El empresario del acero amenaza con despedir a 600 trabajadores en su planta de San Nicolás-Ramallo. Según lo trascendido en medios de comunicación, este miércoles sería comunicado al sindicato.
Martes 5 de noviembre 22:24
El empresario del acero más rico de la Argentina y uno más poderosos de Latinoamérica, desde un tiempo viene anunciando, las diferencias con el gobierno, que al parecer se dispone a morder la mano del que le da de comer con la importación con la quita de aranceles.
El parte aguas se profundizó con la quita en el arancelamiento a la importación, según el empresario representaría una seria amenaza sobre la producción local el ingreso de acero chino. Una historia que no es nueva y se renueva con más pataleos, sobre el tipo de cambio, reglas pocos claras y como es de costumbre los “costos laborales”.
Las paritarias vienen cargadas
En medio del atraso salarial, las paritarias han sido una controversia que la UOM nacional ha llevado luchas aisladas con paros intermitentes, que no hicieron más que fortalecer a esta patronal, que empujó al salario metalúrgico a qué el básico de convenio quede muy por debajo de la canasta básica familiar y se encuentra dentro de los más bajos.
Mientras el gobierno de Milei encontró un poderoso aliado en las centrales empresarias, al parecer se dispone a morder la mano del que le dio de comer.
Bajo todos los gobiernos Paolo Rocca no ha hecho más que utilizar como mecanismo la extorsión, formando parte de su génesis, para conseguir llevar adelante sus planes. Incluso fue por más, instalando en la secretaría de trabajo un abogado de su holding de empresas que le permitió delinear el trazo grueso en la reforma laboral, además de avanzar en el gran negocio de Vaca Muerta la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, proveyendo los caños y la mano de obra.
Los trabajadores de Siderar que durante la pandemia arriesgando sus vidas y salud junto a la de sus familias, fueron empujados a 12 horas por turno, con instalaciones que se caen a pedazos, y son los que vinieron garantizando la producción, y que ya este año lleva dos muertes obreras en accidentes graves. Ahora son nuevamente los rehenes de este obsceno mecanismo de amenazas por despidos que se ha permitido todo el tiempo.
¡Hay que decir BASTA!
Los jubilados con salarios de hambre y los estudiantes defendiendo la educación pública con tomas de facultades donde fuimos miles en las calles, enfrentando detenciones, gases y balas de goma, la lucha en la salud con cierres de hospitales son los primeros pasos a la resistencia al brutal plan de gobierno.
Las centrales sindicales junto al PJ se han propuesto “dejar correr” en una tregua que alcanza esperar al 2025, llevando a la novela de las internas y ausentes de la realidad que se viene padeciendo, sólo ellos piensan en cómo acomodarse en las elecciones y fueron acompañando el plan de ajuste patronal del gobierno.
Que Paolo Rocca muestre y haga público el estado contable de los últimos 10 años, entre subsidios, ganancias y representación en porcentaje de los “costos laborales”.
Dentro de esos informes deben estar, las inversiones en compras de acerías en EEUU, México, Brasil.
Mientras reclama “proteccionismo” ante la importación, se ha visto favorecido por la política del gobierno de Milei, participando de la bicicleta financiera y fuga de capitales en mile de millones de dólares, mientras los trabajadores lo atan con alambre y pagan con sus vidas.
¡Basta de amenazas de despidos!
Es necesario realizar asambleas en todos los sectores, para trazar un plan de lucha para enfrentar el plan de Rocca, por unas paritarias favorables a los intereses de los trabajadores, el fracaso de las negociaciones de UOM que llevan 7 meses sin arreglos, y de Milei de más flexibilización con la reforma laboral y salarios de miseria.
Siempre en la perspectiva del reparto de las horas de trabajo, para trabajar 6 horas con un salario mínimo a la canasta familiar, y trabajar todos. ¡Basta de extorsión y amenazas!
Está demostrado que los intereses de Rocca no son los mismos que los de los trabajadores, es por eso que no se debe caer en la trampa que quieren imponer, utilizando de rehenes a los trabajadores, su fuerza y su lucha para negociar beneficios con el gobierno.