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Red Internacional
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La Matanza. "Profe, ¡nos desalojaron!": la solidaridad docente durante la cuarentena

Esta fue la frase que las familias de la secundaria N°18 de Ramos Mejía nos dijeron el día que fuimos a repartir los alimentos. Pese a la pandemia, la importancia de la unidad de la escuela y las familias para enfrentar la crisis económica. Un ejemplo de solidaridad.

Lunes 27 de julio de 2020

El martes 21 de julio, en pleno receso invernal, los profesores fuimos a la escuela a entregar alimentos y cuadernillos. Desde temprano empezamos a ver que en esta oportunidad vinieron más familias y varias de ellas se acercaron a comentarnos que están muy afectados por la crisis. Sin embargo, dos de ellos nos dijeron que fueron desalojados de las casas donde alquilaban por haberse quedado sin ingresos desde que comenzó la cuarentena. Charlamos entre los profes que estábamos presentes y resolvimos que no nos podíamos quedar de brazos cruzados, que teníamos que ayudar a esas familias y visibilizar sus reclamos.

Desde el inicio de la cuarentena, las y los docentes que vamos de manera solidaria a la escuela a entregar alimentos para nuestros estudiantes nos encontramos cara a cara con las familias que nos cuentan que la crisis los está golpeando cada vez más. Muchos padres de nuestras estudiantes perdieron sus empleos, otros tantos ni siquiera reciben la IFE porque son extranjeros o por otras trabas burocráticas que el gobierno les impone.

Hay alumnos que pudieron hacer pocas actividades que les mandaron sus profes porque empezaron a trabajar en Uber Eats, Pedidos Ya, pedaleando todo el día sin elementos de seguridad y precarizados para llevar unos pesos a sus casas. Cada entrega de alimentos que hacemos da cuenta que mientras avanzan los contagios por covid-19, también avanza a pasos agigantados la crisis económica y social.

La escuela no está en cuarentena: el ejemplo de la secundaria 18

Nuestra escuela está ubicada en Ramos Mejía, en el límite con Ciudadela. Una de las zonas del primer cordón en donde hay muchos problemas de viviendas y familias con trabajos precarios. La comunidad fue afectada por el dengue y pese a la cuarentena nos pusimos a la cabeza del reclamo por alimentos para todos nuestros pibes, pusimos en pie un comité de seguridad e higiene en donde invitamos a trabajadoras del Hospital Posadas para elaborar propuesta de protocolo y señalamos lo que no cumplen ni el Consejo Escolar ni el gobierno de Kicillof. También elevamos un reclamo acompañado de la firma de todas las familias y vecinos para que se empiecen a realizar las obras de aulas y espacios que faltan, si es que queremos pensar una vuelta a clases cuidando nuestra salud. Además, comenzamos una campaña por la aparición con vida de Facundo Castro, porque no nos es indiferente la violencia policial, podría ser cualquiera de nuestros alumnos.

Inmediatamente, cuando nos enteramos de la situación de las familias filmamos un video para que el Estado brinde respuestas inmediatas a esta situación urgente y desde ese momento estuvimos acompañando, tejiendo una red de solidaridad con los vecinos del barrio.

Sin trabajo y sin techo: la reglas y la legalidad, ¿al servicio de quién?

La mamá de nuestros alumnos más afectados nos contó que “sufrimos maltratos para que nos vayamos del lugar que alquilábamos. Nos cambiaron la cerradura y nos tiraron todas las pocas cosas que teníamos a la calle. Perdimos todo, hasta el DNI de mi hijo”.

A ella la despidieron desde que comenzó la cuarentena, pero sabemos que no es un caso aislado. "Lo que más necesito es trabajar, no somos personas acostumbradas a vivir en esta situación. Estamos pasando frío, necesidades y estoy sola con mis hijos: son las profes de la escuela las que me ayudan a dar a conocer mi reclamo", contó Raisa

Más de 5 millones de trabajadores en Argentina fueron afectados con despidos, rebajas salariales o han sufrido algún tipo de ataque a sus condiciones de vida desde que comenzó el aislamiento social obligatorio. Pese a que hay un decreto que prohíbe los despidos, a la mamá de nuestros alumnos, como a muchos trabajadores, la despidieron y también la desalojaron pese a que también rige un decreto que suspende los desalojos de alquileres (DNU 320/2020).

Es un derecho elemental que muestra que, pese al "quedate en casa" que Alberto Fernández y los gobernadores plantean desde sus lujosas viviendas, muchísimas familias no pudieron quedarse en cuarentena: mientras en la provincia de Buenos Aires hay 420.000 familias en crisis habitacional, existen 49.276 viviendas desocupadas. Mientras miles están con su salud en riesgo, hay hoteles vacíos porque Kicillof no tomó medidas para garantizar refugio a todas las familias afectadas.. En lo que va del 2020 se ha destinado 50 veces más plata a la deuda pública que a vivienda y urbanismo: un botón de muestra de las prioridades para el gobierno.

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La unidad entre la comunidad y los docentes para enfrentar la crisis

Este pequeño ejemplo de la unidad de los docentes, familias y vecinos se tiene que seguir desarrollando porque somos nosotros los interesados en cuidar nuestra salud, en defender los derechos de nuestros pibes y desenmascarar a los funcionarios que hablan bajo la careta de “la legalidad”. Desarrollando esta incipiente organización tenemos que ganar las calles para que esta vez la crisis la paguen los que la generaron. No nos vamos a bancar más golpes y que seamos siempre los que paguemos los platos rotos del festín de un puñado de ricachones y sus gobiernos.

Mientras fortalecemos los lazos solidarios, seguimos pensando actividades para visibilizar el estado de alerta de nuestra comunidad por vivienda digna ya y por ingresos de cuarentena que el Municipio de Fernando Espinoza y el gobierno provincial de Kicillof deben garantizar de forma urgente.

Para ello, tomamos la propuesta de los vecinos de realizar una olla solidaria en la puerta de la escuela para visibilizar estos reclamos. Leila Bernotas, vecina del barrio, nos contó que "desde el principio de la pandemia comenzamos una relación con las profes de la escuela 18 cuando se acercaron para colaborar con la olla solidaria con donaciones ya que muchos vecinos quedaron sin ingresos. Tuvimos que suspender la olla por unas semanas, porque tuvimos muchos casos de covid 19”.

Por último señaló que “les propusimos a las profes hacer una olla solidaria en la puerta de la escuela para que toda la comunidad se entere de la grave situación de las familias y para que los que tienen que hacerse cargo, respondan”.