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Red Internacional
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Ajuste. Presupuesto 2025: motosierra a los ya desfinanciados fondos ambientales

De acuerdo a un informe de FARN las partidas para bosques disminuyen 38,8 veces y los Programas de Evaluación y Control Ambiental se reducen entre un 75% y 78,7%. Pero no todos pierden, beneficios para los hidrocarburos y la megaminería.

Lunes 4 de noviembre 13:42

El 15 de septiembre de 2024, Javier Milei presentó el proyecto de Ley del Presupuesto 2025 en el Congreso. El proyecto tiene 75 artículos en su mayoría vinculados al pago de la deuda como factor prioritario por encima del bienestar de la población, motosierra para conseguir dólares para el FMI.

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En este marco, el proyecto de Ley de Presupuesto 2025, disminuye y degrada significativamente las medidas y políticas ambientales.

Desprotección de Bosques y menos recursos para el Sistema de Fuegos

El artículo 31 de Ley de Bosques Nativos 26.331 establece que la asignación al Fondo Nacional de Enriquecimiento y Conservación se debe destinar un mínimo 0,03% del presupuesto, pero lo que el Presupuesto 2025 asigna a esto es tan solo un 0,0077%, de acuerdo a una informe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Es decir, que no solo incumple la Ley de Bosques sino que le destina 38,8 veces menos de lo que se debería destinar. Desde otra perspectiva, si el total que corresponde es un 100%, solo asigna el 2,56% de lo que debería recibir por ley. Como resultado tenemos la desprotección total de los Bosques Nativos dejándolos a disposición para el avance del agronegocio y la especulación inmobiliaria.

Los incendios sucedidos en la provincia de Córdoba durante septiembre y octubre de este año, que dejaron reducida a cenizas una gran parte del territorio, muestra lo criminal de esta política, junto a la baja del Fondo Nacional de Emergencias y el fondo Fiduciario para la Protección ambiental de Bosques nativos (FOBOSQUE).

Además, el Sistema Federal de Manejo del Fuego pasará de recibir $33.338 millones a $28.603 millones para evitar incendios, lo que significa menos del 0,025% del total del presupuesto. Así empezamos un verano en el que se prevén importantes olas de calor y sequía que incrementan las posibilidades de incendios. La realidad de la crisis climática, con estos eventos extremos, la vemos a diario pero el gobierno de Milei sigue insistiendo con que son inventos del socialismo.

Aumento de Tarifas y Recorte de Subsidios

El acceso a la energía es otro de los puntos de ataque de este gobierno. Para el año 2025, se proyecta que el 84,83% del costo mayorista del sistema eléctrico sea pagado directamente por los usuarios, un fuerte aumento en comparación con el 54,83% del año 2024. Esto significa que los subsidios al consumo bajarán drásticamente del 45,17% al 15,17%, afectando el bolsillo de las familias. Además, en noviembre se sumarán nuevos aumentos: 2,5% para la electricidad y 2,7% para el gas. Los tarifazos en los servicios pero sobre todo en las boletas de luz golpean directamente el bolsillo de la clase trabajadora y cada vez peor. El estado de la red eléctrica es crítico y no se realizan inversiones en las líneas de transmisión desde hace 10 años.

Prioridad a las Empresas de Hidrocarburos

Los beneficios y las facilidades otorgadas por el gobierno a las grandes empresas continúan y en el presupuesto 2025 habrá un sostenimiento de subsidios a los hidrocarburos (petróleo, gas). El presupuesto también redirige el dinero de los subsidios: $305.000 millones en total, de los cuales $228.000 millones irán a subsidiar la producción y ganancias de las petroleras, mientras que solo $77.000 millones estarán destinados a ayudar a los consumidores, un monto mucho menor que los $120.000 millones del año pasado. Esto impacta especialmente a los hogares que dependen de las garrafas, quienes verán reducidos sus beneficios.

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Durante los primeros ocho meses de este año, las petroleras recibieron $111.482 millones en subsidios, más del doble de lo destinado a los consumidores ($48.795 millones). En otras palabras, las ganancias de las grandes empresas son claramente la prioridad.

