A dos semanas de terminar el proyecto de nueva constitución, luego del paso por la "mixta", el texto se consolida como un proyecto de la derecha. La impotencia del oficialismo y la evaluación de los pasos a seguir no es más que la repetición de una estrategia fracasada de pretender ganarle a la derecha a través de discursos y buena voluntad.
Lunes 23 de octubre de 2023
La semana pasada los comisionados expertos y consejeros constitucionales se reunieron en la denominada “comisión mixta” para votar las 32 nuevas propuestas que deberán ser ratificadas en el pleno del Consejo Constitucional.
Como ya se sabía, la discusión y la votación fue solo pantomima, a cada ronda de discursos vinieron las votaciones y el resultado estaba definido de antemano siete contra cinco. La derecha actuó como es: un solo sector que a pesar de tener sus matices y diferencias, comparten un proyecto conservador al servicio de los grandes empresarios.
Mientras en los representantes del oficialismo se pudo sentir la obsecuencia debido a su situación de minoría, cada palabra que dieron solo servirán para las actas o el registro virtual de las sesiones.
Faltando dos semanas para el cierre del proceso (7 de noviembre) desde Chile Vamos y Republicanos se asume que los próximos días serán un mero “trámite”. La cocina se cerró y ahora solo queda poner los platos sobre la mesa, mesa que desde la derecha ya están preparando porque la campaña del “a favor” ya comenzó y a bandera desplegada.
Las votaciones abordaron temáticas como migración (Capítulo II), donde primó la visión de la derecha de una óptica xenófoba, que pretende expulsar en el menor tiempo posible al que ingrese irregularmente al país así como aquellos que hayan sido condenados a presidio efectivo por crímenes o simples delitos cometidos en el territorio nacional y que hayan cumplido la pena en Chile.
En el tema de equidad de género, primó la idea de “acceso equilibrado entre mujeres y hombres” una normativa ambigua con relación a la paridad.
En materia de educación finalmente primó la lógica actual de financiamiento educativo a través del “voucher en educación”, se refuerza a nivel constitucional la lógica neoliberal donde el estado financia de una forma u otra el negocio que es la educación.
La "objeción de conciencia" también fue objeto de debate, y aunque se eliminó la mención a una objeción de conciencia individual e institucional, se dejó a la ley la regulación de esta norma, lo que abre la puerta a posibles abusos en el futuro.
Una de las enmiendas más destacadas fue la "exención de contribuciones," que beneficiaría a la vivienda principal y otorgaría beneficios tributarios a los más ricos del país, según los consejeros de izquierda. Además, se aprobó una disposición que permitiría declarar "estado de sitio" por "acto terrorista," lo que preocupa al oficialismo, ya que esta medida podría ser aplicada de manera amplia y afectar las libertades individuales en el país. La derecha se muestra indiferente a las preocupaciones legítimas sobre los derechos civiles y las libertades individuales.
Finalmente, la comisión mixta, con votos únicamente de la derecha, otorgó la reelección indefinida a alcaldes y concejales, siempre y cuando cambien de comuna cada tres períodos.
De conjunto el texto no traerá nada bueno para la clase trabajadora y los sectores populares, por eso desde La Izquierda Diario y el PTR hemos apostado por denunciar todo este proceso como un fraude constitucional, que busca terminar de legitimar la constitución neoliberal y cerrar por derecha el la crisis política y social que se abrió hace cuatro años con la revuelta popular del 2019.