El 10 de abril la Policía de la Ciudad desató una durísima represión sobre organizaciones sociales que reclamaban alimentos que les niega el gobierno de Milei. Hubo una decena de detenidos y muchos heridos. Uno de ellos perdió la visión: Claudio Astorga, de 39 años.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Lunes 15 de abril 12:46
Lo que se vivió el miércoles 10 de abril en la Avenida 9 de Julio fue una emboscada cobarde y brutal. Poco antes del mediodía, a las organizaciones sociales les dijeron que nos las atenderían en el Ministerio de Desarrollo Social sino en Capital Humano. Cuando la cabecera de la movilización gira y empieza a avanzar hacia ese lugar, comienza los disparos de balas de goma del cuerpo de Infantería del Gobierno de la Ciudad. Se trataba de una trampa.
Primero comenzaron a disparar sobre las familias que estaban en los últimos lugares de las columnas. Luego se ensañaron con los manifestantes que la encabezaban. Palazos, gases, balas de goma, camiones hidrantes, policías haciendo detenciones. Una cacería para intentar acallar el grito de hambre de los más pobres.
En las primeras horas de la tarde comenzaron a llegar los resultados de la represión: 11 detenidos, uno de ellos con fuertes heridas. Decenas de heridos y heridas, algunos trasladados a hospitales porteños. Pero en las últimas horas se conoció otra noticia. Un joven militante de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) perdió la visión de uno de sus ojos por la represión policial. Fue producto de un balazo de goma disparado por la Infantería de la Policía de la Ciudad.
Se llama Claudio Astorga y tiene 39 años.
Así lo informaron desde la Asociación Contra la Violencia Institucional (ACVI) al sitio El grito del Sur: “están utilizando este tipo de armamento violando todo tipo de protocolo y normativa internacional, atentando contra la integridad de personas que intentan manifestarse”.
Matías Busso, abogado de ACVI, agregó que “recibimos la noticia el fin de semana. Vamos a hacer la denuncia penal. Estamos esperando que la familia pueda asumir ese compromiso, ya que está recién cayendo en la cuenta de esta triste noticia”. Además denunció que “es una práctica habitual que se popularizó en Chile, donde las fuerzas de seguridad utilizan armas menos letales para impactar en el rostro”.
"Reprimen a las mujeres mayores, a los jubilados, estábamos pacíficamente reclamando nuestro derechos". pic.twitter.com/0yk3hFH6ud
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) April 10, 2024
Recordemos que esta práctica está aumentando con el avance de las políticas represivas. En las jornadas de la Ley Ómnibus sufrió una herida similar Matías Aufieri, abogado del CeProDH y militante del PTS en el Frente de Izquierda. En ese caso la represión corrió por cuenta de la Policía de la Ciudad y fuerzas federales.
Dos días después el jefe de seguridad porteño, Waldo Wolff, comandó otra increíble maniobra antiprotesta: retuvo ilegalmente a cientos de manifestantes que reclamaban contra los despidos. Trabajadores y trabajadoras estatales, de GPS-Aerolíneas, eléctricos, asambleas populares y hasta diputados nacionales como Nicolás del Caño.
La lesión del compañero de la UTEP, así como de Aufieri y quienes vienen siendo víctimas de la violencia institucional tienen autores políticos: los ministros de Seguridad Waldo Wolff (CABA), y Patricia Bullrich (Nación).
Se equivocan: ningún protocolo represivo, ningún golpe, podrá detener las movilizaciones populares contra las políticas de hambre. Hay que seguir en las calles, hacer campañas internacionales en defensa del derecho de protesta y organizar mejor la autodefensa de cada huelga y manifestación.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.