En el debate el sello de los 2/3 como línea de consenso, se abre paso manteniendo la bicameralidad del sistema parlamentario chileno. Mantener las dos cámaras implica mantener un filtro mas para la aprobación de leyes. Fernando Atria ex Partido Socialista y actual miembro del frente amplio fue enfático en desechar propuesta de congreso unicameral y propuso esta vía de consenso para llegar a un acuerdo con las fuerzas conservadoras.
Miércoles 23 de febrero de 2022
Avanza la votación de normas en la Convención Constitucional, y con ella, una serie de acalorados debates en distintas materias, tanto a nivel general como en específico. Así fue el caso del primer tema, referido al Sistema Judicial, que si bien sacó bastantes ronchas en la derecha, no ataca problemas de raíz como es la elección popular de jueces y magistrados. Situación similar a la vivida durante la semana pasada, por la Forma de Estado, que también generó altercados entre la reacción derechista y la gran mayoría de los movimientos sociales, junto con Apruebo Dignidad, y partidos de la ex Concertación, a propósito de la discusión sobre estado regional, la plurinacionalidad, entre otros tantos aspectos.
En lo que refiere a esta semana, se ha terminado de aprobar en general, la propuesta de norma, emanada por la Comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional, siendo uno de los puntos más ásperos el fin o no de la bicameralidad del Congreso, el cual se ha visto conformado históricamente en una de sus partes por el Senado.
La bicameralidad y la existencia del senado ha sido históricamente una forma parlamentaria funcional a la protección de los intereses de la elite económica y política. Tiene sus raíces en el régimen oligárquico, donde una minoría conservadora en esta segunda cámara traba cualquier clase de propuesta que beneficie al conjunto de la población trabajadora. En la actualidad el senado es una de las principales traba por la que pasan la mayoría de los proyectos de ley.
En este sentido se debatió en la convención constitucional si eliminar o no el senado. Sin embargo esta propuesta no se enfrentó solo al rechazo de la derecha, sino también por medio de partidos de la Ex Concertación, que producto de la iniciativa, han optado por llegar a una salida intermedia, con los sectores reformistas como el Frente Amplio y el PC, hasta los movimiento sociales constituyentes, proponiendo un “Consejo Territorial”, el cual manteniendo el modelo bicameral Chileno.
Este consejo territorial debiera estar enfocado a los temas e intereses regionales, con sus diversas aristas: leyes, presupuesto, y división política administrativa entre otras. Hubo consenso que esta segunda cámara debía revisar ciertas leyes, lo que por fuera del cambio nominal el filtro de una segunda cámara se mantiene.
Una prueba más del engaño de los 2/3 y la estrategia de la moderación
Esta resolución y documento emanado por parte de los bloques del progresismo burgués y reformista dentro de la Convención Constitucional, muestra una vez más, de facto como operan los 2/3 necesarios para la aprobación de las resoluciones provenientes de la Convención Constitucional, en que propuestas que apuntan a responder a demandas estructurales, simplemente terminan siendo desechadas, en busca de la aprobación del sector más moderado, representado actualmente, por los partidos dinosaurios y neoliberales de la ex Concertación.
Incluso, una de las figuras más representativas del sector de Apruebo Dignidad, Fernando Atria, en una entrevista para EMOL, lo afirma con claridad al señalar que hay una mayoría de unicameralistas en la comisión de 13 contra 12 pero como no se llegaría a los 2/3 en la votación del pleno no habría que pelear por la unicameralidad y poner fin al Senado, sino que ir por una propuesta más amplia que revierta el voto de algunos bicameralistas.
Una manifestación con todas sus letras de la estrategia de moderación y alianza con el centro izquierda burguesa que pregonan estos sectores, subordinados al quorum de los 2/3, que en el diálogo con las fuerzas del centro izquierda neoliberal, heredera del régimen de los 30 años, inyecta una paulatina moderación a toda propuesta, que se alejan de los grandes cambios y transformaciones exigidas durante la rebelión de octubre del 2019. Votación de indicaciones en particular, que ha quedado fijada para el lunes 28 de febrero.
El cambio de la figura aristocrática del Senado por un consejo territorial mantiene un punto importante del sistema parlamentario chileno, aunque aún no se especifican las atribuciones, mucho se habla a partir de generalidades, junto con medidas prácticas insuficientes y opiniones que difieren entre uno y otro sector.
Frente a la moderación de las propuestas, debemos defendamos una salida en beneficio del pueblo trabajador
Queda claro que más que un triunfo frente al antiguo modelo bicameral con un gran poder detentado en el Senado, esta propuesta de Consejo o Cámara Territorial, refiere más a un pacto y línea de moderación por aquellos sectores que han tomado la dirección de la Convención Constitucional, hacia los antiguos partidos con los cuales desde marzo comenzarán a gobernar.
La clase trabajadora debe pelear por terminar con instituciones oligárquicas como el senado y el sistema bicameral como un filtro más en beneficio de los capitalistas. Al igual que suprimir la figura autoritaria del presidente de la república y sus atribuciones.
Para plantear el conjunto de los problemas que aquejan al pueblo trabajador es necesaria exigir una cámara única, con electores cada 10 mil habitantes, que sean revocables y que ganen igual que cualquier trabajador. Terminando con los privilegios de esta casta parlamentaria que ganan igual que gerentes y empresarios.
El voto de jóvenes mayores de 16 años, , junto con la elección de jueces y representantes bajo deliberación popular.
Sabemos que medidas reales para poner en discusión los temas que aquejan al conjunto de la clase trabajadora serán resistidos por el empresariado y los sectores conservadores. Por eso la defensa de medidas democráticas mínimas deben estar basadas en la movilización obrera y popular.
En perspectiva de un verdadero gobierno de las y los trabajadores, donde sea el pueblo trabajador en base a su auto organización y defensa quienes decidan, echando por la borda las instituciones del régimen capitalista que lo único que hace es cuidar los intereses de una minoría.