Resulta tentador tomar una posición con los órganos autónomos del Estado, que salen a decirle públicamente que no a Piñera, pero hoy es mas necesaria que nunca una posición independiente desde las y los trabajadores, que vaya mas allá de las disputas entre los altos cargos del estado.
Lunes 20 de abril de 2020
¿Que lectura se puede hacer de este escenario, donde jefes de órganos autónomos del Estado salen a decir no públicamente a Piñera? Y aun mas central, ¿que oportunidad abre a las y los trabajadores, y no solo a los funcionarios públicos, estas pugnas dentro del Estado?
Sabemos el gobierno ha logrado actuar con relativa "comodidad" debido la venia que le ha dado la misma oposición, que bajo un discurso de unidad nacional para enfrentar la pandemia, viene aprobando en general los proyectos que impulsa el ejecutivo. De igual manera la pasividad de las direcciones tradicionales de los trabajadores, verdaderas burocracias sindicales, ha permitido el avance del los ataques del gobierno, sobre los sueldos, el trabajo y los ahorros y derechos de cada uno de nosotros y nosotras.
Quienes se han mostrado mucho mas activos dándole claras directrices al gobinero, es el gran empresariado, que presionan y presionan por la vuelta rápida al trabajo presencial, haciendo política públicamente, como los diversos gremios que componen la CPC, partiendo por la poderosa Cámara de Comercio, que fue clara en sus demandas “No podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas”; nuestras vidas a costa de su economía.
El discurso triunfalista, en cadena nacional de ayer domingo de Piñera, es la búsqueda de instalar el escenario propicio para volver a los trabajos, cuidando de no decir que la pandemia esta controlada, pero que el escenario es tal que se puede comenzar a volver a una "nueva normalidad", según sus propias palabras.
Ordenar la casa
Pero el gobierno no puede impulsar esto junto al empresariado si el mismo Piñera no logra antes que todo, que los mismo trabajadores del Estado vuelvan a sus puestos.
Cosa que parecía fácil, viendo todas las puertas que le abría la misma oposición y la burocracia sindical, solo con la aprehensión de lo que podría hacer la ANEF - quienes se remitieron unicamente a presionar via demandas judiciales- pero no se esperaba que la mas fuerte oposicion esta vez fuera de parte de los superiores jerárquicos de organismo autónomos de rango constitucional del Estado, como la Contraloría y el Ministerio Público (Fiscalía), junto con algunas Universidades Públicas, porque ni el Banco Central, ni el TC, ni el Servel, por dar ejemplos han salido al menos públicamente contra la propuesta.
La respuesta de órganos, como la Contraloria y la Fiscalia, es una señal de como esta cruzada la relación entre los distintos poderes (no solo los formales, como ejecutivo, legislativo y judicial), ¿hasta donde llegan estas diferencias?, a estas alturas los elementos para tener una posición clara sobre esto, seria elaborar sobre muchas suposiciones, pero de ya que el Estado comienza a supurar diferencias que antes eran mucho menos claras.
¿Pero que nos importa a las y los trabajadores las posibles disputas internas dentro del mismo Estado?
Hoy son importantes, son puntos de apoyo desde donde tener una tercera salida de las y los trabajadores para enfrentar a las y los empresarios y su gobierno, que busca quitarnos todo, incluso nuestras vidas, desesperados por salvar su economía.
Así, y sin tomar posiciones entre variantes del mismo Estado, y menos entre empresarios cínicos, que posan de generosos y benefactores tal cual fuera la Teletón para lavar su imagen en medio de la pandemia, mientras explotan a sus trabajadores, las y los trabajadores deben tener claridad en quien confiar y en quien no, apostando siempre por la independencia política de su propia clase cuando dos sectores de las elites se encuentran en disputa, porque sino, es remar para un barco que no nos pertenece.
Por eso, es necesario multiplicar los ejemplos de autorganizacion como los del Comité de Emergencia y Resguardo en Antofagasta, que reuniendo a varios sindicatos, a pobladores, estudiantes y profesionales, dan la pelea por asegurar las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo esenciales, y por paralizar en los lugares no esenciales, sin despidos ni suspensiones.
El ejemplo que pueden dar las y los funcionarios públicos es clave, para detener ya los planes del gobierno y los empresarios, que nos buscan entregar a nuestra suerte en medio de esta pandemia, donde ya no solo quieren que pagemos los costos economicos, sino también con nuestra propias vidas.
