En esta primera sesión del taller vamos a introducirnos al debate de la destrucción del medio ambiente y su relación estructural con el sistema capitalista, tomando algunos conceptos desde el marxismo para luego debatir con algunas de las ideas planteadas para enfrentar la actual crisis ambiental, en particular con el capitalismo verde, las iniciativas ambientales parciales y qué tipo de sociedad es la que queremos conquistar los marxistas revolucionarios.
¿Cuál es el carácter de la crisis ambiental que estamos viviendo?
La devastación ambiental actual es innegable, Inclusive la propia pandemia es expresión de cómo el ser humano entra en contacto con nuevas especies depredando sus hábitat, unos 850.000 virus desconocidos podrían causar pandemias si continuamos devastando los ecosistemas, según datos del 2020.
Pero el cambio global más preocupante es precisamente el cambio climático uno de los temas que veremos en profundidad en la siguiente sesión, pero ya se puede afirmar que la Tierra se ha calentado 1.1°C respecto a décadas preindustriales, y que cada década que pasa producimos nuevos récords de temperatura y los impactos del cambio climático están ocurriendo a escalas más grandes de lo que ha experimentado la Tierra en cientos y miles de años, así presentó la vicepresidenta del panel de expertos sobre cambio climático hace unos días
Ya se habla de que estamos en la sexta gran extinción masiva de especies, la primera extinción masiva en 65 millones de años. La última extinción masiva marcó el fin de los dinosaurios en el planeta, científicos advierten de que estamos en los comienzos de otra aniquilación de este tipo, en ella intervienen el cambio climático, la destrucción del hábitat, la contaminación y la agricultura industrial, al menos tres cuartas partes de las especies dejan de existir y podríamos estar en camino de perder ese número en unos pocos siglos.
Así podemos repasar datos sobre:
Agua, aire, alimentación, minería, deforestación, alimentación, el impacto en el océano.
Dimensionar la crisis ambiental es una necesidad en la medida que combatimos la idea de que el ambiente provee de recursos inagotables, incluso para los recursos llamados renovables estamos destruyendo sus ciclos de renovación, contra la idea de tipo bíblico de que la naturaleza está ahí para servir al hombre.
Cuando en realidad la humanidad es solamente una pequeña parte de la naturaleza, y solo destruir un o dos especies puede acabar con las condiciones de vida a las que estamos acostumbrados y arrastrarnos a la barbarie, por ejemplo el 2% de las especies de abejas polinizan alrededor del 80% de los cultivos que hacen de base de la alimentación.
Esto es también en contra de quienes quieren instalar la idea de millonarios como Elon Musk de que colonizar otro planeta es más factible o necesario, que las posibilidades de evitar la destrucción de éste, lo que no nos pone contra la exploración espacial, sí no viendo que su ritmo de desarrollo y sus posibilidades en realidad depende de que tan pronto triunfemos contra el capitalismo y cuanto logremos una relación que considere realmente el conjunto de las condiciones sociales y ambientales.
También evitaremos usar el concepto sustentables a la ligera, ya que debemos darle significados muy distintos a los que suelen dar los gobiernos y las grandes empresas, sobre todo con la sustentabilidad y el llamado greenwashing. (el lavado de imagen de las empresas).
Por último otro debate que tomaremos en esta sesión es: ¿cuales son los límites y alcances de la acción individual, de ser consumidor responsable?, también con la suma de estas iniciativas en tipo comunidades verdes, cuánto aportan realmente a resolver el problema.
El debate sobre la capacidad del hombre de transformar el planeta, de forma destructiva tiene consecuencias planetarias, grandes que dentro de la academía se debate si como edad geológica, pasamos del Holoceno (período que comienza luego de la última glaciación) al Antropoceno, un periodo marcado por la transformación del hombre del planeta, otros autores hablan del capitalismoceno, para hacer énfasis en el rol del actual sistema económico, definición que si bien es más crítica corre el riesgo de ver este sistema como un mal se perpetúa en el tiempo.
la crisis ambiental es una cara de las contradicciones del sistema capitalista
¿Por qué decimos que el capitalismo es responsable de la actual crisis ambiental?
La magnitud de la crisis actual parte con el capitalismo, con la revolución industrial la que significó un salto cualitativo en los medios para transformar y destruir la naturaleza, que impactó gravemente el medio ambiente. Esto a raíz de una serie de tecnología que permitieron aumentar la producción a niveles nunca antes vistos (El uso extensivo del carbón, el petróleo, la fuerza de los ríos etc) generando las bases de los medios técnicos para resolver las necesidades de millones de personas, necesidades de vivienda, alimentación, vestimenta, salud etc; y dando origen a la clase obrera moderna y a los grandes capitalistas.
