El gobierno de Milei impulsa una reforma electoral que busca eliminar las PASO y privatizar la política a favor de los partidos con apoyo empresario. Para eso negocia con el peronismo. Ahora la ex presidenta Cristina Kirchner propone que se vote cada cuatro años. Mientras la casta y los empresarios deciden todos los días, quieren que el pueblo tenga cada vez menos derechos políticos.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 4 de diciembre 14:11
En el cierre de año los principales dirigentes políticos del país han buscado instalar una agenda supuestamente “republicana” pero que en realidad esconde fuertes peligros antidemocráticos.
Mauricio Macri lanzó su proyecto “Ficha limpia” para que la casta judicial tenga más poder sobre las elecciones y partidos políticos. Pero lo más importante vino después. Porque ese debate fue solo el telón de fondo para otro más profundo: una reforma política y electoral que busca que solo puedan presentarse los grandes partidos que bancan los empresarios y la casta. La presentó el gobierno de La Libertad Avanza pero enseguida se puso a negociarla con Unión por la Patria y otros bloques. El PRO dice oponerse. En las últimas horas, la ex presidente Cristina Fernández difundió la idea de una reforma constitucional: “hay que reformar la Constitución. No puede haber elecciones cada dos años, tiene que ser cada cuatro años” dijo en un podcast radial. La misma idea que impulsó Gerardo Morales en la Constituyente jujeña de 2023 y generó una rebelión provincial.
La derecha y el peronismo, en medio de una crisis brutal, se muestran “preocupados” por el "costo", la "cantidad" y la “regularidad” de las elecciones, como denunció Myriam Bregman, pero en realidad es demagogia para darle forma a un consenso antidemocrático. Detrás de la promocionada polarización aparecen puntos de acuerdo: que tengas cada vez menos opciones políticas, menos derechos políticos, menos libertades democráticas. Le quieren dar una vuelta de tuerca a un régimen que ya es antidemocrático para las grandes mayorías.
Hagamos un breve repaso por las propuestas para luego ver qué propone la izquierda.
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Cuánta preocupación por el "costo", por la "cantidad" de elecciones... ¿Qué sigue?
— Myriam Bregman (@myriambregman) December 4, 2024
Una reforma proscriptiva
En los últimos días se noviembre el gobierno anunció un proyecto de “reforma política” que, de aprobarse en el Congreso, podría implicar una proscripción de todos los partidos de izquierda y de otras minorías. Quieren imponer un régimen político en el que sólo puedan tener representación en el Congreso y postular candidatos presidenciales pocas formaciones políticas. En concreto, las que sean financiadas por los grandes grupos empresarios. No estamos hablando solo de un ataque a la izquierda, que está clarísimo, sino a los derechos políticos de millones de personas que no comulgan con los partidos o coaliciones mayoritarias, que están cuestionados por una profunda crisis de representación.
Como contamos acá, los proyectos incluyen: eliminar el financiamiento público para que no se escuchen todas las voces, eliminar los espacios cedidos en radio y tv para que puedas escuchar una sola campana, eliminación de los debates presidenciales o directamente eliminar las PASO.
Esa reforma no se podría aprobar sin el apoyo de la oposición. Milei sabe que cuenta con muchos bloques colaboracionistas, aunque en este punto tiene una crisis con el PRO. Por eso la clave es un pacto con el peronismo. Y no lo dice La Izquierda Diario, sino periodistas de “los dos lados de la grieta”: hay una negociación en curso. Como contamos acá, lo confirmó a su manera, Germán Martínez, presidente del bloque de Diputados de Unión por la Patria, cuando tuvo que responder a los cuestionamientos de Nicolás del Caño.
Por eso desde al PTS en el Frente de Izquierda alertamos sobre esa negociación reaccionaria. Y planteamos que es necesario que todos los sectores progresistas y que rechazan cualquier proscripción -a la izquierda y a otras fuerzas- llamen en rechazar esta reforma.
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El peronismo pelea la agenda de derecha
Pero ahora nos encontramos con otro hecho que confirma que, más allá de la “letra chica”, no están discutiendo cómo ampliar derechos y libertades, sino restringirlas aún más.
