Conferencia matutina. Reforma judicial: repercusiones del debate en la cámara de diputados

En la mañana de este lunes 9 de septiembre, desde Palacio Nacional el presidente López Obrador afirmó el derecho de Norma Piña a manifestarse contra la reforma al poder judicial, en particular ante su participación en la protesta realizada el viernes 6 de septiembre.

Apenas este domingo 8, Piña presentó el proyecto de la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura federal: “Reforma integral al sistema de justicia en México: desafíos y propuestas” y pidió al congreso que se discuta su propuesta antes de votar la iniciativa impulsada por el poder ejecutivo.

López Obrador declaró “Es evidente de dominio público, la mayoría de la gente lo sabe que impera la corrupción en el Poder Judicial y que urge limpiarlo, hasta de los empresarios, banqueros, de los extranjeros que tienen inversiones en México, se requiere que haya legalidad, estado de derecho para que de esa manera no se proteja más que al pueblo y al que demanda justicia con razón porque está podrido el Poder Judicial”.

Respecto a la discusión en el senado sobre la reforma al poder judicial, el mandatario expresó que no hará comentarios, puesto que se estima que la oposición tiene los votos suficientes para oponerse y que la iniciativa no prospere, mientras que el Morena sostiene contar con los votos necesarios para lograr la mayoría calificada para aprobar un proyecto constitucional.

Sin embargo, López Obrador criticó los dichos de la senadora María de Jesús Díaz Marmolejo, senadora de Aguascalientes por el PAN, quién pidió linchar a quien vote a favor de la reforma judicial.

“Al que vote en contra lo vamos a linchar, fíjense eso, le salió lo autoritario, no me equivoco, claro que todos cometemos errores, no somos perfectos. Cuando hablo de que los conservadores tienen tres características, en eso no me equivoco, en eso no me he equivocado todavía. Una que son muy hipócritas, su verdadera doctrina es la hipocresía, doble discurso doble moral siempre. Dos son muy corruptos muy ambiciosos, su dios es el dinero, como decía el cura Hidalgo, el padre de nuestra patria. Tres son muy autoritarios, no me equivoco, fachos, ojalá, cada quien con información suficiente”, señaló el presidente.

La elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular y el recorte de algunos privilegios, como salarios que no puedan ser mayores que el de presidencia, son puntos que gozan de gran simpatía de amplios sectores. Sin embargo, se van introduciendo cambios en la iniciativa que suavizan los límites de las prebendas de los altos funcionarios del poder judicial, o la controvertida figura de los jueces sin rostro, que es objetada incluso por simpatizantes del Morena porque abre la puerta a la violación de derechos humanos.

Esta reforma, fuertemente resistida por los partidos patronales de la derecha, con el rechazo también del imperialismo estadounidense, así y todo, alienta aspiraciones democráticas al mismo tiempo que, de aprobarse, podría ayudar a legitimar una institución profundamente cuestionada.
Pero sin cortar de raíz los privilegios, que todos los altos funcionarios ganen como un trabajador calificado, desaparecer la Suprema Corte y que funcionen tribunales populares -cuestiones que exigen la movilización obrera y popular para conquistarlas- no se logrará terminar con el poder judicial, que está al servicio de trasnacionales, el imperialismo estadounidense y los grandes empresarios.

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Para este miércoles se espera la votación en el senado de la reforma al poder judicial, que ya fue aprobada en diputados el pasado martes 3 de septiembre. Al Morena y sus aliados le falta solo un voto.