Se cayó finalmente la reaccionaria acusación contra el ministro de educación Marco Antonio Ávila, por 78 votos en contra y 69 votos a favor. Un duro revés para el sector más conservador de la derecha, que con los argumentos más aberrantes y feudales perdió el apoyo de sus sectores de centro, como Evopoli y la DC. Pese a esto, y contrario a los argumentos de la derecha, la verdadera crisis en la educación continua
Jueves 13 de julio de 2023
Con 78 votos en contra y 69 votos a favor, sin ninguna abstención, ayer en la cámara de diputadas y diputados se cayó la acusación constitucional presentada por la derecha contra el ministro de educación Marco Antonio Ávila. Una acusación totalmente reaccionaria, lejos de cualquier interés por la educación, que apuntaba más a golpear al gobierno que a cualquier otro interés.
Porque la educación si esta en crisis, eso es innegable, pero no como dice la derecha que agita la crisis para pasar sus ataques contra la educación publica, o para atacar los programas de educación sexual, sino que la crisis real que se vive día a día, como los profesores en Ancud, que tienen que vender sus pertenencias para comer, porque el alcalde les cercena sus remuneraciones, o los estudiantes del B13 en Antofagasta, que se levantaron contra el autoritarismo y la precariedad, y por recibir educación sexual integral.
Es que la derecha nunca le ha preocupado la educación de la grandes mayorías, muy por el contrario, su apuesta desde siempre ha sido la destrucción de la educación publica y el desfinanciamiento de esta, para que esos recursos vía subvenciones [vouchers] vayan a parar a sendos negociados educativos, que tanto privados como las distintas iglesias mantienen en el país. A la derecha nunca le ha interesado la educación de las y los hijos del pueblo trabajador, al contrario, solo buscan sus matriculas para seguirle financiado el negocio.
De hecho la acusación era tan mala jurídicamente, en especial por el apartado Junaeb, que a pocos días de la votación ya sectores más de centro de la derecha se habían bajado, como Evopoli o la DC, ayudados también por los dichos abiertamente homofóbicos de sus argumentaciones contra la orientación sexual del ministro, como los de la lobbysta antiderechos Marcela Aranda o de la diputada de Renovación Nacional la dr. María Luisa Cordero, pero no solo ellas.
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Pero este triunfo del gobierno, y derrota de la derecha, no puede servir para acallar los verdaderos problemas que se viven en la educación, que es hoy un verdadero desastre, que englobados dejan un escenario negro para el futuro de la educación, la que se encuentra desfinanciada, que sigue bailando al ritmo de la herencia de la dictadura, un ministerio que solo administra como cualquier gobierno de los 30 años sin plantear ningún cambio profundo al modelo heredado, lo que hace que escuelas y liceos todavía en su gran mayoría tengan serios problemas de infraestructura, que se llueven, que tienen plagas, que no están ni mínimamente climatizados para recibir a niñes y adolescentes, con dotaciones de trabajadores de la educación totalmente insuficientes, para que decir los sueldos de estos, y donde reina el autoritarismo de directores y alcaldes.
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Así mientras el gobierno gasta millones de dólares en mantener militarizado el norte o la Araucanía, o para fortalecer y agrandar aún más a carabineros y todo el aparato represivo del Estado, la educación junto con la salud siguen a la espera, ejemplo de esto en educación haber pateado nuevamente hasta nuevo aviso el pago de la deuda histórica a los profesores, o la misma condonación de las deudas educativas.