Mariela González trabaja en la Uocra desde hace 10 años y es la primera delegada tesorera mujer electa en el sindicato. La actual intervención a cargo de Carlos De Boer en Bahía Blanca no le permite asumir desde hace 3 años.
Jueves 11 de marzo de 2021
Foto: Mariela Gonzales en la obra junto a Tamame y Pavón.
Mariela es la primera tesorera electa en el gremio de la UOCRA de Bahía Blanca. Después de que se le terminó el mandato a un compañero en su puesto de trabajo, preguntó si podía postularse y le respondieron “siendo mujer nunca me imaginé que vos me podías hacer esta pregunta, si vos te animás y crees que los compañeros te pueden votar, mandale”. Una vez electa, empezaron las amenazas y la negativa permanente por parte del sindicato de reconocer su mandato.
La primera vez que fue amenazada Mariela estaba en el módulo. Para ese momento sus compañeros estaban “notificados” que no podían hablarle o relacionarse con ella y por disposición del sindicato solamente podía trabajar dentro del contenedor. Los dos compañeros que fueron parte de la lista Tamame y Pavón, se volvieron hostiles, la amenazaron y uno de ellos quiso tomarla por la fuerza dentro del mismo contenedor. Ante esta situación Mariela acudió al sindicato pero desestimaron su denuncia. En ese momento ella ignoraba que el hostigamiento se debía a que siendo mujer había cometido la osadía de postularse como delgada sin “avisarle” a la intervención.
Cuando recibió esta amenaza Mariela trabajaba en mantenimiento, como pañolera y ayudante de administración; “a las mujeres solamente se les asigna tareas de mantenimiento, pero yo como quería superarme, realizaba otras tareas, pero nunca fui reconocida, nunca me valoraron” nos cuenta.
Cada vez que Mariela recurre al sindicato ante estas situaciones de violencia la conducta de sus compañeros hacia ella empeora. “Yo me asuste, tengo 5 hijas mujeres, yo soy la que le lleva la comida a mis hijas, yo lucho por mis hijas.” Hasta que un día Mariela llegó a la obra y directamente no la dejaron marcar y “le aconsejaron” que no vuelva más al puesto de trabajo que iba a seguir cobrando igual, pero como ella no tomó este consejo, la amenazaron diciendo que le iban a tirotear su casa.
Estas amenazas se hicieron realidad y el 9 de agosto de 2019 dos proyectiles terminaron impactando en las paredes de su casa. También acudió a la justicia y denunció legalmente a Tamame y Pavón, planteando que tenía pruebas que relacionaban a los delegados con el hecho de los disparos que atravesaron hasta el interior de su casa, pero la justicia no tomó este hecho como una amenaza de muerte y resolvió no dar lugar al pedido de restricción de domicilio y de allanamiento que había requerido Mariela.
LID -Finalmente esta amenaza se cumplió y tirotearon tu casa ¿Cómo fue esa situación? ¿Qué medidas tomó el sindicato?
Yo hice una denuncia. Eran como las 11 de la noche y escuchamos dos golpes fuertes que no sabíamos de dónde venían. Hago responsables a estos dos compañeros que están en obras, porque al día siguiente me llama un capataz diciendo que estos dos compañeros estaban hablando detrás del contenedor de los tiros de mi casa. El gremio no puso nada a disposición para esclarecer los hechos. Tuve custodios una semana afuera de mi casa, pero después de eso, nada más, quedó en la nada.
“Para mi tuvo algo que ver el gremio directamente, porque no me querían como mujer, porque una vuelta le hago una carta a Pronoti -secretario adjunto de central- diciéndole que iba a hacer una manifestación, que me apoyaban mis compañeros. Me llama por teléfono la secretaria, y me dice “Mariela mañana tenes que viajar, mi jefe quiere hablar con vos”, bueno voy a hablar allá y me dieron vueltas, les mostré un libro que había impreso con el tema de las chicas que están trabajando en la UOCRA, lo de las capacitaciones y me dice “no, eso no es ley, es viejo, no tiene nada que ver”.”
Una vez en Bahía recibe una llamada del secretario adjunto Pronoti diciendo que Carlos de Boer -interventor del sindicato- se iba a comunicar con ella, una vez que se encontraron de Boer le dijo “yo no pensé que iba a ser para tanto, pero usted también jugó con el caballo del comisario, usted tendría que haberme dicho antes de postularse que se iba a postular”.
Carlos Da Boer, interventor de la UOCRA Bahía Blanca
“Él dice que no puede tener mujeres porque está intervenido pero tienen secretaría de fútbol y ¿no pueden tener un lugar para la mujer?.”.
LID -¿En qué condiciones trabajan las mujeres dentro de la construcción? ¿cómo se expresa el machismo dentro del trabajo en la construcción?
No nos dan mucha bolilla con el tema de la ropa de seguridad, cuando llueve tenemos borcegos no tenemos botas, no tenemos a alguien que siga los recibos de sueldo, no tenemos categoría. Hay mucho machismo. Han ido chicas a la bolsa de trabajo y que la miran de arriba a abajo y le sacan todo, después hablan mal de las compañeras. En obra hasta ahí nomás te respetan, por ahí estás limpiando el baño y te dicen “¡vamos, vamos fuera, fuera del baño que quiero entrar!”. Después yo viví una situación, yo estaba haciendo mantenimiento ahí donde estaba el pañol, cerca del baño y me llama un compañero que no era de acá, y me llama “Negra, vení un cachito”, cuando voy el tipo estaba todo desnudo y le digo “¿Para eso me llamas?” y me dí la media vuelta. No hay respeto, ni en obra ni en el gremio, las chicas dicen que les da mucha vergüenza anotarse en la bolsa de trabajo. Quiero que se respete el derecho de la mujer, que no haya discriminación, que tengamos una bolsa de trabajo, que haya capacitaciones, que si esta intervención no nos da la oportunidad a nosotras como mujeres, no se para que esta acá en Bahía, porque el ya tendría que hacer terminado su mandato que era por 6 meses y ya lleva 3 años de mandato acá. De Boer no nos deja participar, porque los de arriba no quieren que la mujer participe. No entiendo por qué no, ¿no somos capaces?. Que se nos de la oportunidad de trabajar y que se vean nuestros esfuerzos, que se termine este machismo de dejar a la mujer de lado. Soy la única mujer delegada y por eso no me dejaron participar.
LID -¿Estás al tanto de la denuncia de violencia de género que realizó Laura Trespando, ex pareja del sindicalista Ricardo Pera?
Si, es más el otro día estuve acompañando cuando lo citaron al juicio y este tipo nunca apareció, me he enterado de todas las cosas malas que le ha hecho y como han sufrido sus hijas y yo pienso que tiene que haber justicia, que el estado tiene que responder.
En relación a la situación de las mujeres en la actualidad, Mariela dice que “Hay mucha desigualdad. Nosotras las mujeres queremos llegar a tener un trabajo digno, a decir “gané una capacitación de soldadora”, las mujeres somos más detallistas ¿Por qué no podemos ser soldadoras, o pintora, o albañila? porque no nos dan la posibilidad. Uno de los temas que a mi me llegó para ir a la marcha del 8M para reclamar y acompañar a las compañeras que también puedan reclamar sus derechos, porque yo estoy reclamando mis derechos, nosotras tenemos que luchar por lo que queremos.”