El municipio de San Nicolás, gobernado por Santiago Passaglia, enfrenta un escándalo por pagos ilegales a concejales oficialistas, evidenciando prácticas corruptas y una política de precarización laboral que afecta a los trabajadores municipales.
Federico Berg @fedeberg80
Domingo 5 de enero 13:12
Recientemente se reveló que el Ejecutivo municipal realizó pagos indebidos a concejales de su bloque Cambiemos y de La Libertad Avanza. Se trata del premio anual por presentismo que debe abonarse a los empleados municipales, que no corresponde que cobren los concejales.
A pesar de las denuncias públicas, el presupuesto municipal fue aprobado gracias a la mayoría oficialista, compuesta por once concejales de Juntos por el Cambio y dos libertarios afines al intendente. La tardía ruptura del radical Agustín Barba con el oficialismo, que cumplió más de 3 años haciendo de levantamanos de los Passaglia, evidencia fisuras internas.
El escándalo coincide con un aumento del desempleo en la ciudad, que pasó del 6,5% al 7,2% entre el segundo y tercer trimestre de 2024, según el INDEC. Se espera que la última medición sea aún mayor, debido a los ataques antiobreros en Siderar y otras empresas locales.
Además, la gestión de Passaglia implementó un régimen de retiros voluntarios que resultó en la desvinculación de aproximadamente 150 trabajadores municipales. Sus tareas ahora son realizadas por monotributistas y cooperativistas en condiciones de precarización laboral. Estos trabajadores, que perciben salarios insuficientes y deben cubrir sus propios aportes fiscales, aún no han recibido el aguinaldo correspondiente.
Un hecho que acrecentó la indignación fue la decisión del intendente Passaglia de demorar el pago de haberes al secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, una clara maniobra de provocación política que buscó deslegitimar y debilitar la organización de los trabajadores. Lejos de ser un caso aislado, esta acción se inscribe en una lógica de persecución que busca disciplinar a los sectores que enfrentan los intereses del poder político y empresarial en San Nicolás.
La respuesta de las organizaciones sindicales y políticas locales conducidas por el peronismo ha sido prácticamente inexistente. Más allá de algunas presentaciones formales y discursos en el propio Concejo Deliberante controlado por el passaglismo, no se promovieron medidas de fuerza ni se canalizó el descontento de los trabajadores hacia una resistencia activa.
Esta pasividad contrasta profundamente con las expresiones de lucha que sí se dieron a lo largo del año en San Nicolás, comenzando con la movilización del 20 de diciembre de 2023 contra el protocolo antipiquete de Bullrich, las acciones callejeras contra el DNU 70/23 y las leyes "Ómnibus" y "Bases" impulsadas por la Asamblea de Trabajadores del Arte Nicoleños, y las dos masivas marchas educativas. Estas luchas en las calles demostraron la disposición de sectores de trabajadores a resistir los avances del ajuste y la represión, pese a la pasividad de las cúpulas sindicales y políticas locales frente a la gestión municipal.