La oposición de derecha ha promovido un recurso ante la SCJN contra la nueva Ley de Humanidades, Ciencias, Tecnologías, de la que alega que es discriminatoria y va en contra de la libertad de cátedra, pero ¿Es esa la razón?
Miércoles 19 de julio de 2023
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió las acciones de inconstitucionalidad promovidas por la oposición al gobierno en el Senado, conformada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y de la Revolución Democrática (PRD), en contra de la nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación la cual reformaba la Ley Federal de Entidades Paraestatales y la Ley de Planeación. Esto con el fin de hacer que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se convirtiera en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Se trata de una de las tres leyes impugnadas en el senado que fueron aprobadas dentro de un paquete el pasado 28 de abril, donde la bandera principal de la derecha es "proteger a más de mil 700 investigadores de instituciones particulares, por la discriminación que enfrentarían para recibir apoyos para la innovación e investigación, y a decenas de miles de estudiantes de universidades privadas que hoy realizan sus estudios gracias al apoyo de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología)”.
A ello también agregaron que: “es vital para el acceso a una educación de calidad proteger la libertad de cátedra y de expresión para fomentar el pensamiento crítico de las y los estudiantes de educación superior; garantizar una adecuada coordinación entre las instancias públicas encargadas de la educación a nivel federal y estatal, y mantener a las fuerzas armadas en sus funciones constitucionales”.
¿Defensores de los universitarios y la libertad de cátedra?
La oposición de derecha al gobierno presenta estas acciones jurídicas como una "defensa" de investigadores que recibían los estímulos, de los estudiantes que tenían beca Conacyt y de la libertad de cátedra. Sin embargo, poco dicen del estado de la ciencia y tecnología cuando ellos gobernaron. Lo cierto es que, durante ese periodo se fomentó la competencia entre investigadores, el uso de recursos públicos para beneficiar a unos cuantos, las patentes y la precarización laboral para los investigadores mientras que una pequeña casta se beneficiaba a costa de la mayoría.
Todo lo cual se resume en uno de los grandes conflictos del 2021, cuando se le dejaron de dar recursos públicos al Foro Consultivo Científico y Tecnológico, fundado en el 2002 como asociación civil durante el gobierno de Vicente Fox, órgano encargado de dar una orientación productiva neoliberal al desarrollo técnico y científico, encaminado al beneficio de la iniciativa privada. Por ejemplo, el Conacyt entregó a través de esta figura 41 mil 624 millones de pesos entre 2013 y 2018 a los capitalistas de Intel, Whirlpool, Volkswagen, Mabe, Honeywell, IBM, Monsanto, Bayer o Kimberly Clark. Es decir, con recursos públicos se financió el desarrollo técnico de estas empresas para su propio beneficio, política que se dio tanto con Fox, como con Calderón y con Peña Nieto.
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Y si ahora, el PRI, PAN PRD y demás se plantean como defensores de alumnos e investigadores de escuelas privadas, habría que cuestionarles ¿Por qué durante el período que estuvieron en el poder fomentaron tanto el apoyo a las universidades privadas por encima de las públicas?
Es cierto que hay alumnos que reciben una beca Conacyt como una alternativa para estudiar, por ejemplo, un posgrado. Pero esto no es gratuito, ya que en primer lugar eso es producto de la falta de espacios en las instituciones públicas, además, las privadas no actúan de tan buena fe, pues en muchos casos los alumnos no tienen condonación del 100% en ellas, por lo que cobran como colegiatura parte de esa beca Conacyt beneficiándose dichas instituciones de esos recursos.
La nueva ley del gobierno
Ahora bien, esto tampoco quiere decir que la legislación aprobada por el Morena sea parte realmente de una transformación, ya que tiene aspectos que son sumamente cuestionables, porque aunque se presentan como humanistas, no cuestionan la herencia del pasado, porque el carácter capitalista del desarrollo de la ciencia no se ha modificado, por lo que se perpetúa el elitismo, la precarización laboral y la falta de presupuesto.
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Además, la dichosa ley da lugar a que las Fuerzas Armadas tengan un lugar dentro de la junta directiva del nuevo Conahcyt, dando lugar a un proceso amplio de militarización en las prácticas adminstrativas del país, interviniendo en la estructira educativa además del control de puertos, aeropuertos, carreteras obra pública e intervención, cada vez intervenidas por parte del Ejército. Lo cual es preocupante, pues esa institución ha sido la perpetradora de muchos crímenes en el país, en los que ha gozado de impunidad tanto con los gobiernos de la derecha como con el Morena.
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Y si en algo tienen acuerdo el Morena y la derecha, por mucho que peleen haciendo uso de órganos como la SCJN, es en no escuchar a las y los trabajadores de la educación, la ciencia y la cultura, como los de otros sectores, por lo que necesitamos una perspectiva independiente para que nuestra voz tenga repercusión en la vida pública. Tomando en cuenta las necesidades de las mayorías, lo que requiere que de conjunto decidamos, en primer lugar, qué tipo de educación en todos los niveles requerimos y qué tipo de investigación. Una donde no exista la precarización laboral y donde el conocimiento esté al servicio de la humanidad y el cuidado de la naturaleza y no de las grandes empresas y el Estado.