Los trabajadores están de paro desde el 4 de marzo, por la reincorporación de 32 municipales.
Sábado 12 de marzo de 2016 18:07
En enero el intendente del Frente Renovador, Ernesto "Kila" Gonza, dejó cesante a 51 trabajadores contratados, para luego ir por más y notificar de sus despidos a 32 trabajadores de planta el 5 de febrero. Luego de un mes de conciliaciones, el pasado 4 de marzo los municipales de San Lorenzo decidieron ir al paro. El acatamiento es cercano al 80 % sobre un total de unos 200 empleados aproximadamente. El lunes por la mañana se espera una nueva reunión extraordinaria de conciliación.
“Es un paro legal, porque nosotros cumplimos todo con el Ministerio. La que recibió una multa es la municipalidad por no haber acatado las órdenes del Ministerio de reincorporarnos a nuestros puestos de trabajo hasta que se solucione todo (…) una multa de 193.000 pesos (…) que el intendente pagó…dice que no hay plata pero pagó esta multa”, afirmó a La Izquierda Diario una de las empleadas administrativas despedidas y aclaró que entre “las personas que el intendente no quiere reincorporar son cuatro mujeres, que son madres y jefas de hogar, y necesitan el trabajo”.
Después del 24F
La seccional Salta de ATE, entre cuyos delegados se encuentra un funcionario municipal ligado a la gestión de "Kila" Gonza, acompaña a los trabajadores desde que fueron despedidos. A pesar de esta contradicción, el pasado 24 de febrero los trabajadores de San Lorenzo se movilizaron en la ciudad junto a partidos de izquierda, organismos de derechos humanos y estudiantes.
La gestión de Gonza parece tenerle miedo a estas acciones, como a la solidaridad que se expresa en la olla popular abierta al pueblo. Por eso, el jueves la municipalidad apareció llena de policías. Buscaba amedrentar.
Lo decimos nuevamente: no son ñoquis
Los trabajadores cesanteados plantearon a LID que sus despidos son fruto de una persecución política en la que los acusan de haber entrado a trabajar de la mano del ex intendente, Federico Parra (PJ). En varias ocasiones el intendente Gonza declaró con soltura que los empleados en paro serían “ñoquis” y que no cumplirían funciones útiles a la comuna.
Maquinistas, administrativas, carpinteros, cocineras, personal de tránsito, mecánicos o recolectores, entre otros, están defendiendo sus puestos de trabajo y sus salarios. Con sus declaraciones el intendente deja claro que está dispuesto a estigmatizar a los empleados del sector público, en consonancia con el gobierno nacional de Mauricio Macri y Cambiemos para legitimar el ajuste y los despidos.
¿Las bancas al servicio de quién?
Los reclamos de los trabajadores han encontrado oídos sordos en el Concejo Deliberante de la localidad, donde la mayoría de los ediles responden al actual intendente. “Dicen que ellos no pueden hacer nada, que tienen las manos atadas (…) No sé cómo pueden entrar de concejales si no hacen nada, no ven nada. Están ahí para calentar el asiento”, plantea otro de los trabajadores.
Muy distinto a lo que hacen los parlamentarios del Frente de Izquierda a nivel nacional, junto a los trabajadores en las calles y dando la pelea también en el Congreso. Como el ex candidato a presidente por el PTS en el Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, y la diputada nacional del mismo partido, Myriam Bregman, que presentaron en el 2015 en el Congreso de la Nación “un proyecto de ley para establecer la prohibición por veinticuatro meses, tanto en el ámbito público como privado, de cesantías o despidos a cualquier trabajador en relación de dependencia, esté o no registrado o cualquiera sea su forma contractual”.