Estudiantes universitarias y secundarias, docentes y trabajadoras de la agrupación de mujeres Pan y Rosas viajan al Senado. El objetivo, ser millones para que nuestras vidas no queden en manos de los senadores y la Iglesia.
Miércoles 1ro de agosto de 2018 11:00
Las mujeres venimos de arrancar la media sanción en diputados por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito el 13J. Ese día, las pibas de los brillitos, las universitarias, las artistas, las docentes y las trabajadoras nos volvimos marea y demostramos que para conquistar nuestros derechos, tenemos que organizar nuestra fuerza y ponerla en las calles.
La gran batalla que queda en el Senado, se plantea con más obstáculos que la anterior. Los sectores más reaccionarios dirigidos por la Iglesia redoblaron su apuesta y se preparan para negar nuestro derecho y que sigan muriendo mujeres en la clandestinidad.
Nosotras, que somos cientos de miles más, nos tenemos que preparar para enfrentarlos. Por eso, las mujeres de Pan y Rosas nos organizamos para viajar este 8 de Agosto al centro político del país, porque no vamos a parar hasta que el aborto sea legal.
El enemigo es grande. Fue el Papa Bergoglio el que comparó al movimiento de mujeres con los Nazis cuando son ellos los que estuvieron implicados y fueron cómplices de la dictadura genocida que asesinó, torturó y desapareció a 30 mil compañeros y compañeras. El máximo referente de la Iglesia católica arenga a sus seguidores a militar por el aborto clandestino con la plata que le da el Estado. En las escuelas confesionales subsidiadas por el Estado obligan a estudiantes a asistir a las movilizaciones autodenominadas “pro vida” y en Santiago del Estero para el 9 de julio hicieron desfilar a niños y niñas con el pañuelo celeste.
Cataratas de memes suscitó la intervención en el Senado de Abel Albino, quien dijo que el preservativo “no sirve” porque “el virus del SIDA atraviesa la porcelana”. La fundación de este dinosaurio antiabortista recibe 183 millones del Estado mientras que para la mayoría hay ajuste, inflación y tarifazos. Los que se oponen a la educación sexual, a la anticoncepción y al aborto, no defienden la vida, se oponen a los derechos de las mujeres.
Nos enfrentamos también, a los personajes más reaccionarios del Gobierno, como Vidal, Carrió y la misma vicepresidenta Gabriela Michetti, que pareciera estar sacada de la famosa serie El Cuento de la Criada, que dijo que “las mujeres violadas tienen que cumplir con su mandato materno”. A estos “personajes” del gobierno, se le suman los senadores de las diferentes variantes del peronismo y el radicalismo, que se han pronunciado en contra de la ley y que suman 35 al día de hoy.
Tenemos que ser millones en las puertas del Congreso para que sepan que no vamos a dejar que nos arrebaten el derecho al aborto legal, que impulsamos y por el que luchamos hace décadas.
En el Senado, no hay nada dicho. Hoy al mediodía podrán conocerse los dictámenes. Probablemente uno por el rechazo y otro “a favor de la legalización pero con modificaciones” según confirmó el presidente del interbloque Argentina Federal, Miguel Ángel Pichetto. Los senadores que impulsaron el dictamen modificado, como condición para votar a favor, son los cordobeses Carlos Caserio (presidente del PJ cordobés), Ernesto Martínez (alineado con Cambiemos), Laura Rodriguez Machado (PRO). Entre las modificaciones se encuentra, la extensión de la objeción de conciencia a las instituciones. Es decir, que permitiría que hospitales en su totalidad, sean objetores de conciencia y se nieguen a realizar la práctica del aborto en condiciones seguras. Otra de las modificaciones, es la limitación del plazo de despenalización de 14 a 12 semanas.
La senadora y ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a pesar de haber dicho que votará a favor de la ley, sigue manteniendo su silencio en el Senado. No nos olvidamos que durante 12 años impidió que se diera el debate y dio expresas órdenes de cajonear el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito, y como consecuencia de esta política cientos de mujeres murieron por abortos clandestinos en esos 12 años.
La burocracia de la CGT, se negó a incluir en sus prestaciones la práctica del aborto legal. Lo que dejaría a las trabajadoras sindicalizadas en peores condiciones para acceder a este derecho en caso de aprobarse la ley.
Las mujeres de Pan y Rosas estamos decididas a enfrentar a estos sectores. Porque sabemos que no podemos confiar en los mismos que nos negaron ese derecho durante años y que solo con nuestras fuerzas, siendo millones en las calles, podremos conquistarlo. En este sentido, también nuestras compañeras legisladoras y referentes, como Noelia Barbeito en Mendoza, vienen aportando a esta pelea y en los últimos días, junto a Nicolás del Caño y el abogado Carlos Lombardi, realizaron la presentación del proyecto de Ley para eliminar los privilegios de la Iglesia Católica y por la separación de la Iglesia del Estado.
Queremos dar un fuerte mensaje. Que le quede bien claro, a la Iglesia, a los partidos tradicionales y a la burocracia sindical que no los vamos a dejar jugar con nuestras vidas. No vamos a parar hasta conseguir que nuestro derecho al aborto seguro y gratuito sea ley.
Para que nuestro derecho se vuelva realidad y se aplique efectivamente, tenemos que dirigir toda esa potente fuerza que hemos demostrado las mujeres, para enfrentar el ajuste y todos los ataques que prepara el Gobierno en acuerdo con el FMI. Porque pretenden bajar nuestra calidad de vida y el ajuste lo van a descargar sobre nuestra salud y nuestra educación. Dejando a miles de mujeres y niñas sin educación sexual, a las trabajadoras y trabajadores de la salud en peores condiciones y los hospitales vaciados.
El movimiento de mujeres ya ganó las calles. Queremos que la marea verde colme los lugares de trabajo y estudio. Por eso desde Pan y Rosas, le exigimos a los sindicatos y centros de estudiantes que convoquen a asambleas y movilizaciones, llamen paro con cese de actividades, asueto y micros, para garantizar la participación el día que se vote el proyecto en el senado. Sumate a viajar con Pan y Rosas al Senado para que seamos millones para que se apruebe la ley que tuvo media sanción en diputados. ¡Sin modificaciones, sin maniobras y sin cambios!