Este salto tecnológico está profundamente ligado con las revoluciones burguesas, que se posibilitan mutuamente, por ejemplo el avance de la ciencia choca con las ideas religiosas que fundamentaban el poder divino de las monarquías, la nueva clase dominante era la propietaria de los nuevos medios tecnológicos, pero tuvo que por la fuerza y apoyándose en las clases más oprimidas disputarle el poder a la monarquía, para poder fundar la economía capitalista moderna y transformarse en una nueva clase dominante.
Esta clase dominante abrió paso a nuevas contradicciones; ya que pese a fundar medios técnicos para resolver prácticamente todos los problemas sociales, profundizó la contradicción entre las clases sociales.
Lo que Marx definiría como la producción social de las riquezas pero la apropiación privada (individual de las riquezas), es decir toda la sociedad o gran parte de esta juega un rol en la generación de las riquezas pero solamente una parte reducida realmente disfruta de esta.
Por ejemplo, en el mundo se produce suficiente comida para alimentar hasta 10.000 millones de personas, cuando hay solo unos 7.500 millones. mientras que 1 de cada 9 personas no tiene suficiente comida para llevar una vida activa y sana.
Pero estas riquezas no provienen de los medios técnicos ni del trabajo humano en sí mismos, Marx y Engels con una idea muy clara sobre la fuente de estas riquezas, en su obra: la crítica al programa de Gotha debatiendo con este a este último y afirma
“El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La naturaleza es la fuente de los valores de uso (¡que son los que verdaderamente integran la riqueza material!), ni más ni menos que el trabajo, que no es más que la manifestación de una fuerza natural, de la fuerza de trabajo del hombre. (...) Los burgueses tienen razones muy fundadas para atribuir al trabajo una fuerza creadora sobrenatural; pues precisamente del hecho de que el trabajo está condicionado por la naturaleza se deduce que el hombre que no dispone de más propiedad que su fuerza de trabajo, tiene que ser, necesariamente, en todo estado social y de civilización, esclavo de otros hombres"
Desde aquí para Marx el trabajo humano está dentro de la naturaleza y no por fuera, y es contra la división entre lo social y lo natural, lo social es simplemente parte de la naturaleza.
Esta ideología del hombre por sobre la naturaleza justifica que los capitalistas puedan privatizar los medios naturales y con el trabajo asalariado obtienen para sí grandes concentraciones de riqueza, sin ningún compromiso con el enorme daño social y ambiental que dejan a su paso con enormes concentraciones de pobreza gracias al saqueo de los recursos naturales.
De esta idea se puede entender que por ejemplo que el 1% más rico de la población mundial es responsable de más del doble de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero comparados con el 50% más pobre, es decir 3.100 millones de personas.
La Anarquía de la producción
Pero además de esto se desprende un problema tan importante como el anterior, que es lo que desde el Marxismo se entiende como la Anarquía de producción, es decir el carácter no planificado de la economía de mercado. La única racionalidad por la que se rige el capital es el aumento de la ganancia y que cada intento de barniz de planificación o de un interés superior del conjunto de la sociedad, en realidad enmascara una nueva forma de obtener ganancias que se abre paso en el mercado.
Con esto cada avance en la ciencia en vez de traer un bienestar generalizado, se transforma en una forma de negocio, por ejemplo las técnicas para producir libres de pesticida y de procesos contaminantes en vez de generalizarse se transforman en un reducido mercado de los productos llamados orgánicos.
La versión quizás más aberrante de esta forma de producir en base a la anarquía de la producción, es que para evitar la estrechez del mercado se crean productos con obsolescencia programada, es decir construir mercancías cuya durabilidad está acotada de forma intencional, para así poder vender un producto muy similar nuevamente, así la industria de la tecnología, la automotriz entre otras han crecido a un ritmo insaciable, con niveles de explotación y destrucción ambiental aberrantes.
Las relaciones internacionales y el saqueo de los países imperialistas
Un ejemplo muy actual es el problema del Litio y el aumento del precio del cobre, como materias primas para implementar la electro-movilidad como una solución tecnológica frente al cambio climático, Según cálculos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para 2021, el consumo de minerales se multiplicará, un automóvil eléctrico promedio necesita seis veces más minerales que un automóvil con motor de combustión; una planta de energía eólica necesita, en comparación con una planta de energía a gas de rendimiento similar, nueve veces más minerales.
La demanda de litio aumentará 40 veces para el año 2040; el uso de cobre, especialmente para cables eléctricos, se duplicará. Y la generación de energías renovables a partir de las energías eólica y solar hará que el uso de minerales se triplique. Los recursos actualmente explotados o las minas actualmente planificadas cubren sólo 50% del litio y 80% del cobre requeridos.
