recinto privado por la misma institución.
E incluso de acuerdo al relato de distintas personas afectadas, se estudia la posibilidad de que dependencias del Metro Baqeedano de Santiago, haya estado funcionando como centro de torturas y vejaciones, principalmente hacia estudiantes, de acuerdo a los señalado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)
Basta de desinformar y validar el Estado represivo que estamos viviendo
Es inaceptable tragarse el discurso criminalizador de medios tradicionales como CNN, Mega o Canal 13, el debate no está en si hay manifestantes bueno o manifestantes malos, sino las manifestaciones masivas que exigen la salida del presidente Piñera, donde decenas de miles han salido a luchar por los derechos que les han sido negados históricamente. Basta ya del discurso del paco bueno y paco malo, o el milico bueno y milico malo. Actualmente estamos viviendo un Estado de emergencia, y un toque de queda, donde nuestros derechos democráticos buscan ser aplastados, con militarización de las calles, terrenos y recintos en todo el país, y escalando en su accionar represivo abusando sexualmente, agrediendo brutalmente y asesinando, como incluso han señalado organismos como el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La izquierda debe ser clara frente a esta situación en quién confía sin la capacidad y auto-organización del pueblo trabajador, o en el brazo armado de los explotadores que nos torturan y asesinan, esto tomando en cuenta las declaraciones vía redes sociales del alcalde de Valparaíso Jorge Sharp, quien abiertamente llama a militares y carabineros a evitar los saqueos e incendios en la ciudad. Militares y Carabineros que incluso no han dudado en detener y torturara militantes de su propio partido Convergencia Social (CS), de acuerdo a las declaraciones de un militante de Rancagua.
Hay que ser claros, será la clase obrera junto a los organismos de masas que reúnen a jóvenes, mujeres, y distintos sectores populares quienes pueden responder de manera concreta al problema del desabastecimiento y los saqueos, a través de Comités de emergencia de sindicatos con organismos de la comunidad, puedan planificar, desarrollar y coordinar una respuesta concreta frente a la crisis política y social del gobierno.
Y a su vez, necesitamos una gran huelga general indefinida en todo el país que tumbe al gobierno de Piñera, que se vayan los milicos de las calles, y levantemos una asamblea constituyente libre y soberana sobre las ruinas de este régimen podrido, como una salida estructural a las décadas de miserias a las que no han condenado, mientras empresarios, gerentes y banqueros se llenan los bolsillos a costa de nuestro dolor.
