Desde las elecciones presidenciales del domingo pasado, en Belgrado y otras ciudades importantes de Serbia crecen las manifestaciones contra del ganador Aleksandar Vucic acusado de fraude.
Lunes 10 de abril de 2017
Por quinto día consecutivo, desde las elecciones presidenciales del domingo pasado, en las calles de la capital Belgrado, y también en importantes ciudades como Novi Sad, Nis, Kragujevac, etc, los belgradenses se han manifestado en contra del ganador de las elecciones Aleksandar Vucic. Principalmente estudiantes, pero también el pueblo en general marchan durante la noche mostrando su repudio a la manera en que fue electo presidente el líder del Partido Progresista de Serbia, Srpska Napredna Stranka en serbo-croata (SNS).
Vucic, quien es primer ministro desde 2014, ganó la elección del domingo 2 de abril en primera vuelta con el 55 por ciento de los votos, aunque con una participación de solo el 54 por ciento de los votantes. El SNS está en el poder desde el 2012 y se ha caracterizado por llevar adelante una política de aceptación de las “indicaciones” de los Estados Unidos de América (EUA) y la Unión Europea (UE) liderada por Alemania, mientras que mantiene una retórica de acercamiento a la Federación Rusa. En relación a la cuestión de Kosovo, ha afirmado discursivamente la soberanía serbia sobre la región y ha utilizado, en más de una ocasión, este conflicto con fines electorales. Todo el arco político opositor denuncia las prácticas clientelares del SNS, sosteniendo que utiliza el aparato del Estado como una herramienta por medio de la cual se compran votos a cambio de puestos en la administración pública.
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Las manifestaciones
En las elecciones presidenciales del domingo pasado tenían derecho a voto al menos 800.000 personas que ya no existen, según el sitio web de noticias Insajder. Pese a que en el país balcánico hay 5,9 millones de personas mayores de edad, en el padrón había 6,7 millones de potenciales votantes registrados. A esta situación irregular se suma el monopolio mediático que ejerció el gobierno durante la campaña electoral y la vida política durante su anterior mandato. Los grandes medios de comunicación han “compartido” la mesa política con Aleksandar Vucic y el SNS.
Las denuncias de los manifestantes se centran en acusar el recientemente elegido presidente de robar los votos, someter al parlamento, manipular la Comisión Electoral de la República, utilizar a su favor la televisión pública RTS y controlar el padrón electoral, entre otras consignas de tono similar. Pero con el paso de los días han ido surgiendo nuevos cuestionamientos como como falta de empleo para los jóvenes en particular y para toda ciudadanía en general, la existencia de una partidocracia que privilegia a sus miembros para los empleos, la firme sentencia de que el pueblo serbio vive en una suerte de “dictadura democrática” y las denuncias sobre las pésimas condiciones de los trabajadores.
Durante la manifestación frente a la Casa de Gobierno, en el día de ayer, había pancartas en donde se podía leer “No queremos ser trabajadores en negro”, “El que miente es Vucic”, “La política no es una profesión”, y por último “el pueblo hambriento y la élite contenta”.
Que las fuerzas represivas del Estado hayan coincidido en el día de ayer en la manifestación contra el gobierno de Vucic es un dato no fácil de analizar. Sus reclamos eran por mejoras salariales y mayor seguridad aunque se comprometían a no reprimir.
La cobertura de la prensa
La cobertura de los grandes medios de comunicación serbios sobre las manifestaciones contra el líder del SNS, no hacen más que ratificar las denuncias acerca de la alianza entre la prensa y el gobierno. De los cinco periódicos existentes, solo Danas le ha dado a las movilizaciones una relevancia importante. Blic, Politika y Novosti, si bien han cubierto los hechos, los destacan como un hecho más en medio de las noticias sobre el atentado en Suecia, la guerra en Siria y el triunfo de la representación de Serbia contra España en la Copa Davis e infinidad de noticias deportivas y faranduleras. En cambio el diario 24 Sati, en una de sus notas centrales del sábado, destaca que la cifra de manifestantes es cada vez menor; pero faltando claramente a la verdad porque justamente con la movilización del ejército y la policía, la de ayer fue la más importante desde que comenzara la primera el lunes pasado. Estos, periódicos, en una clara operación mediática, han intentado generar el consenso de que detrás de las manifestaciones está el magnate George Soros. De esta manera tratan de instalar la idea de que el gobierno del “patriota” Vucic está siendo atacado por los intereses estadounidenses.
Algunos medios de comunicación extranjeros, que trabajan en el terreno serbio, como Al Jazeera Balkans le han dado una cobertura significativa a los sucesos, pero son sin dudas los portales de noticias alternativos como Insajder a partir de los cuales se puede acceder de manera profusa a los importantes acontecimientos que se están viviendo en el país balcánico.
Ataque a la clase trabajadora y negociados con el capital extranjero
El deterioro de las condiciones de existencia de clase trabajadora serbia (inestabilidad laboral, alto desempleo y pauperización de las condiciones contractuales) ha sido una constante durante el gobierno de Vucic. Los estudiantes, jubilados y trabajadores manifestaron su solidaridad para con los obreros de la fábrica Goša, de la ciudad Smederevska Palanka, que se encuentran en huelga desde hace varios días porque no reciben su salario. Las pancartas en Belgrado decían “trabajadores de Goša, estamos con ustedes” y “no seremos mano de obra barata”. Pero lo que desató la particular solidaridad fue el suicidio de un trabajador de Goša, que subsumido en la pobreza, por su magro salario, decidió acabar con su vida cuando no pudo más, pues ni el viejo dueño de la fábrica ni el nuevo se hacían cargo de su sueldo.
El negocio inmobiliario Beograd Na Vodi (Belgrado Sobre el Agua), una suerte de Puerto Madero sobre la ribera del río Sava, ha sido denunciado, en las manifestaciones, como un avance sobre el espacio público (en los terrenos en donde se pretende construir se encuentra un paseo recreativo por el que cotidianamente transitan y hacen deportes los belgradenses). El proyecto, financiado por capitales de las monarquías petroleras, modificaría la ecología y la arquitectura de la ciudad, y dejaría sin su principal espacio de esparcimiento al pueblo de Belgrado, pero llenaría los bolsillos de dólares petroleros a los políticos de la ciudad.
Si bien el motivo primigenio de las manifestaciones fue la manera en que obtuvo el triunfo el presidente Vucic, con el paso de los días se suman consignas que van más allá y dan cuenta de un profundo malestar del pueblo serbio para con la situación política y económica. Cada vez es más claro que el ejecutivo del país balcánico, al menos desde la caída de Slobodan Milosevic (y quizás desde antes también), es una marioneta que lleva adelante las directivas de los EUA, OTAN y los grandes capitales.