Estos están concentrados en yacimientos en Latinoamérica, en el caso del litio concentrados en un 55% de la reserva mundial en Chile, Argentina y Bolivia. Es decir, mientras los países imperialistas resuelven los problemas de contaminación trasladan esta crisis a los países más atrasados.
La ilusión de un capitalismo verde
Hay quienes pese a esta evidencia y mecanismos creen en la ilusión de un capitalismo verde, la propuesta que se volvió más popular en este sentido es el llamado Green New Deal, idea que partió en Estados Unidos, fue promovido el 2019 por La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, y a tenido sus repercusiones en europa, inclusive la fundación Henrich Boll propone una revolución verde con un green new deal global.
Una propuesta en donde el o los estados invierten en tecnologías verdes, sobre todo en las energías renovables no convencionales, como una respuesta al problema de la crisis económica abierta el 2018 generando empleos y reactivación económica.
El problema es que a la par que avanzan las tecnologías verdes el consumo global de carbón no retrocede, por el contrario la demanda global de carbón, que se redujo por la pandemia aunque menos de lo que se había anticipado, aumento el 2021 con un aumento del 6% y el 2022 está en niveles récord que hacen casi imposible cumplir con los objetivos para limitar el cambio climático. Las dificultades económicas son un “incentivo” para bajar los costos de producción recurriendo a tecnologías baratas y contaminantes.
Mientras en los países semicoloniales y dependientes, la promesa de una sociedad verde sin terminar con el capitalismo está más relacionada a proyectos de imitar a los países imperialistas, (desarrollados), con promesas de elaborar productos con mayor valor agregado, esto parte de la idea de que así se puede obtener mayor cantidad de ganancias con menos materia prima, lo que está lejos de ser cierto, por ejemplo Chile exporta salmones, un producto en su forma elaborada, y su impacto ambiental es evidente, pero también los países altamente industrializados como china concentran las peores condiciones ambientales. además de que el sueño de las políticas desarrollistas en los países atrasados es una quimera en la época imperialista sin impulsar revoluciones.
En esta ilusión entra lo más a izquierda de las reformas de Boric, que en gran medida quedaron en el programa de primera vuelta, ya que como toda ilusión reformista sin impulsar la lucha de clases, son promesas en el aire que se adaptan a los aplausos de la ENADE, es decir lo grandes empresarios.
Es así como la idea de un capitalismo verde se va desvaneciendo, y queda como el marketing, el greenwashing, es decir el lavado de imagen que hacen las empresas, similar al uso de la sustentabilidad, que hoy se utiliza como el informe que permite la continuidad de una empresa evitando los conflictos sociales y ambientales,pero en ningún caso resolviendolos. Usan la pobreza y la desigualdad en las comunidades para dividirlas, cooptar una parte de estas, ofrecerles como beneficios, cosas básicas que debieran ser un derecho, como el agua gratuita a la comunidad de la higuera que ofrece minera Dominga a cambio de poder dañar el ecosistema del Archipiélago de Humboldt.
Este choque con los capitalistas inclusive de ciertas reformas menores va desnudando el carácter de este sistema, por ejemplo en la convención constitucional, se votó en la comisión una norma que dice anular las concesiones en tierras indígenas, ante lo cual rápidamente los empresarios salieron a denunciar la medida, buscar limitarla, que nadie les toque su sagrado derecho de propiedad, aunque lo hayan obtenido saqueando y expulsando comunidades de sus territorios ancestrales, sin duda esta norma no termina con el capitalismo pero desnuda que la democracia de la convención está tutelada por los intereses empresariales. y como cada reforma seria está bajo amenaza de choque entre las clases sociales, lo cuales solamente se resuelven de forma duradera cuando ya no son los capitalistas quienes mandan.
Las iniciativa ambientales individuales dispersas y los espacios liberados de destrucción ambiental
La creciente sensibilidad por los problemas ambientales a abierto espacio a múltiples iniciativas individuales y de cambios de hábitos, principalmente en la esfera del consumo, pero también en una creciente preocupación por los seres vivos no humanos y su rol en el medio ambiente, múltiples identidades ligadas a la forma de alimentación, la lucha contra el maltrato animal, jornadas de limpiezas de playas cuencas o quebradas, etc.
Esto ha servido para abrir una puerta a quienes expresan su interés por la problemática ambiental, pero tan rápido como esa puerta se abre, queda en claro lo insuficiente de estos cambios personales o de grupos de personas, ante la abrumadora realidad del capitalismo y la brutalidad con la que funciona el mercado y las políticas públicas que se aprovechan de esta sensibilidad.
Ante este escenario es que los gobiernos y las empresas hacen una amplias campañas para instalar la idea de que todos somos responsables de la destrucción ambiental, está en cada uno poder hacer algo, desde ahí hacen campañas como ducharse en 7 minutos para ahorrar agua, evita usar plásticos de un solo uso, elige los productos que menos impacto generan, te llaman a calcular la huella de carbón de cada una de las acciones que hacemos.
