Jimmy Morales, presidente de Guatemala y su homólogo Juan Orlando Hernández mantienen una reunión este lunes para afinar detalles para la deportación de más migrantes de origen centroamericano. La medida responde a los dictados de la Casa Blanca y el gobierno de Donald Trump.
Lunes 5 de noviembre de 2018
Desde que inició la Caravana migrante el pasado 13 de octubre es la segunda ocasión que los mandatarios de Guatemala y Honduras se reúnen para tratar el tema. Las primeras declaraciones que hicieron fue para señalar que afinarán los detalles para un “retorno seguro y pacífico de migrantes”. Lejos de esta declaración, se trata de una cacería y persecución abierta para deportar a miles de centroamericanos a quienes les espera la extrema pobreza y la violencia creciente de sus países de origen.
Desde tempranas horas de este lunes, el presidente guatemalteco visitó Tegucigalpa donde mantiene un reunión con Juan Orlando Hernández, el presidente conocido por sus escándalos de corrupción, financiamiento ilícito durante su última campaña presidencial y por la reelección ilégitima que llevó a cabo contra la voluntad popular del país del istmo.
Bienvenido a Honduras presidente @jimmymoralesgt, esta es su casa! 🇬🇹🇭🇳#SEGUIMIENTO Reunión complementaria a la visita que realizamos en semanas anteriores a Guatemala en la que definimos estrategias para el #RetornoSeguro y Pacífico de nuestros compatriotas. pic.twitter.com/hUCRU0nce5
— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) 5 de noviembre de 2018
Hernández dio la bienvenida a Morales por medio de redes sociales para después agradecer al gobierno de Peña Nieto por su “apoyo y asistencia humantaria”. Cínico. La represión que han enfrentado los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que integran la caravana ha sido desde su salida y en cada punto de descanso o de cruce de frontera. En México fuimos testigos del despliegue de fuerza de Peña Nieto y la represión donde mujeres y niños fueron violentamente reprimidos. Han sido blanco del hostigamiento de la Policía Federal, de la gendarmería quienes custodian su trayecto, los detienen mediante redadas y ocasionan la fragmentación de la caravana con el objetivo de mantenerlos vulnerables.
Por su parte, Jimmy Morales arribó a la capital hondureña desde Estados Unidos donde visitó el centro de impresión de pasaportes en el consulado guatemalteco y un albergue de menores.
Esta es la segunda reunión que los mandatarios sostienen para afinar los detalles de una deportación en puerta, y que se ajusta a los lineamientos del imperialismo estadounidense que ha amenazado con disparar, detener y procesar a los miles de migrantes que marchan rumbo a la frontera con Estados Unidos.
Finalmente, se sabe que este mismo lunes Morales saldrá de Honduras hacia El Salvador con el objetivo de entrevistarse con el vicepresidente Oscar Ortíz. En medio de las elecciones legislativas de Estados Unidos, la detención del flujo migratorio parece ser la prioridad número uno para los gobierno lacayos que tienen además la amenaza directa de Donald Trump de retirar la ayuda económica para la región; ayuda que sólo ha servido para enriquecer a las grandes empresas trasnacionales e implementar todo un plan de saqueo de recursos en el conjunto de la región.