Durante la mañanera López Obrador presentó su iniciativa de reforma para prohibir las drogas sintéticas y frente a cuestionamientos de Slim defendió que el ejército es “pueblo uniformado”.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 13 de febrero
En el Pulso de la Salud, Jorge Alcocer, secretario de salud, Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y Alejandro Svarch, titular de la Cofepris, presentaron las reformas referentes a la salud que forman parte del paquete de reformas entregadas por el presidente el pasado 5 de febrero.
La primera fue la iniciativa al artículo 4 de la Constitución para que el Estado garantice la atención médica de forma universal y gratuita. La segunda fue la referente a la prohibición de venta y distribución de cigarros electrónicos, vapeadores, drogas sintéticas y precursores químicas.
Con esta medida el gobierno de López Obrador buscaría disminuir el consumo de sustancias tóxicas y estupefacientes químicos sobre la base de fortalecer el enfoque punitivo que según ha denunciado la asociación Elementa DDHH, “contraviene estándares internacionales en materia de políticas de drogas”.
La política de prohibición ha demostrado ser impotente frente a la producción y distribución de drogas y por el contrario ha tenido como consecuencia la criminalización de las y los consumidores. La asociación señala también que “elevar la prohibición a rango constitucional no debilitará el mercado”, sino que “generará más redes de corrupción para su operación y por ende, más violencias por parte de grupos del crimen organizado”.
El presidente fue cuestionado por una periodista respecto a las declaraciones del empresario Carlos Slim respecto a que el ejército tenía demasiadas facultades en el gobierno. López Obrador dijo que el ejército tiene cinco misiones: defender la soberanía nacional, garantizar la seguridad interior, apoyar al desarrollo social y al desarrollo del país así como el auxilio a la población en caso de desastre.
Aseguró que es un gran avance que gracias a las reformas de su gobierno ahora la Sedeña y la Semar junto a la Guardia Nacional puedan ser parte de la seguridad interior, pues antes el gobierno contaba únicamente con 20 mil elementos de la Policía Federal. Aprovechó para reiterar que el ejército es pueblo uniformado y que han ayudado en la construcción de aeropuertos y megaproyectos así como en la distribución de vacunas durante la pandemia y más recientemente en Acapulco tras el sismo.
Uno de los principales logros del gobierno de López Obrador fue que logró recomponer la legitimidad del ejército, una de las instituciones más cuestionadas y golpeadas tras los sexenios anteriores del PRI y el PAN. Con la ampliación de facultades, como las mencionadas anteriormente, el presidente logró presentarlos como “defensores del pueblo” y al mismo tiempo garantizar el control territorial y de sus principales proyectos de “desarrollo”.
Sin embargo, contrario a lo que afirma AMLO, el carácter represivo del ejército no se termina únicamente con el cambio de mando por uno supuestamente menos corrupto —lo cual también es cuestionable— sino que está en el propio ADN de las fuerzas castrenses de los Estados burgueses que tienen la principal función de defender la propiedad privada y operar como garantes de la dominación de clase, con la cual, pese a su política de “gobernar para ricos y pobres” el gobierno de la 4T no ha trastocado.
Sobre el cuestionamiento de si su gobierno pretende comprar Telmex, el presidente aseguró que esto no era así pues “Carlos Slim es un buen empresario” gracias a lo cual habría incrementado su fortuna. Así, una vez más el presidente deja clara su nula intención de cuestionar que las ganancias del hombre más rico de México y uno de los más ricos del mundo, provienen de la explotación de millones de trabajadores y del ataque a sus derechos laborales el cual fue señalado por la huelga de dicho gremio hace dos años.