Estas acciones en sí mismas pueden debatir cuál es su alcance real, pero el problema está cuando al responsabilizar a la humanidad se pierde la responsabilidad de las grandes empresas, y del sistema capitalista.
El resultado es que con esto se dispersan los esfuerzos personales o grupales, también se favorece una idea de separación de lo ambiental del resto de las luchas sociales, donde el cuidado del ambiente al ser una decisión personal o de un grupo de personas, se transforma en algo frustrante o de grupos de interesados.
En ningún caso se trata de negar que cada persona pueda tener una mejor actitud cotidiana respecto al medioambiente de hecho esta sensibilidad inicial es la base para cualquier acción por terminar con la destrucción ambiental, pero en ningún caso esto debe evitar el problema político y estratégico de terminar con el capitalismo, lo que no se puede lograr a través de la sumatoria de acciones individuales, así como tampoco se puede ignorar cada uno de estos problemas parciales, como diría el revolucionario ruso león trotsky, en su obra el programa de transición se trata de encontrar el puente entre sus reivindicaciones actuales y el programa de la revolución socialista.
Una respuesta desde el marxismo a la crisis ambiental
El marxismo no solamente es una base científica para comprender el capitalismo moderno sus límites y contradicciones, como nombramos al comienzo, donde sin duda hay un rico marco conceptual para entender la destrucción ambiental actual y que se debe nutrir críticamente de lo mejor de las ciencias sociales.
Posee una base filosófica en el materialismo dialéctico, que permite comprender de forma profunda la relación del hombre y la naturaleza, el primero como parte integrante de esta, en esta introducción no profundizaremos sobre estos fundamentos, pero sí afirmar que es un fundamento filosófico común que permite unificar las llamadas ciencias sociales y naturales, de manera integral, aspecto clave para poder enfrentar la crisis ambiental, sin terminar en la fragmentación de los movimientos sociales, desde fundamentos firmes.
Donde si se entrará a debatir es en el carácter del Marxismo como herramienta para la lucha por la revolución para el pueblo trabajador, para conquistar su emancipación, pero sobre todo otro tipo de sociedad; el socialismo y en última instancia el comunismo.
partiremos desde éste último.
¿Por qué el socialismo y el comunismo?
Uno de los problemas fundamentales de la relación del hombre con la naturaleza como explicamos al comienzo es lograr una relación donde los ciclos de transformación naturales de los ecosistemas estén acordes a las necesidades sociales y ambientales, lo que vimos como anarquía de la producción, tiene como relato lo que Marx definió como fractura metabólica, observando la relación campo ciudad, como por ejemplo los restos materia orgánica que en el campo se transforman en abono, en la ciudad eran un problema de contaminación.
lograr superar esta brecha metabólica, como el conjunto de la irracionalidad capitalista, requiere conquistar una sociedad sin una clase poseedora de los grandes medios de producción, terminando con la propiedad privada de los enormes ecosistemas naturales para que podamos protegerlos colectivamente, sin jornadas extenuantes de trabajo para que el conjunto de la sociedad pueda deliberar, una sociedad libre de explotación, sin opresión a la mujer ni a los pueblos originarios. Una sociedad sin clases sociales.
Este tipo de sociedad donde donde la producción esté al servicio de las necesidades sociales y ambientales, con derecho a la vivienda salud y educación, donde todas las actividades humanas puedan aportarse mutuamente sin la mediación de un salario, ni el afán de ganancias liberado de estas cadenas la creatividad humana, que todas las mentes puedan aportar al desarrollo al arte, la ciencia, romper con las ideas retrogradas de la superioridad del hombre sobre el resto de los seres vivos y la naturaleza. Libre de fronteras artificiales y de represión.
Es el único tipo de sociedad donde se pueden tomar las medidas coordinadas y honestas necesarias para detener la catástrofe ambiental global que estamos viviendo. para esto es el socialismo y el comunismo.
Pero llegar a esto requiere de enfrentar el actual sistema capitalista, derrotar a los grandes empresarios, tener un programa que permita dar batallas desde los problemas actuales, lograr la unidad entre trabajadores, los sectores populares y el movimiento medioambiental.
hay que unir la lucha de clases y la lucha ambiental con un programa que al mismo tiempo que responde a las necesidades inmediatas se ponga en jaque el actual sistema capitalista.
estas ideas de programa y de cómo se aplica parte de este gran debate lo veremos en las próximas sesiones. Como es la lucha por nacionalizar los recursos naturales bajo control de los trabajadores y las comunidades, terminar con las zonas de sacrificio, entre otros debates.
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