La carrera de medicina de la Universidad de Antofagasta se encuentra hace más de tres semanas en paralización de actividades, producto de los problemas de salud mental de las y los estudiantes, por la carga académica, exigencia y contra las prácticas autoritarias, represivas y antipedagógicas de docentes de la carrera, que afectan directamente el bienestar y la calidad de vida de las y los estudiantes.
Viernes 11 de junio de 2021
Hace más de tres semanas que las y los estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad de Antofagasta decidimos la paralización de actividades académicas. Esto a causa del cuestionamiento respecto a los problemas de salud mental de la carrera, debido al sensible fallecimiento de un estudiante de internado de medicina de la Universidad de Valparaíso.
Es así que comenzamos a discutir y reflexionar respecto a la salud mental de nosotros, los estudiantes, y donde vimos reflejadas diversas situaciones que constantemente afectan directamente nuestro bienestar y calidad de vida; extenuantes jornadas académicas (incluso los domingos en la noche), una carga y exigencia académica que incluso en pandemia se ha visto exacerbada, la constante presión al rendimiento, y en especial, a las prácticas autoritarias, represivas y antipedagógicas de ciertos docentes y autoridades de la carrera, quienes no solo dificultan el aprendizaje de las y los estudiantes, al burlarse o tener tan poca tolerancia al enseñar, o simplemente empatía con situaciones que viven estudiantes que no les permite asistir a las clases o ahora a “conectarse”, o incluso situaciones donde evalúan arbitrariamente; sino que también afectan el bienestar y la salud mental. Así es que muchos de nosotros nos hemos visto afectados, teniendo que vivir con ansiedad, angustia e incluso frustración. Por todas estas razones es que simplemente estas prácticas ya no podemos tolerar ni permitirlas más.
Y es que justamente estas diversas situaciones necesariamente nos permiten cuestionar en profundidad, en primer lugar, el sistema educativo, y en segundo lugar, el autoritarismo universitario. La educación de mercado una vez más es uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos como estudiantes. Mientras los empresarios de la educación, nos empujan a pagar millonarios aranceles, a muchos estudiantes en plena pandemia tener que decidir si tener plata para estudiar o tener qué comer, esa misma educación de mercado es la que nos empuja a la presión académica del tener que rendir para poder egresar y ser un “buen profesional”, lo cual va ligado muchas veces a una brutal exigencia académica, mientras no nos dejan siquiera tiempo para estar con nuestras familias o desarrollarnos en otros ámbitos de la vida, aspectos que se nos quita y que claramente perjudica nuestro bienestar y en definitiva deteriora nuestra salud mental.
En carreras de la UA hace mucho tiempo que el problema del autoritarismo universitario se viene dando, en especial en carreras como derecho o justamente medicina. Como estudiantes nos hemos visto perjudicados por diversas prácticas autoritarias y represivas, como por ejemplo a fines del año 2018, donde autoridades centrales de la carrera querían reprobar a estudiantes por asistir a una paralización de un día de la CUT. En ese entonces también la carrera paralizó en contra de dicha represalia por parte de las autoridades, donde a través de carteles, lienzos, cánticos y concentraciones logramos exponer el conflicto y hacer retroceder a las autoridades.
En la actualidad también nos vemos enfrentados al autoritarismo de ciertos docentes, que a través de asignaturas en diversos cursos utilizan las prácticas autoritarias, represivas y antipedagógicas señaladas anteriormente, provocando muchos de los problemas de salud mental. Sin embargo, el autoritarismo no termina solamente ahí, sino que se ve expresado en que ni estudiantes ni docentes podamos decidir cosas mínimas respecto a la carrera, aspectos muy relevantes como la democracia universitaria o una sentida demanda del movimiento estudiantil, que es el cogobierno triestamental. Dichos aspectos permitirían que los que siempre quedamos afuera de las decisiones importantes de la carrera, es decir, estudiantes y docentes podamos decidir por ejemplo cuáles son las autoridades o algo que como estudiantes nos afecta directamente, como lo son las mallas curriculares, las cuales son las que nos empujan a altas jornadas académicas. Por ello los estudiantes somos los que más sabemos cómo funciona la carrera y cuales serían las mejores formas para poder sobrellevarla.
En medicina de la UA continuamos con la paralización, rechazando las respuestas de las autoridades que al parecer nada les importa nuestra salud mental, sino que salvar el puesto de uno de ellos. Justamente como lo vimos en otras movilizaciones, y a pesar de estar en una paralización diferente a las otras debido a este contexto de pandemia, vale decir una paralización online; se hace cada vez más urgente que la movilización tome otro curso, el curso de romper la confianza en las mismas autoridades que son parte del problema de nuestra mental, y volver a confiar en la fuerza que tenemos las y los estudiantes, para radicalizar el movimiento, utilizando diversas medidas de acción y presión, solo de esta forma es que vamos a poder lograr conquistar todas nuestras demandas, y no las migajas que las autoridades están acostumbradas a dar.
A raíz de la pandemia, es que no solamente en las y los estudiantes se ha visto perjudicada la salud mental, sino que transversalmente a las y los trabajadores de conjunto. Hemos visto movilizaciones, por ejemplo, actualmente trabajadoras y trabajadores del Hospital Barros Luco en Santiago se encuentran luchando por el derecho a que el personal de salud tenga vacaciones y en contra el agobio laboral. Estamos viendo que el problema de la salud mental está afectando a muchos sectores, por ello se hace muy necesario empezar a cuestionar el problema de la salud mental tanto en la juventud como en los lugares de trabajo. De ahí que organismos estudiantiles como los centros de estudiantes deben ponerse a la cabeza de entablar esta discusión y movilizarse. Y de la misma forma es que debemos exigir a la CONFECH y a las federaciones estudiantiles como la FEUA que rompan la pasividad, que comiencen a discutir y cuestionar estos temas como lo son la salud mental ligada a la educación de mercado, el autoritarismo universitario y la necesidad de aumentar la democracia universitaria en cada rincón.
Finalmente, en estos momentos se está desarrollando una campaña de fotos con el #SaludMentalParaMedicinaUA para visibilizar más el conflicto y buscar apoyo de diversos sectores que puedan solidarizar y empatizar con los problemas de salud mental en la carrera y también abrir un cuestionamiento profundo a la salud mental en diversos sectores de trabajo y estudio.