Los expertos llevan días advirtiendo de una posible emergencia sanitaria en las zonas inundadas por la DANA. A esto se le suma que, tras las grandes oleadas de solidaridad, las poblaciones valencianas están multiplicando su aforo con miles de voluntarios que pueden sufrir todo tipo de cortes y heridas. Por ello, se torna absolutamente necesario el reforzamiento del sistema de salud local y la distribución de EPIS además de la creación de hospitales de campaña y brigadas de sanitarios en las localidades.
Viernes 8 de noviembre
Pero ¿cuál está siendo la respuesta de las administraciones ante la alerta sanitaria? Mientras sanitarios de todo el Estado viajan al terreno como voluntarios, a los profesionales de la salud les llegan SMS convocándoles para ayudar en los pueblos afectados de forma altruista. “Se necesitan 40 voluntarios para mañana de 10-14h o 16-20h” es uno de los mensajes recibidos por las compañeras. Comprensible su enfado, teniendo en cuenta los cientos de enfermeras y TCAEs que se encuentran en bolsa esperando a que les llamen tras su contrato de verano, no sólo en Valencia, sino en todo el Estado español.
@clarazaho_ Estoy malisima, y esto me pone mas mala aún. Ayudemos con mochilas y material de curas por las calles, podemos resolver dudas, preguntar que medicamentos necesitan y buscarlos, indicar recursos sanitarios, realizar curas … pero sentarme a trabajar gratis cuando tienen a personal cualificado en el paro, más que de sobra, perdonen pero NO.
La administración, que debería dar todos los recursos disponibles a los afectados por la catástrofe, también debe contratar a todo el personal sanitario necesario, y dejar de aprovecharse de la solidaridad de la clase trabajadora. Queda claro que la solidaridad vista esta última semana es un ejemplo de autoorganización sin precedentes ante la inacción de las instituciones. Sin embargo, no debemos dejar de exigir responsabilidades a quienes se aprovechan de ello y mantienen a cientos de trabajadores sin contrato y sin sueldo. Además, la información acerca de la falta de materiales de protección desborda las redes sociales. Es urgente que se administre masivamente mascarillas FFP2, guantes de látex, gel hidroalcohólico etc, algo que también parece ignorar la administración, y que difícilmente se palia con la solidaridad ciudadana.
Vemos también cómo el sábado 2 Carlos Mazón proponía la creación de cinco grupos de “respuesta inmediata” para acelerar las labores de recuperación en los que se incorporasen Ministros del Gobierno central, uno de ellos dedicado a la sanidad con la participación de la Ministra Mónica García. Más allá de la intencionalidad de Mazón con esta iniciativa que lamentablemente, y según los acontecimientos, seguramente busque más desviar responsabilidades, lo que también es cierto es que seis días después la creación de este grupo a parte de un protocolo de vigilancia para la detección precoz de casos de infecciones con "potencial epidémico" del que poco se sabe no hemos conocido ningún plan serio a la altura de las necesidades coordinado entre administraciones centrales y autonómicas.¿Por qué no se está poniendo a disposición un plan urgente de medidas extraordinarias ante la dramática situación? El papel del Ministerio también devela que en esta situación y sus consecuencias todos son responsables.
Respecto a esta falta de iniciativa y medidas extraordinarias resalta la solidaridad que se expresa por abajo. Miles de voluntarios, entre los cuales muchas y muchos son personal sanitario, se han trasladado y están impulsando distintas iniciativas de ayuda basadas en la autoorganización al mismo tiempo que denuncian y exigen a las distintas administraciones medidas de urgencia para está situación.