En el día de los jubilados, Dujovne y funcionarios del gobierno defendieron la venta de activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad incluida en el Presupuesto a la medida del acuerdo con el Fondo Monetario. También recortan pensiones. Se prepara la reforma jubilatoria.
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Viernes 21 de septiembre de 2018
En los diez minutos que al lector o lectora le lleve leer esta nota, el gobierno va a estar pagando $ 11.400.000 a los especuladores de la deuda pública en concepto de intereses de deuda, aproximadamente U$S 284.835. En sólo diez minutos.
Estos datos surgen del Presupuesto del año 2019 que el gobierno presentó en el Congreso de la Nación, en el cual el año que viene se prevé pagar $ 598.838 millones en concepto de intereses de deuda que irán esencialmente a los especuladores. Considerando también la deuda intra estado, el gobierno estima que los servicios de deuda totales de la Administración Pública Nacional serán unos $ 746.389 millones.
Pero en el día del jubilado y la jubilada, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne no tuvo mejor atino que culpabilizar a los propios jubilados por el déficit público, naturalizando y negando la sangría creciente que significa la deuda fraudulenta e ilegítima en el país.
Según la versión oficial, es el déficit del sistema previsional uno de los principales culpables del desequilibrio fiscal, y dentro del déficit el problema sería el “gasto” (las jubilaciones y pensiones) y no la recaudación (principalmente a las contribuciones patronales, reducidas por la reforma impositiva de diciembre).
Es de esperar que, con este diagnóstico, se avance en liquidar lentamente la Caja de los jubilados y continuar preparando el terreno para una reforma estructural importante del sistema previsional, como exige el Fondo Monetario Internacional (FMI). Frente a un escenario de agudización del problema financiero, en el que ya mismo están negociando con el FMI un adelanto del préstamo stand by, el gobierno pretende echar mano de los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), ya devaluados por el impacto de las corridas cambiarias que disminuyeron su valuación en dólares.
Las patas cortas del “blanqueo” de capitales
El mismo Presupuesto 2019 incorpora cambios sustantivos que terminan de concretar aquello que prepararon cuidadosamente con la Ley de “Reparación Histórica”: la venta de los activos del FGS, que fue votada a favor en el Congreso por muchos de los sectores que se dicen de la oposición peronista.
En el anexo del Presupuesto referido a la Administración Nacional de la Seguridad Social se establece un nuevo “recurso de capital” denominado “Venta de Acciones y Participaciones de Capital” de Empresas Privadas Nacionales, por valor de $ 73.661 millones. Esto es lisa y llanamente la financiación de una parte del déficit de Anses mediante la venta de activos del FGS, en lugar de su cobertura usual con Rentas del Tesoro Nacional.
Esto quedaría habilitado por dos motivos. En primer lugar, porque en la Ley de Reparación Histórica se estableció que la módica “reparación” a los jubilados que tengan sentencia firme o hayan aceptado la oferta sería financiada con los ingresos del “blanqueo de capitales”. Pero como todo el mundo anticipó, esos recursos son finitos y en pocos años iba a ser necesario cubrirlo con fondos adicionales.
La ley previó en ese momento que ante esa situación, podrían utilizarse los recursos del FGS. En primer lugar las rentas que generan los activos, y si estas no son suficientes, directamente su liquidación o venta. En otras palabras, ya se habilitó esta movida de antemano.
En segundo lugar, el proyecto de Ley de Presupuesto de 2019 incorpora dos artículos que terminan de concretar esta posibilidad. Uno de ellos, el artículo 39, en el que se considera a los recursos del “blanqueo” como parte del FGS; y otro de ellos, el artículo 117, que considera a los recursos del FGS como “recursos de capital” de la ANSeS. Cartón lleno, la venta de los “recursos de capital” es directamente un recurso de la Anses y puede usarse para financiar el déficit del Estado.
Así de clarito lo expuso ayer Dujovne, y su secretario Rodrigo Pena, ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados: "Estaba planteado claramente que primero había que agotar recursos del blanqueo y una vez que se agotan estos recursos, utilizar estos recursos para lo que ha sido creado que no es otra cosa que atender el pago de pensiones y jubilaciones del sistema previsional, toda vez que hoy Argentina tiene un déficit estructural", explicó.
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"El sistema previsional está en déficit y es lógico que el FGS pueda ser utilizado para lo que ha sido creado dentro del marco de la ley", insistió Dujovne.
De manera que quedan expuestas las verdaderas intenciones de la “Reparación Histórica”, toda vez que hemos denunciado su farsa en este medio: beneficiar a las grandes patronales, evasores y fugadores de capital con una condonación de deudas, un “blanqueo” y una disminución de los impuestos a bienes personales. Nunca fue pensada como una medida para favorecer a los jubilados.
Otra concesión al FMI: liquidar el FGS en 20 años
En el acuerdo con el FMI (cuya letra se expresa en el Memorandum de Endendimiento), el gobierno argumenta, mediante un rodeo contable e ideológico respecto a la conceptualización de esos fondos, que se liquidarán en 20 años todos los activos del FGS, a razón de un monto equivalente al 0,4 % del Producto Bruto Interno por año.
Así, señala que “por el momento, el valor de los activos de los fondos de pensiones transferidos en 2008 se distribuirá a lo largo del tiempo como ingreso para compensar parcialmente el gasto futuro en pensiones. En particular, el monto se dividirá por la expectativa de vida promedio de los contribuyentes a esos esquemas en 2018, es decir, 20 años. El límite en el importe a reconocer como ingresos será del 0,4 % del PBI por año”.
Sin esperar un minuto más, y en haras de dar todas las señales posibles al organismo para que ceda en los ruegos del gobierno por un nuevo adelanto crediticio, el gobierno incorporó exactamente ese monto máximo en la liquidación de activos en el Presupuesto. El 0,4 % del PBI proyectado en 2019 es exactamente igual a… $ 73.661 millones, exactamente el monto que figura como “recursos de capital” de ANSeS para el año próximo, o lo que obtendrán por la venta de las acciones del FGS.
Como frutilla del postre, se preparan para vender las acciones en el momento en que más “baratas” están, dada la reciente devaluación del peso que hizo perder el valor de los activos del FGS cerca más un 28 % en dólares.
Más ataques a los jubilados en el presupuesto: no quieren dar ni para una Pensión de miseria
Asimismo, en el Presupuesto 2019 se consigna un nuevo ataque a los abuelos. Se trata de otro intento por recortar el gasto en pensiones, degradando cada vez más a los jubilados a la miseria. Así, luego de sacar la moratoria que otorgaba una “jubilación mínima” (ya de monto bajo, hoy en $ 8.637) y reemplazarla por el 80 % de su valor mediante la “Pensión Universal para el Adulto Mayor” (hoy en $ 6.909), también creada por la Reparación Histórica, el gobierno empieza a limitar su acceso.
En el artículo 38 del proyecto de Presupuesto se elimina la posibilidad compatibilidad de la Puam con el trabajo. Dado el bajo monto de esa pensión, y su incompatibilidad con el cobro de otras prestaciones, esto deja al jubilado que no pudo acceder a una jubilación ordinaria bajo la disyuntiva de cobrar un ingreso totalmente inalcanzable y vivir con 7 mil pesos, o la necesidad de trabajar en negro, aumentando sus grados de precarización de vida, si es que logra a los 65 años conseguir un empleo.
Pero además, el artículo 37 habilita a la Anses a hacer “evaluaciones socioeconómicas y patrimoniales (…) a fin de asegurar el acceso a las personas que presenten mayor vulnerabilidad”. Esto significa que ya no todos podrán tener acceso a la Pensión “universal” cumplidos los 65 años, sino que para poder recibirla deberá pasar por el filtro de la “pobreza”, de acuerdo a criterios que defina la Anses.
Por si fuera poco, el Presupuesto incorpora articulados que reducen las bonificaciones que recibirán los nuevos jubilados, pensionados y beneficiarios de Asignaciones Familiares en las zonas patagónicas por ser zonas “desfavorables” desde el punto de vista del costo de vida.
Volviendo al inicio, mientras los funcionarios destinan casi 300 mil dólares cada 10 minutos para garantizar la ganancia de especuladores, rascan la olla de los jubilados y jubiladas más empobrecidos.
No a la reforma previsional, por una ANSES dirigida por jubilados y trabajadores
Si existe algún problema de “déficit previsional”, como plantea el gobierno, más que mirar la plata que se destina a jubilaciones y pensiones, lo que hay que mirar es todo lo que se deja de recaudar a causa de los múltiples beneficios que los gobiernos dan a los empresarios. Entre ellos, la reciente reducción de contribuciones patronales en la “reforma impositiva” de diciembre pasado, que establece un mínimo no imponible para los empleadores y que quedó intacto en el Presupuesto, confirmando su intención de favorecer a los patrones.
Así también, las múltiples condonaciones, desgravaciones y “blanqueos”, así como la vista gorda a que un tercio de los trabajadores estén no registrados (“en negro”), mientras a los trabajadores y a los propios jubilados se les incrementará la presión impositiva con el impuesto a las ganancias, e incluso el IVA, que gana peso en la recaudación total, siendo el impuesto regresivo por excelencia.
Uno a uno se van cortando las fuentes de financiamiento de la Anses, generando las bases y argumentos para plantear que el sistema previsional vaya a la quiebra, mediante esta reducción de contribuciones, la quita de la Masa Bruta Coparticipable, la quita de una parte del impuesto a las ganancias que financiaba a la Anses, y ahora la liquidación lisa y llana del FGS.
Con ello, se proponen avanzar en una reforma jubilatoria a la medida del FMI y la OECD, los organismos internacionales representantes del capital financiero internacional. Estos plantean la necesidad de aumentar la edad de jubilación y de establecer esquemas de capitalización o similares.
Para las jubiladas y jubilados, al igual que para los trabajadores activos, este presupuesto representa una declaración guerra.
Se necesita una respuesta a la altura de las circunstancias. Las centrales sindicales (CGT-CTA´s), dejando de lado toda especulación política, tienen que llamar a un paro general y movilizaciones, como primer paso hacia un plan de lucha para derrotar esos planes. El día que se intente votar este presupuesto, hay que redoblar lo que fueron las movilizaciones del 14 y 18 de diciembre del año pasado, para impedir que Gobierno y oposición vote este saqueo.
Los sucesivos gobiernos, y ahora con Macri esto pega un salto, usaron los fondos del ANSES para pagar deuda y beneficiar a especuladores, cuando son fondos del conjunto de los trabajadores, activos y pasivos.
Lo mismo pasa con el PAMI y el FGS, necesitamos imponer con esa movilización una Asamblea Constituyente libre y soberana, donde podamos discutir y decidir sobre el conjunto de las cuestiones que hacen a la vida de las grandes mayorías: trabajo, salud, educación y nuestro sistema previsional. ¿Cómo reconstruirlo? Una caja única nacional, contralada por trabajadores activos y pasivos, que defienda el 82 % móvil y un salario para nuestros abuelos que nunca puede ser menor que el valor de la Canasta del Jubilado.
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