A la suspensión de la discusión paritaria, se le suma la decisión de pagar aguinaldo en cuotas a trabajadores profesionales que hace muchos años desempeñan tareas en el estado. Los estatales vienen acumulando una fuerte pérdida salarial desde los años del macrismo y estuvo lejos de mejorar en lo que va del Gobierno de Fernández.
Miércoles 17 de junio de 2020 16:27
Foto: Letra P
La noticia de la postergación de la discusión paritaria cayó, hace unos días, como un balde de agua fría. En este contexto, pandemia, alta inflación y salarios atrasados arman un combo explosivo. Ayer el Gobierno a través de Santiago Cafiero anunció que se pagará en cuotas el medio aguinaldo de los sueldos iguales o mayores $80.000 brutos, es decir aquellos que tienen un medio aguinaldo igual o superior a $40.000 brutos.
Una vez más la "solución" es afectar el salario de los trabajadores. Mientras, a las grandes patronales se les pone dinero del Anses para que paguen sus salarios. ¿No hay que decir basta a este reparto desigual donde las patronales reciben y los trabajadores pierden salario desde hace años?
El 31 de mayo venció la paritaria 2019 sin que los sindicatos y el gobierno haga cumplir las cláusulas de revisión de noviembre de 2019 y marzo de 2020, que ellos mismos firmaron, en su lugar el gobierno otorgó dos bonos de $3.000 y $1000 para los salarios de hasta $60.000, cuando la canasta familiar de abril de 2020 según ATE INDEC rondaba los $67.000. Para tomar dimensión, los salarios iniciales del convenio SINEP de estatales apenas están por encima de los $ 20 mil en mano, la mitad de la canasta de pobreza. Por eso es necesario un salario mínimo que permita cubrir todas las necesidades de una familia para llegar a fin de mes y una recomposición salarial urgente de toda la grilla, pero eso parece que no es el plan de los sindicatos y del gobierno. Según ATE Indec, la pérdida del poder adquisitivo respecto a noviembre de 2015 del salario Categoría D0 en Abril de 2020 fue del 30 %. El que compraba un kilo de pan, ahora con el salario compra 700 gramos, 30 % menos.
Por otro lado la decisión de pagar aguinaldos en hasta cinco (!) cuotas aún no fue firmada por el Presidente, aunque el mecanismo utilizado funcionaria como caso testigo para el resto de las provincias, los municipios y las empresas para seguir haciendo lo que quieran como ya fue lo hicieron con las suspensiones con el pago del 75% del salario. Solo en el terreno del Sistema Público Nacional se aglutinan unos 400.000 trabajadores. El tope de medio aguinaldo a pagarse en una sola cuota será de $40.000, y por encima de ese monto, se les pagará en cuotas.
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El gobierno planteó que "no puede" dar aumentos y ahora suma la imposibilidad de pagar el aguinaldo entero. La pregunta es ¿no pueden o no quieren? En este terreno, para el Gobierno están primero los bonistas, la deuda y las ganancia de las empresas. Por eso se subsidia a grandes patronales que incluso pagan salarios elevados con una parte del ATP. Estatizan Vicentin para rescatar a los empresarios, y no hay plata para los trabajadores.
No es solo lo salarial lo que deja de discutirse, también hay cuestiones que tienen que ver con las condiciones de trabajo, que en medio de la pandemia cambiaron mucho y que generan otros problemas.
Nuevas coordenadas de trabajo en la APN: bajos salarios, precarización laboral y el teletrabajo.
No solo sigue la precarización, con un alto porcentaje de trabajadores contratados y con distinto grado de precarización, (que van desde la planta transitoria hasta el monotributista que en algunos casos hace un a;o y medio que no reciben ningun tipo de aumento) siguen también los salarios de miseria que hacen que por ejemplo los trabajadores tercerizados por empresas de limpieza, tengan que pelear para que se cumplan las condiciones de seguridad e higiene para poder trabajar por un salario que está por debajo de la línea de pobreza.
