Este 20 de noviembre, en el Día de la Memoria Trans, en Bahía Blanca exigimos justicia por Rosario Sansone, activista trans y referente de la lucha LGTBIQ+ asesinada el pasado 3 de noviembre en nuestra ciudad.
Viernes 22 de noviembre 18:04
La jornada comenzó alrededor de las 17 horas con una concentración en el monumento central de la Plaza Rivadavia, intervenido con fotos de Rosario, carteles y banderas de la diversidad.
Rosario Sansone, activista trans, referente de la lucha LGTBIQ+ y una de las que impulsaron las primeras marchas del orgullo en Salta junto a su amiga Pelusa Liendro, asesinada en 2006, tenía 47 años y había llegado a Bahía Blanca huyendo de la persecución policial en Salta luego del travesticidio de Pelusa.
En 2007 se retomaron las marchas en Salta y en cada una se la podía ver a Rosario con una extensa bandera confeccionada por ella misma. La misma bandera que encabezó la movilización este miércoles.
Una de las peleas más fuertes de Rosario y sus compañeras es la exigencia de implementación del cupo laboral trans. El año pasado en una audiencia en la Cámara de diputados se la oyó decir: “No creí sobrevivir a tanta violencia, tanta discriminación, a tanto rechazo, a tanta brutalidad. Al contar mi historia, cuento la historia de muchas. En mi adolescencia cuando fui expulsada del sistema educativo por ser trans, sin derechos, me tuve que ir a parar a una esquina como todas nosotras en algún momento, y compartiendo el calabozo allí donde la sociedad y el Estado nos había condenado”
El 3 de noviembre su casa fue incendiada y tras el dictamen de prisión preventiva para el único imputado en la causa la agrupación en la que se organizaba Rosario, Furias, publicó un comunicado en redes sociales donde sostuvieron que “Es importante remarcar que el hecho ocurrido es de suma gravedad y no tiene antecedentes en nuestra ciudad. La forma en que le arrebataron la vida no solo nos indigna, sino que nos impulsa a exigir justicia y a solicitar la pena correspondiente para el responsable.
Rosario fue una luchadora incansable por los derechos de la comunidad LGBTIQ+. Hoy, su ausencia nos llama a honrar su memoria con acciones firmes y con el compromiso de no dejar que este crimen quede en el olvido.
Por eso, pedimos empatía, respeto y sensibilidad frente a este hecho tan doloroso para toda la comunidad. Rosario merece justicia, y no descansaremos hasta que se haga realidad.”
Los discursos de odio matan. El estado es responsable
A la precariedad de la vida a la que se ven empujadas las mujeres y personas LGTBI+ se suma la ausencia de políticas preventivas de la violencia de género, la no aplicación del cupo laboral trans y la falta de presupuesto para políticas de acompañamiento de víctimas que todos los gobiernos sostuvieron y sostienen.
Pero la permanente campaña del gobierno nacional de Javier Milei contra las mujeres y diversidades y sus derechos no es gratuita: habilita y respalda violencias y odios que ya existen hacia las personas LGTBI+, y que como resultado más crudo tiene a los más de 55 crímenes de odio en lo que va del 2024 en Argentina y 133 durante el 2023 de los que el 89% son mujeres trans.
Al grito de “Exigimos que nos dejen de matar”, “Justicia por Rosario Sansone”, fue travesticidio, se movilizó por las calles de Bahía finalizando en la entrada del Municipio con la firme denuncia por la no implementación del cupo laboral trans, la persecución policial y la violencia política. Y es que el gobierno local de Federico Susbielles, aunque se dice opositor al nacional respondiendo al espacio político de Unión por la Patria, mira para otro lado frente al negacionismo de Milei y tampoco aplica el acotado 1% que estipula la ley de cupo laboral trans.
Sabiendo que es una decisión política no aplicarlo y que, ese incumplimiento de un derecho conquistado como es el cupo laboral trans, empuja a rebuscarse la vida como sea poniendo en peligro la integridad de las personas, este 30 de noviembre la exigencia por su plena implementación será uno de los principales reclamos en la 13a marcha del orgullo LGTBI+ en la ciudad.
Como sostuvieron sus compañerxs de militancia ante las cámaras de los medios locales: “Creo que nos hace más fuerte, esto ya había pasado hace 20 años en Salta, quisieron silenciarnos por hacer las marchas y mataron a una compañera, Pelusa Liendro y de ahí nos hicieron más fuertes. Y ahora matan a una amiga que siempre luchó. Creo que nos hace más fuertes y la lucha debe seguir avanzando”
“Tenemos las mismas expectativas que siempre: seguir luchando por los derechos de las diversidades sexuales y por las personas caídas, por nuestras compañeras, por las que ya no están, por las que necesitamos, por las que luchamos. Somos sobrevivientes del sistema”
