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Red Internacional
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Declaración. Rechazamos la represión policial y militar y nos solidarizamos con la lucha de los trabajadores agrarios

A continuación, reproducimos la declaración de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores CST, sobre la lucha que vienen librando los trabajadores agrarios y la violenta represión policial y militar ordenada por el presidente Francisco Sagasti. Estos hechos han vuelto a poner en evidencia la candente situación política y social que se vive en el Perú.

Miércoles 23 de diciembre de 2020 10:02

Fotos: Gian Masko Angulo / Hugo Corotu

Fotos: Gian Masko Angulo / Hugo Corotu

El lunes 21 de diciembre los trabajadores agrarios retomaron sus medidas de lucha bloqueando la carretera panamericana norte y sur como rechazo al Congreso de la República, el cual no aprobó un nuevo régimen laboral agrario que contemple sus demandas. El martes 22 de diciembre, el gobierno de Sagasti ordenó una brutal represión policial y militar contra los manifestantes a fin de recuperar el control de las carreteras, para lo cual utilizaron miles de efectivos policiales, vehículos de asalto, helicópteros, etc., sin embargo, los trabajadores resistieron valientemente durante todo el día.

Los trabajadores del campo pelean por tener acceso a mejores salarios y mejores condiciones de trabajo, ya que, bajo el amparo de la derogada ley de promoción agraria, Ley 27360, apenas percibían 39 soles diarios (12 dólares aproximadamente) y se veían obligados a trabajar, en algunos casos, hasta más de 10 horas al día, sufriendo maltratos por parte de los supervisores, además que no podían formar sindicatos dada la tercerización laboral existente en este sector.

Por ello, nos solidarizamos con su lucha y rechazamos categóricamente la violenta represión policial y militar que el gobierno de Francisco Sagasti viene descargando contra ellos, la misma que hasta ahora ha dejado 25 heridos por perdigones, 5 de los cuales son menores de edad. Nos preocupa la vida, la salud y la libertad de los manifestantes, sobre todo si tomamos en consideración que, en el paro anterior de los trabajadores del campo, la brutal represión policial costó la vida del joven obrero Jorge Muños, la cual ha quedado impune.

Frente a estos hechos, hacemos un llamado a las organizaciones de derechos humanos, gremios de trabajadores y organizaciones sociales y populares para que se mantengan alertas y vigilantes a fin de evitar otro escenario represivo que termine costando más vidas obreras.

Cabe mencionar que, las y los trabajadores agrarios que hoy nuevamente están en las calles, fueron empujados a retomar sus acciones de protesta por el accionar del Congreso de la República y el poder ejecutivo quienes, en alianza con los agro exportadores, boicotearon la implementación de sus justas demandas en la nueva ley del régimen laboral agrario.

Por eso, desde que las y los trabajadores, lograron la derogación de la ley de promoción agraria, el Congreso, a través de su presidenta Mirtha Vásquez, convoco a la comisión multipartidaria encargada de elaborar el nuevo texto sobre el régimen laboral agrario, a nada menos que a los empresarios agrupados en torno a la CONFIEP y la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú AGAP, quienes tienen intereses diametralmente opuestos a los trabajadores. No podemos olvidar que cuando se dio el boom agro exportador, fue este sector empresarial el que más se benefició a partir de la sobre explotación de sus trabajadores.

En ese entender, el proyecto de ley que viene siendo redactado en el Congreso mantiene los privilegios de los empresarios de la agro exportación y de la CONFIEP, como los beneficios tributarios y el salario fijo equivalente a la Remuneración Mínima Vital, sin posibilidad de incremento progresivo, como lo demandaban los obreros del campo. Y todo esto gracias a la complicidad de los congresistas quienes, una vez más, se pusieron del lado de los empresarios.

No podemos permitir esta burla a los trabajadores, por ello, hacemos un llamado a la CGTP y a las otras centrales sindicales del país, para que dejen de hacerle seguidismo al gobierno y se solidaricen activamente con las y los trabajadores agrarios, llamando cuanto antes a una gran marcha nacional, en la perspectiva de realizar un paro nacional, para que las justas demandas de los obreros del campo sean tomadas en cuenta al margen de la presión y los intereses de los grandes empresarios agro exportadores.

Ha quedado claro que este gobierno no nos representa, por eso, los trabajadores, la juventud, los campesinos y el conjunto de las y los explotados y oprimidos debemos retomar la iniciativa y asumir la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que nazca de la movilización y la auto organización obrera y popular, la cual nos permitirá acabar con el régimen económico y político de 1993 que es en el que se sostienen los grandes empresarios como los agro exportadores para enriquecerse llevando a la pobreza a sus trabajadores.

Una Constituyente Libre y Soberana nos permitiría también implementar un plan de reactivación económica desde la perspectiva de los trabajadores y los sectores populares. De esa manera podremos derogar todas las leyes anti obreras y acabar con los salarios de hambre, además de nacionalizar nuestros recursos naturales, expropiar a los grandes empresarios, imponer un impuesto a los ricos, entre otras medidas transicionales que eviten que la crisis actual la sigamos pagando las grandes mayorías.

Para avanzar en ese camino, las centrales sindicales del país, los gremios de trabajadores, los frentes de defensa, junto a las organizaciones populares representativas deben convocar cuanto antes a un encuentro nacional obrero y popular que apruebe un plan de lucha, prepare el camino para la implementación del paro nacional y se encargue de llevar adelante la lucha por la Asamblea Constituyente Libre y Soberana sostenida en espacios de auto organización y en la movilización de los trabajadores y los sectores populares.