¿O cómo podemos entender el silencio de Cristina Kirchner ante la reforma de Milei y su propuesta de votar cada 4 años? Se parece a un “quiero retruco” a ver quién se queda con la agenda “bonapartista”: o sea quien propone un régimen cada vez más antidemocrático, concentrado en una figura presidencial con más poder, donde los partidos tradicionales (la casta) se reparten el poder y pactan a espaldas del pueblo, un pueblo que solo puede votar cada dos (¡o cuatro!) años para supuestamente decidir su futuro, cuando en realidad el poder político se concentra cada vez en una casta que gobierna para los empresarios que la bancan. Los “mercados”, en cambio, votan todos los días, imponiendo devaluaciones, corridas, chantajeando por beneficios o negociando leyes, consiguiendo reformas laborales o desregulaciones de precios. Si Alberto o Milei no te cumplen, quieren que esperes cuatro años para votar, pero además entre las mismas opciones.
De eso estamos hablando cuando denunciamos un intento bonapartista: autoritario, de concentración del poder político y ataque a los derechos de las mayorías.
La ex presidenta dice en la misma entrevista que “tenemos una rémora monárquica en uno de los poderes del Estado”, refiriéndose al Poder Judicial. Sin embargo, no ve problemas en reforzar la casta política en la Casa Rosada, las gobernaciones y el parlamento.
Tendrían que recordar, tanto Milei como Kirchner, que ya hubo un laboratorio de reforma constitucional que generó una rebelión popular. Fue cuando Gerardo Morales, en Jujuy, impulsó una serie de ataques que incluían las elecciones cada 4 años y otras tantas cláusulas para que el gobierno de turno imponga su voluntad sin tener las mayorías suficientes.
Morales logró unir en su contra el rechazo a ese intento de concentración del poder y negación de derechos democráticos, junto con la lucha contra el ajuste. “Abajo la reforma, arriba los salarios” fue el grito que conmocionó la provincia. Solo un pacto con el PJ lo salvó de la derrota total. Solo la izquierda levantó esas banderas hasta el final, participando activamente de cada movilización al tiempo que denunciaba este ataque dentro de la misma Constituyente.
Hoy vemos cómo la derecha y el peronismo negocian salir de la “crisis de representación”, buscando blindarse con más concentración de poder, más impunidad, más privatización de la política y menos derechos democráticos. No se lo podemos permitir.
🚫 ¿Te dicen que las elecciones son un gasto? Lo mismo que dicen cuando quieren privatizar otros derechos. No podemos permitir que se transe a espaldas del pueblo. Esta reforma infame no debe pasar. pic.twitter.com/tPELwPHLk3
— Frente de Izquierda Unidad (@Fte_Izquierda) December 3, 2024
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La izquierda siempre criticó este régimen político en el que los partidos tradicionales y de gobierno gastan 100 millones de dólares por campaña presidencial, tienen sus canales de televisión y emisoras radiales a su servicio, utilizan los aparatos de los estados nacionales, provinciales y municipales a su servicio. Un régimen donde el pueblo puede votar cada dos años, y tiene prohibido deliberar y gobernar según la propia Constitución Nacional, mientras que los grandes grupos económicos y los llamados “mercados” son los que diseñan la orientación del país a su servicio. El PTS-Frente de Izquierda pelea estratégicamente por un Gobierno de los Trabajadores y el pueblo, un sistema mil veces más democrático que el actual, donde el pueblo trabajador pueda decidir cotidianamente sobre todos los aspectos de la sociedad. Desde ese lugar enfrentamos y denunciamos todo intento de limitar aún más la ya limitada democracia capitalista.
¿El peronismo y las organizaciones y referentes que se alinean con ese partido van a apoyar estos ataques antidemocráticos?
Mientras sigue en las calles, las universidades y lugares de trabajo peleando contra el ajuste, el PTS convoca: a todos los demás partidos del FITU, al resto de la izquierda y a todos los partidos y personalidades que se reclaman democráticos, a las organizaciones sociales, de trabajadores y estudiantiles combativas a realizar una extensa y profunda campaña nacional para evitar un nuevo golpe a las libertades democráticas más elementales.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.