El cambio de mando de Sebastián Piñera, se encuentra en sintonía con el giro a derecha que vienen dando distintos gobiernos en Latinoamérica, sin embargo, eso no ha significado su triunfo.
Miércoles 14 de marzo de 2018
El giro a derecha en Latinoamérica se viene desarrollando hace ya un buen tiempo. Los alicaídos gobiernos denominados progresistas o posneoliberales, fueron tumbados a través del sufragio, o por medio de golpes institucionales. Expresión de esto se manifiesta en la derrota del kirchnerismo tras 12 años de gobierno por el derechista Macri, y el derrumbe paulatino de Russeff y el lulismo en Brasil, que, sucumbiendo a la derecha más reaccionaria, terminó siendo reemplazada en la presidencia por el antipopular Michel Temer
En este clima, en que los gobiernos de derecha vienen implementando una serie de ataques al pueblo trabajador, se erige el nuevo mandato del presidente Sebastián Piñera, quien si bien ha sido alertado por los ánimos de reformas y reivindicaciones instaladas por los movimientos sociales, buscará pavimentar el camino para un mayor accionar de los empresarios, cuestión que no puede darse sino a través de más precarización y miseria para los trabajadores y sectores populares.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, quien no pudo estar en el cambio de mando de Sebastián Piñera por las elecciones en su país, manifestó que “Piñera jugará un papel central en la defensa de la democracia en la región”.
El tablero de la derecha en Latinoamérica
Es así como se reconfigura el escenario geopolítico a nivel latinoamericano, donde la derecha ha venido instalándose con fuerza en la región, pero no de manera absoluta. Los cambios de gobierno aún mantienen la tensión internamente, y la alta desaprobación de la casta política a nivel general vuelve aún muy débil cualquier triunfo aparente.
Una representación de esto es el gobierno del recientemente electo Sebastián Piñera, quien saboreando un aparente triunfo en primera vuelta, no contaba con el ánimo de reformas y derechos instalados por la población, lo que le llevó a dar un giro en su programa, obligándose a tener que intentar dar una respuesta a demandas como la educación gratuita o el sistema de pensiones.
Y de igual manera, gobiernos como los de Macri, Temer o Kuczynski en Perú, vienen siendo duramente cuestionados no sólo en su política antiobrera y antipopular, sino en sus métodos represivos, generando un importante revuelo a nivel internacional
El nuevo gobierno de derecha se alista en Chile, y tal parece que el recrudecimiento de la agenda neoliberal junto con la represión hacia los movimientos sociales, seguirá su curso a beneplácito de los grandes magnates.