Abandono de las Energías Renovables

Para sorpresa de nadie, el proyecto también elimina los programas y las partidas destinadas al desarrollo de energías renovables. Programas como el de Desarrollo de Iniciativas de Promoción de Energías Renovables, el de Fomento de la Generación Distribuida y el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER), son eliminados completamente, incumpliendo de esta forma los objetivos nacionales e internacionales que adoptó el país para una “transición energética”.

El PERMER, es un programa que desde 1999 ha ayudado a llevar electricidad a comunidades rurales aisladas. Convendría analizar las contradicciones del capitalismo “verde” y los negociados con las renovables para entender el derrotero de estos proyectos, pero, en un país donde el 86% de la matriz energética proviene de combustibles fósiles, eliminar estos programas es un paso atrás en la ya limitada diversificación de la matriz energética.

El desarrollo de energías renovables, con una planificación desde abajo y controlada por los trabajadores, podría permitir la democratización del acceso a la energía, reduciendo los costos energéticos y generando una relación sostenible con el ambiente. La paralización de los programas de energías renovables ya ha implicado cierres y despidos como en la planta de CEAMSE Ensenada de trabajadores especializados en este tipo de energía.

Garantías a la minería extractivista

Los beneficios al sector minero no se quedan atrás, gracias a la Ley de Inversiones Mineras de 1993, las empresas siguen recibiendo enormes beneficios fiscales. Durante el 2023, el Estado dejó de recibir más de $136.000 millones en impuestos; en 2024, esa cifra fue de $396.000 millones y, para 2025, se estima que el montó será de casi $541.000 millones. Estas exenciones benefician principalmente a 42 empresas que apenas pagan impuesto a las ganancias.

Menos control ambiental

El Presupuesto 2025 reduce el programa de Evaluación y Control Ambiental entre un 75% y 78,7%. De acuerdo al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), aprobado con la Ley Bases, los proyectos contemplados no tienen la necesidad de realizar informes de impacto ambiental. Son enormes beneficios y privilegios para los grandes capitalistas a costa de la calidad de vida del pueblo trabajador.

La aprobación de la famosa Ley de Bases y el DNU 70/2023, que establece un achique del Estado, ajuste brutal y desfinanciamiento total de políticas públicas, son dos puntos clave que allanaron el camino para la la presentación del Presupuesto 2025. Recordemos que el presupuesto 2023 fue prorrogado por un año en diciembre, es decir, que durante todo el año se estuvo gestionando con la partida que Sergio Massa armó para el año anterior. El mismo personaje que nos proponía imaginarnos a la cordillera como si fuera una torta.

Con el RIGI aprobado a nivel nacional y en la mayoría de las provincias, con la complicidad de los gobernadores, los beneficios impositivos, aduaneros, fiscales y ambientales por 30 años a las inversiones extranjeras son a costa de la destrucción de ecosistemas y un saqueo sin precedentes.

Los ataques en materia de ambiente no comenzaron durante este gobierno, eso está claro, pero en los últimos 10 meses se profundizaron a raíz del negacionismo climático promulgado por Javier Milei. Comenzó con la degradación del Ministerio de Ambiente a Secretaría y fusionandolo con otras áreas como turismo y deporte, restándole importancia a las políticas para la protección y preservación de los bienes comunes naturales. Es importante mencionar que quien hoy está al frente de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes es Daniel Scioli, ex funcionario peronista que rápidamente panquequeo por un cargo y ahora forma parte de la administración liberal.

Además, el gobierno tiene cómplices en todos los grandes partidos, con excepción del Frente de Izquierda Unidad, el peronismo, el radicalismo y el PRO le han otorgado los votos para que se aprueben estas leyes y los vetos a los jubilados y a la universidad, y que ahora se prestan para aprobar el regresivo presupuesto 2025. Sin ninguna confianza en el Congreso, solo con un plan de lucha discutido desde abajo con la fuerza del movimiento estudiantil y de sectores de trabajadores organizados se puede derrotar todo el ajuste y la motosierra de Milei.

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