Maduro no ha tenido empacho en afirmar que cuenta con los recursos para continuar apertrechando a la FANB como si no estuviésemos en una de las más profundas crisis económicas de las últimas décadas.
Jueves 29 de diciembre de 2016
Por lo visto mantener contenta a las Fuerzas Armadas es uno de los ejes de Maduro, no importando la agobiante crisis que agobia al pueblo trabajador. Aunque esto no es casual, es que uno de los pilares sobre los cuales se asienta el gobierno es justamente la Fuerza Armada, y los privilegios para poder continuar teniendo su apoyo no son gratis.
Es más que sabido que la posibilidad de una conflagración militar externa no se configura entre las hipótesis más realistas. Si bien en el plano teórico político nada se puede descartar, la verdad todo el peso del discurso de Maduro apunta hacia congraciarse cada vez más con los militares, dándoles más “poder” sí, pero más centrado en los propios intereses de casta del estamento militar.
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Como hemos escrito en un artículo a finales de mayo, los militares siempre ocuparon un papel central en el chavismo, adquiriendo altos niveles de politización e involucramiento en la vida pública, política y económica del país. En el contexto político actual que se vive, por el peso que tienen, los militares parecieran transformarse en el fiel de la balanza hacia cualquier tipo de salida política que se dé en el país.
Es por esto que este miércoles Maduro afirmó que aprobó los recursos para dotar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) "de la más moderna tecnología" rusa y china, al mismo tiempo que anunció que el 14 de enero realizará ejercicios militares. Demás está decir que estas operaciones de compra de “moderna tecnología” y armamentos es realizada por las propias Fuerzas Armadas, con todo el montante de partidas millonarias de dólares que estas operaciones implican en manos de la casta militar.
El anuncio lo realizó Maduro durante el acto de salutación de fin de año de la FANB en el estado Carabobo transmitido en cadena de radio y televisión. Allí sostuvo que: "Anuncio que he autorizado los recursos suficientes, gracias a Dios los tenemos, para dotar de la más moderna tecnología mundial, gracias a China y a Rusia, y de las más modernas armas a todos los combatientes de la fuerza de acción especial, a todos los grupos especiales y a todas las tropas de acción rápida de la FANB".
Además indicó que las "fuerzas especiales" se están preparando para combatir a las "amenazas" que se ciernen sobre Venezuela, aunque sin señalar cuáles son esas amenazas militares era obvio que se refería al acuerdo que estaría pronto a firmar Colombia con la OTAN. Por eso sostuvo que: "A buen entendedor pocas palabras, nadie respeta a los débiles en el mundo de hoy, hay quienes pretenden mancillar la soberanía y la independencia de Suramérica, hay quienes pretenden seguir amenazando a los pueblos y entregar nuestra patria a fuerzas extranjeras".
El lunes pasado Maduro pidió al "pueblo de Colombia y a los pueblos de Suramérica" sacar a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) de la región y dijo que el subcontinente es un "territorio libre de alianzas militares". Aunque es muy claro que el gobierno de Colombia busca un plan reaccionario con su alianza con la OTAN, cuestión que debe ser rechazada en toda la línea y denunciado abiertamente tal como hacemos con la gran presencia militar de Estados Unidos y sus bases militares en el territorio colombiano, una lucha que debe ser llevada por los trabajadores y los pueblos oprimidos.
Si de expulsar y de enfrentar al imperialismo consecuentemente se trata, ya sea el estadounidense como el europeo con sus presencias militares incluidas, de esto justamente es lo que ha estado muy lejos el chavismo, más allá de toda su retórica. El imperialismo no es solo presencia militar en la región, es también sometimiento económico, el pago religioso de la deuda externa que hace el gobierno es una muestra más de cómo se disciplina a los acreedores internacionales justo cuando el pueblo soporta la mayor de las crisis. Por eso el fondo de votar mayor presupuesto para el armamento de la FANB no es precisamente el eventual acuerdo de Colombia con la OTAN, sino mantener la lealtad de los militares en medio de la crisis política y económica que atraviesa el gobierno.
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