El teletrabajo vino a imponer nuevas condiciones laborales en los hechos, modificando fuertemente las condiciones de tiempo, espacio físico, herramientas disponibles para hacerlo y condiciones de salubridad, con mayor impacto en las trabajadoras porque en ellas recaen las tareas de cuidado. Por eso exigimos un debate amplio de la regulación de estas nuevas condiciones que se nos imponen y que quieren naturalizar en perjuicio de las familias trabajadoras.
Las direcciones sindicales: mirando la pelota pasar desde el banco de suplentes
Andrés Rodríguez titular de UPCN explica en los medios que: “El ejecutivo nos dijo que no está en condiciones de darnos aumento salarial”. “Los trabajadores estatales tenemos el sueldo atrasado un 37.2% respecto a otros trabajadores. Con esta paritaria se esperaba recuperar un poco de salario para enfrentar esta pandemia y ganarle un poco a la inflación pero parece que no va a poder ser." “Nos pidieron un cuarto intermedio sin fecha para tratar esta temática”.
Ambos sindicatos estatales firmaron la prórroga a la discusión salarial sin consultar con los trabajadorxs, por supuesto. Tanto UPCN que siempre fue oficialista incluso con el macrismo, como ATE que firmaba en disconformidad, esta vez se pusieron de acuerdo. El hecho de que ATE como gremio opositor haya firmado conforme esta postergación es una cachetada para los afiliados. ATE nacional convocó a un plenario virtual de referentes y delegados nacionales, pero el mismo era con cupo, solo 100 delegados pudieron participar quedando afuera agrupaciones como la Marrón Clasista o juntas internas como la de INTI. Contrariamente a lo que necesitamos plenarios abiertos con la mayor participación de compañeros sin importar su modo de contratación.
Todo para pagar la deuda, para los estatales nada
Hay trabajadores estatales que hacen tareas esenciales arriesgando su salud, trabajando horas extras y encima les dicen que no hay plata para cumplir con una paritaria que debía cerrarse en marzo con el cumplimiento de aumentos adeudados del 2019. La paritaria 2020 no se sabe cuándo va a comenzar ¿tienen que conformarse los trabajadores estatales con esto? Si se afectará a los que más tienen, peleando por ejemplo por imponer un impuesto a las grandes fortunas, se podrían evitar estos hachazos al bolsillo de los trabajadores.
El esquema para el Gobierno está invertido. La deuda primero y el compromiso con los que siempre ganan primero, los salarios y la salud después. En el marco de un 2019 en el que se perdió gran parte del salario y un 2020 atravesado por la crisis sanitaria y económica que cuarentena mediante no favorecen a la organización, los sindicatos estatales vienen demostrando que no hacen mucho, el gobierno define cual es la política y ellos acatan.
Pero por suerte hay ejemplos a seguir, como los choferes de Rosario, los municipales de Córdoba que salieron masivamente a luchar, docentes y trabajadores estatales de otras provincias como en Chubut contra la política de Arcioni, también en Jujuy, Tucumán y La Plata. Los trabajadores no tienen que aceptar mansamente estas condiciones.
Desde la Agrupación Marrón Clasista en ATE ante la aceptación de cada una de las medidas del gobierno que atacan nuestro salario y condiciones de vida, planteamos la necesidad de coordinación y organización empezando por asambleas de base en todas las dependencias. Qué discutan el plan de lucha por reapertura de paritarias, recomposición de la pérdida del 30% del salario que perdimos en el gobierno de Macri, ningún salario por debajo de la canasta familiar y por medidas que pongan la salud de los trabajadores primer.
Para eso es necesario que las direcciones sindicales se pongan al frente de esta pelea. Tenemos que organizarnos para exigirlo e imponerlo porque si es por quienes hoy están al frente de nuestros sindicatos, el que tiene la última palabra siempre será el Gobierno.
