La banda habría dicho que vuelve a “agarrar el micrófono, la guitarra, el bajo y la batería para decirle al mundo qué tan malo es Donald Trump”. Crece el rumor de posible vuelta de un ícono musical anticapitalista.
Santiago Montag @salvadorsoler10
Jueves 19 de mayo de 2016
Conoce a tu enemigo Donald Trump
Hace varios meses que se vienen desarrollando las elecciones presidenciales 2016 en Estados Unidos. Una de las candidaturas viene siendo motivo de análisis y controversias a nivel global. Se trata de Donald Trump, el republicano ultraconservador, xenófobo, racista, millonario y fiel representante de los capitales norteamericanos.
Existe un sector muy importante de la sociedad norteamericana, principalmente entre la juventud y los trabajadores, que ve en Trump una verdadera amenaza. Vienen demostrando su repudio de distintas maneras, entre ellas el apoyo electoral a Barnie Sanders, candidato demócrata y supuesto socialista, incluso manifestaciones públicas o huelgas.
Sin entrar en una radiografía de las elecciones en Estados Unidos, vale mencionar cómo la banda de rock en cuestión ha logrado ser canal de expresión de jóvenes, trabajadoras y trabajadores del país norteamericano.
La Furia Contra la Máquina
Rage Against The Machine (RATM) nació en Los Ángeles fusionando el rap, el rock, la contundencia del funk, con un marcado pensamiento anticapitalista en los 90.
El nombre de la banda hace alusión a la “máquina” como el sistema capitalista, tomando las prácticas de los primeros movimientos obreros, el ludismo en Inglaterra en el siglo XIX, que destruían máquinas en señal de protesta contra eso que los esclavizaba.
Sus años como conjunto musical estuvieron atravesados por tocar en escenarios poco convencionales. Se dedicaron a llevar el escenario a la calle, lugar donde se desarrollaba la protesta social, y donde varios de sus recitales terminaron con represión policial.
Se puede notar la combinación entre el arte y la actividad política de la banda allí en sus letras, en apoyo a innumerables luchas obreras, causas democráticas, contra el racismo, la xenofobia y la criminalización de la protesta.
La participación más importante de la banda fue junto al “Movimiento No Globalization”, con su máxima expresión en Seattle, donde se conmemoraría la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio en 1999. En aquella reunión participarían los CEO de las empresas más importantes del mundo para discutir el nuevo modelo de explotación a nivel global.
En ese movimiento confluyeron centros de estudiantes, sindicatos, ONG, grupos anarquistas, religiosos y ecologistas, todos ellos con una gran composición de jóvenes predispuestos a pelear contra un sistema que venía a sacarles aún más el jugo, el neoliberalismo.
En Seattle, en septiembre de aquel año, 40.000 personas se enfrentaron contra la policía durante cuatro días, hasta hacer fracasar dicha Cumbre. Amplios sectores de la juventud y la clase trabajadora le habían dicho “¡Basta!” al neoliberalismo, pero no pudieron darle una salida más allá de mostrar su enojo.
Además Zack de la Rocha (cantante) apoyó al EZLN, no sólo aportando económicamente, sino siendo parte activa en las movilizaciones en Chiapas.
Este movimiento fue un símbolo para la juventud norteamericana y mexicana por esos años, abriendo nuevos debates y polémicas sobre cuál puede ser una salida positiva de la explotación del hombre por el hombre.
Una mención de color es que en su paso por Argentina la banda ofreció su solidaridad a la fábrica Zanon de Neuquén, expropiada, puesta a producir y gestionada por sus trabajadores. Zack de la Rocha tuvo una entrevista con los obreros de Zanon desarrollando un diálogo muy fraterno. Además les dio un espacio para llevar su lucha al escenario en el marco en que se discutía la expropiación en el Congreso y en las calles de Neuquén
Su ira es su Don
Las letras de RATM abarcan una distintas temáticas, pero siempre de corte anticapitalista. Algunas de ellas son, por ejemplo, contra las intervenciones militares estadounidenses reivindicando rebeliones contra la opresión como lo fueron las intifadas en Palestina, pueden notarse en el tema War Within a Breath.
De ellos es el tema Voice of the Voiceless, dedicado al escritor, periodista y activista Mummia Abu Jamal, acusado de asesinato a un policía y condenado a muerte por el estado norteamericano, por su ligazón con Panteras Negras y sus escritos de alto contenido anticapitalista y de denuncia política.
RATM organizó en la puerta de los juzgados cada vez que se tocaba el caso de Mummia, para pedir por su liberación inmediata, logrando que se posponga su última cena. El repudio social y de la juventud hacia el caso de Mummia Abu Jammal fue muy sentido en Estados Unidos y el mundo.
Guerrilla Radio y No Shelter son canciones que denuncian el estado actual del sistema, el consumismo, el marketing, pero sobre todo cómo se sostiene el capitalismo: por el trabajo precario y superexplotado de miles de millones de personas en todo el mundo.
También se dedicaron a reivindicar personajes políticos importantes para los jóvenes y para quienes aspiran a un mundo distinto, sin explotación, como por ejemplo el Che Guevara, llevando una bandera con su cara a cada recital. También intelectuales como Noam Chomsky, con incidencia en la juventud norteamericana y el mundo. O artistas como Victor Jara, ícono del arte de protesta.
Tomemos el poder
Si bien aún no se enunció de forma oficial la vuelta, es sintomático que varios sitios web del mundo estén replicando la noticia lanzada por Heavier Metal. En el post se ve una predicción humorística en un video de la banda que en aquellos años parecía una utopía pensarla en serio, y ellos la ridiculizaron.
En el video de “Sleep Now In The Fire”, publicado en el 2000, se puede ver a un seguidor de Donald Trump que lleva una pancarta, temida e impensada por aquellos años pero que hoy es una cruel y peligrosa realidad. Si bien no fue una predicción aleatoria, ya que Trump participó de una breve campaña presidencial con el Partido de la Reforma, entre octubre de 1999 febrero de 2000.
El video se burlaba del mundo de Wall Street y el culto al dinero. Pero aquella parodia se volvió realidad. Los músicos verían la posibilidad como una amenaza para el pueblo trabajador de los Estados Unidos y, según reportó por el momento el sitio Heavier Metal, volverán a juntarse para atacar el proyecto racista de Trump.
El mismo sitio reveló que en los planes de Tom Morello, Zack de la Rocha, Tim Commerford y Brad Wilk prevén presentarse en vivo el 18 de julio frente a la Convención Republicana para volver a pronunciarse con sus métodos de protesta, que ya son una firma “de autor”, como lo hicieron durante sus 20 años de trayectoria.
Si bien no es oficial el anuncio del regreso , queda claro que la juventud estudiantil y trabajadora, como lo viene haciendo en Francia contra la reforma laboral, en Brasil contra el impeachment, en Argentina y Chile por la educación pública y el boleto estudiantil, vuelve a mostrar su necesidad de referenciarse en expresiones artísticas que lograron ayudarlos a canalizar su “ira contra la máquina” que los oprime. Su “ira es su don”.
Santiago Montag
Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.