Zona Oeste. Salud: "Tenemos que coordinar entre trabajadores públicos y privados"

Luego de la reunión que se realizó la semana anterior, nuevas trabajadoras se sumaron a estas jornadas, aportando diferentes cuestiones que enriquecieron el debate y la propuesta de participar de la asamblea de trabajadoras y trabajadores de la salud el próximo sábado.

Las condiciones de trabajo, la falta de EPP y de personal que hace a la jornadas extenuantes, y la necesidad de que se testee a cada trabajador y trabajadora de la salud, es la recurrente preocupación de los trabajadores de la salud.

A ello, en esta nueva reunión, se sumaron las deficiencias históricas del sistema de salud que se vienen arrastrando de décadas de desinversión por parte del Estado, y el avance de privatizar la salud, que ha quedado en descubierto en esta pandemia. Reclamos del sector que son históricos y que hoy más que nunca son necesarios retomar.

Así comenzaba el intercambio, con la referencia de quienes han estado en “la primera línea” de atención durante muchos años, así lo graficaba una de las enfermeras que trabaja en un hospital de La Matanza “nosotras hace años que venimos peleando porque se reconozca nuestro trabajo como “insalubre”, por eso el reclamo de las 6 horas de trabajo, el riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas (que se transforman en enfermedades laborales) y el pase a planta, ha sido una pelea por años contra los gobiernos nacionales, provinciales y municipales que nos ha llevado a organizarnos”, y agregó “nos es nuevo que no tengamos insumos, el problema es que siempre lo resolvimos con lo que teníamos, incluso cuando comenzó la pandemia nos hicimos nuestros propios elementos de cuidado porque el estado no nos brindó los EPP”.

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En parte este reclamo, sobre las condiciones de trabajo, nos llevó a ver como están hoy en los lugares de trabajo, donde cada día aumentan los casos de contagios entre trabajadores, llegando al número de 8.838 positivos; incluso con la reciente noticia del trabajador fallecido en el Hospital Posadas.

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“Lo llamativo es que en el hospital donde trabajo, se guardan las camas para sus afiliados y tenemos un 70% de camas sin utilizar, cuando en los hospitales públicos ya no tienen más lugar, e incluso se ha internado pacientes que no tenían criterio de internación, pero así cobran a las prepagas por ese servicio, esa es la salud privada que nadie toca” contaba indignada una trabajadora de la zona, como muestra de la necesidad de unificar la disponibilidad de camas de los sectores públicos y privados en salud. “Para eso se hace necesario, que podamos coordinar entre las trabajadoras de los diferentes sectores”.

La femenización del trabajo fue otro de los temas que se plantearon porque es en el sector de enfermería que somos el 90 % mujeres, que cobramos salarios más bajos y que tenemos en nuestras espaldas enormes responsabilidades en el trabajo, hay una división que aún es la que sigue primando, que las enfermeras pertenecemos al sector de cuidado. Y a ellos sumarle, que cuando llegamos a nuestras casas tenemos otra jornada cuidando a nuestros hijos e hijas”.

Resonó con fuerza en todas las reuniones, la necesidad de establecer coordinación entre trabajadores y trabajadoras de distintos hospitales y lugares de atención,. Hoy cobra mucha más fuerza la necesidad de pelear no solo por los intereses de nuestro sector, sin por el conjunto de la salud y cuidado de toda la población.