Conferencia de prensa. Salud, violencia y aspirantes a dirección del sindicato de Pemex en la mañanera de AMLO

Como cada martes, la conferencia matutina comenzó con el informe de salud: Jorge Alcocer habló sobre los medicamentos adquiridos, comprados y repartidos alrededor del país. López-Gatell hizo un informe sobre el “pulso de la salud”, en el que dijo que el alza de covid-19 por la variante ómicron, ahora en la cuarta semana del año está reduciendo gracias a la cantidad de población vacunada (93% con esquema completo), “en la semana cuatro vemos incremento de sólo 12%, es un cambio sustancial”; además con esta variante la hospitalización y a tasa de mortalidad ha reducido.

También mencionó que “podemos estar tranquilos respecto al regreso a clases”, pues no son centros de contagio. De las 114 mil escuelas que monitorea el gobierno en el país, “sólo” 303 planteles han tenido que cerrar debido a algún caso de covid-19 entre la población estudiantil, explicó Gatell.

Pero el regreso a clases no ha sido tan fácil como lo pintan. Miles de maestras y maestros son obligados a asistir presencialmente a las aulas sin importar el riesgo de contagio que conlleva.

Presionan con que las clases tienen que reanudarse, pero no hay un plan que garantice la salud de la comunidad estudiantil. El uso de cubrebocas, algo tan básico para evitar contagios, debería ser garantizado por las direcciones para cada estudiante, maestrx o trabajadorx; una infraestructura decente con agua, ventilación, espacio necesario, así como todos los insumos necesarios, pues no puede salir de los bolsillos del profesorado o de los padres y madres de
familia, quienes han sido golpeados por la crisis económica.

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La presión por regresar a clases es sólo un reflejo de que no les importa la vida de los 12 millones de estudiantes y alrededor de 1,280,000 profesorxs que regresan a las escuelas. Necesitan imponer la “nueva normalidad” para reactivar la economía y así cuidar las ganancias de los grandes empresarios. Claro que es urgente para muchas y muchos regresar, pero tiene que ser con condiciones que realmente cuiden la vida y salud de las grandes mayorías.

Después, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez informó cuáles son las principales acciones para mantener la seguridad de las mujeres. Principalmente quiere atender las causas de la violencia, con una inversión social 82% mayor al año pasado para la igualdad sustantiva del orden garantizando salud, educación y trabajo libre de violencia con programas del bienestar (Benito Juárez, jóvenes construyendo el futuro, etc.). Otro tema principal a tratar es la impunidad: implementando un gabinete de género que profesionalice a los elementos de seguridad, aumentando la policía y militares en las calles, y el seguimiento a las víctimas de violencia.

Según la secretaria de seguridad “para alcanzar la paz tiene que haber justicia para las mujeres”. Pero la paz no se alcanza si la respuesta es llenar las calles de policías y milicos. El feminicidio ha ido en aumento aún con la táctica del actual gobierno de suplir al ejército con la Guardia Nacional, misma que es culpable de múltiples violaciones a los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes.

La “mayor inversión de la historia” de la que menciona Rosa Icela (el 82% antes mencionado) no resuelve un problema estructural. La violencia contra las mujeres no se combate simplemente destinando más presupuesto a la construcción y fortalecimiento de centros de justicia para mujeres, operación de unidades locales de atención y refugios especializados como decía la funcionaria; se necesita un plan integral de prevención de la violencia que ataque el problema de raíz particularmente en las mujeres pobres, trabajadoras, migrantes y trans, pues son las que sufren más violencia día con día.

Ya nos han dejado claro que el combate a la violencia no va a ser resuelto por el gobierno. Sólo un masivo movimiento de mujeres que se organice independientemente del gobierno, los partidos del régimen y de la iglesia, que peleé por todos los derechos como el aborto legal, seguro y gratuito, luchando de una manera revolucionaria por transformar la sociedad capitalista que se sostiene gracias a la explotación de la clase trabajadora, principalmente de
las mujeres.

Para terminar con la conferencia, a partir de la renuncia de Romero Deschamps (que fue hace más de dos años), se presentaron cinco candidatos para tomar el puesto de dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.

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