Derek Chauvin, policía de Estados Unidos que asesinó en 2020 al afroamericano George Floyd en Minneapolis, fue sentenciado a 20 años de prisión.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Viernes 8 de julio de 2022 19:10
Luego de haber sido declarado culpable el año pasado por asfixiar a George Floyd, el expolicía de Minnesota, Derek Chauvin, fue sentenciado a más de 20 años de prisión.
La sentencia no cae del cielo, sino que es resultado de las masivas movilizaciones que sacudieron el corazón del gigante imperialista por la muerte de Floyd en una segunda oleada del movimiento #BlackLivesMatter. La primera oleada inició en 2014, durante la administración del demócrata Barack Obama, quien fue elogiado como el primer presidente negro del país y cuyo ascenso fue en su momento remarcado como la "culminación del sueño de Martin Luther King Jr.", a lo cual la continuación de la violencia contra los negros en el país vino a desmentir.
Las manifestaciones de 2020 en solidaridad con George Floyd recorrieron los grandes centros urbanos de Estados Unidos, incluso llegando a violentos enfrentamientos con la policía. En muchos casos, el despliegue de las fuerzas represivas ocurrió en ciudades y estados administrados por los demócratas, quienes aprovecharon el descontento para impulsar la candidatura del actual presidente Joe Biden.
Los demócratas son popularmente llamados "el cementerio de los movimientos sociales" por cooptarlos bajo diversas maniobras en las que intervienen tanto las burocracias sindicales de la AFL-CIO como las distintas ONG vinculadas al Partido Demócrata. La sentencia contra Chauvin, si bien se inscribe en ese marco, demuestra que para conseguir justicia es necesaria la movilización de los trabajadores en alianza con los sectores oprimidos de la sociedad, como las mujeres y las comunidades negra y latina que sufren constantemente el acoso de los cuerpos policiales.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana