Pandemia y trabajo. Se promulgó la ley de teletrabajo

Se promulgó este viernes en el Boletín Oficial, con las firmas del presidente Alberto Fernandez, el jefe de gabinete Santiago Cafiero y el ministro de trabajo Claudio Moroni. Según se indica en la ley N° 27.555 habrá contrato de teletrabajo "cuando la realización de actos, ejecución de obras o prestación de servicios, sea efectuada total o parcialmente en el domicilio de la persona que trabaja, o en lugares distintos al establecimiento o los establecimientos del empleador, mediante la utilización de tecnologías de la información y comunicación".

Según indica el texto aquellos trabajadores que desempeñen sus tareas bajo esta modalidad "gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las personas que trabajan bajo la modalidad presencial y su remuneración no podrá ser inferior a la que percibían o percibirían bajo la modalidad presencial".

Como fue señalado por trabajadoras y trabajadores de las telecomunicaciones, si bien esta ley tiene puntos que respetan derechos laborales de los empleados, como la voluntariedad de aceptar o no la modalidad, la reversibilidad de esa decisión, la desconexión digital que implica el derecho a no atender pedido de tareas fuera del horario laboral, la compensación por gastos de los servicios necesarios y los elementos e insumos, o considerar los accidentes que ocurrieran como accidentes laborales, las empresas podrán cercenar todos ellos hasta 90 días después de finalizado el aislamiento social obiligatorio, lo cual no se sabe cuando será.

Esta vía libre para las empresas a seguir manteniendo condiciones de precarización y flexibilización laboral, poder seguir avanzando en derechos a costa de la salud de los trabajadores y cargando costos a sus empleados mientras dure la cuarentena, fue un punto reclamado por el lobby empresarial y los legisladores de Juntos por el Cambio, al cual cedió el Frente de Todos en los debates de comisiones previo a la votación de Diputados.

Otra cuestión criticada por sectores de trabajadores que se desempeñan bajo esta modalidad y en empresas de telecomunicaciones fue el no haber sido consultados en ningún momento para la sanción de esta ley mediante asambleas o reuniones virtuales, a pesar de que estuvieron los dirigentes de las centrales sindicales, quienes sí tuvieron voz.

Otro punto a tener en cuenta de esta ley es que la misma habilita el trabajo “por objetivos”. Es decir la posibilidad de las patronales a pagar determinado monto en función de resultados logrados que son por lo general (y las empresas hacen cada vez más) inalcanzables, llevando a un mayor nivel de explotación o a la extensión de la jornada laboral por igual remuneración. A su vez, como denunció el diputado nacional por el Frente de Izquierda Unidad, Nicolás Del Caño, la ley no prohíbe el contrato por monotributo, habilitando el fraude laboral, el cual es algo generalizado en las empresas que tienen empleados bajo esta modalidad de trabajo.

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A pesar de esos beneficios para el empresariado que esta nueva ley regula y de que recién entrará en vigor tres meses después de terminada la cuarentena, fueron varias las voces empresariales que pusieron el grito en el cielo por los puntos en los que se respetan derechos laborales ya conquistados. Una de las más destacadas fue la del empresario y conductor Mario Pergolini, quien en uno de sus programas radiales cuestionó la ley, reclamando el poder contratar trabajadores bajo modalidad de teletrabajo de forma totalmente precarizada, flexibilizada y sin derechos laborales; el deseo empresarial que se viene reclamando también desde distintos sectores políticos tradicionales.

En esa ocasión Pergolini se esforzaba por mantener el mito de que son los empresarios quienes “dan” trabajo, el cual fue derribado en la editorial de Fernando Rosso en el programa El Círculo Rojo que se transmite por Radio Con Vos. Y se quejaba porque no fuera una oportunidad abierta para reducir costos en la contratación de mano de obra y en blanquear la flexibilización y precarización lisa y llana.

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