Progresistas de un lado del Arroyo del Medio, donde son oposición. Ajustadores del otro lado, donde son gobierno provincial. El Partido Socialista es un ejemplo de oportunismo político, actuando con distinta intención según los escenarios en los que intervenga.
Lunes 7 de enero de 2019 19:06
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz (PS), estuvo de visita en San Nicolás la semana pasada. Participó como invitado del Campamento de la Juventud del Partido Socialista, que este año se realizó en nuestra ciudad. Además se reunió con el Intendente interino de la ciudad, Manuel Passaglia. El mismo Passaglia que nos aumenta el boleto de colectivo a cifras impagables, que nos llena los barrios de policías. El mismo cuya familia entera fue recientemente denunciada en un escándalo por enriquecimiento ilícito. Sentarse a la mesa con los verdugos de las mayorías dista mucho de lo que luego arengan discursivamente.
El discurso y los hechos
En los diferentes escenarios de la política local se ha mostrado como ferviente opositor al municipio, ahora se sienta en una mesa chica a discutir políticas “urgentes”. Las diferencias entre el PS de San Nicolás y el de la provincia de Santa Fe y la ciudad de Rosario, donde son gobierno, dan cuenta del falso socialismo que pregonan en su discurso.
Recientemente vimos en nuestra ciudad como una vez más se ataca a los laburantes, esta vez por medio del aumento del boleto de colectivo a una cifra escandalosa,lo cual sólo contempla mayores ganancias para Vercelli. Mientras el PS local realizó un acting de combatividad en la sesión del consejo al calor de cánticos contra el municipio, del otro lado del charco, en el Rosario socialista, el boleto del transporte aumentó nuevamente, en una clara muestra de cómo el gobierno prefiere hacerle pagar la crisis a los laburantes antes que aplicar impuestos, por ejemplo, a las grandes agroexportadoras, medida a la que se negaron todos los bloques del Senado Provincial de Santa Fe.
Integra los espacios populares y progresistas en ambos lados del Arroyo del Medio (multisectoriales, Campaña por el Derecho al Aborto Legal), pero mientras en nuestra ciudad nos hablan de desafíos, de nuevas economías posibles, allá son los responsables políticos del hostigamiento, la represión y los sucesivos intentos de desalojo del barrio La Sexta de Rosario, donde familias enteras resisten hace meses defendiendo los hogares que habitan hace décadas, y que el gobierno del Lifschitz en complicidad con las autoridades de la UNR, intenta desalojar en pos de un plan urbanístico.
Es el mismo Partido Socialista que en Rosario se niega a aplicar la ordenanza votada en el Concejo Deliberante que plantea que las instituciones públicas deben retirar todo tipo de imagenes religiosas. A pesar de que la medida fue aprobada, los integrantes del bloque socialista no tardaron nada en salir a retractarse y a llamar al diálogo interreligioso. Algo que no debe sorprender, siendo el mismo espacio donde su único diputado nacional, Luis Contagiani, votó en contra de que las mujeres conquistemos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
La posición del PTS/FIT
Este doble juego del Partido Socialista no hace más que dar cuenta de su responsabilidad política frente a una crisis que recae sobre la espalda del pueblo trabajador, haciéndolo pagar el costo del ajuste en donde tiene peso de gestión. En contraposición, nuestro planteo es que la crisis la paguen sus verdaderos responsables, los grandes empresarios. Es por eso que alentamos la organización y la movilización independiente de los espacios políticos patronales, para enfrentar los golpes antipopulares que vendrán, que no harán más que profundizarse, gane quien gane en las elecciones de 2019.