Mulo de la empresa. Sergio Massa inauguró junto a Alfredo Coto un mega centro comercial en Nordelta

Sergio Massa participó este viernes de la inauguración del megacentro comercial del empresario Alfredo Coto, en Tigre, partido de la zona norte del Gran Buenos Aires. Se trata de la mayor inversión del Grupo de supermercados Coto, de 30 millones de dólares. El local había sido noticia hace unas semanas porque tras abrirse la búsqueda laboral para cubrir 600 puestos de trabajo, miles de personas habían pernoctado para hacer más de 10 cuadras de cola durante 3 días con el fin de conseguir una vacante.

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Durante la inauguración del local que cuenta con un predio de 5 hectáreas, el ministro de Economía no escatimó en elogios al magnate de las góndolas y de la carne. “Alfredo y Gloria (su esposa) son la demostración de que en la Argentina un carnicero se puede transformar en empresario multinacional”, señaló el líder del Frente Renovador.

Pero en la Argentina que Massa dirige, la crisis económica y social se profundiza cada día más y la inflación ya llega a un 114,2% interanual. Más de 4,2 millones de niñas, niños y adolescentes son pobres, y millones de familias obreras no llegan a cubrir la canasta básica familiar.

Incluso, muchos trabajadores no podrán siquiera festejar el Día del Padre con un asado, porque la carne alcanza un 70% de aumento interanual, según las mediciones de mayo del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Pero claro, para Massa, es una cuestión de esfuerzo individual.

Coto, yo te conozco

Alfredo Coto es el dueño de la mayor cadena de supermercados del país y cuenta con un patrimonio que según la Revista Forbes, en 2020 alcanzaba los 450 millones de dólares. Su imperio incluye 120 sucursales en el país, 3 frigoríficos y una planta avícola.

Al difundir la noticia de la inauguración del supermercado en Nordelta, muchos medios reflejaron el hecho con bombos y platillos: “Habrá 600 puestos de trabajo para cubrir”. Pero, ¿en qué condiciones? Veamos.

La fortuna de Coto tiene una fuente primordial de riqueza: los 18 mil trabajadores propios y casi 3 mil tercerizados que sostienen su negocio a lo largo de todo el territorio nacional, con sueldos que no llegan a la canasta básica familiar y sin derechos laborales garantizados.

Basta recordar solo algunos puntos de su prontuario: activista de la reforma laboral y enemigo del impuesto a las grandes fortunas. Durante la pandemia, el empresario mostró el más profundo desprecio por la vida de sus empleados, de los cuales, 4 murieron por Covid. Sus trabajadores denunciaron en reiteradas ocasiones cómo la empresa les exigía seguir trabajando, aún estando enfermos del virus. “En Coto se dieron a conocer en diferentes sucursales, 33 casos positivos y se van sumando. Mientras tanto, si fuiste contacto estrecho te lo niegan hasta que des positivo, por ende vas a trabajar sintiéndote mal. Luego te hacen volver antes de que se cumplan los días de aislamiento, llamándote por teléfono desde un número privado apurándote para que vuelvas”.

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Incluso, sus trabajadores llegaron a denunciar a la empresa ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Además, uno de los delegados que encabezó la denuncia relató en aquel entonces cómo Coto obligaba a torturar a las personas que se encontraban robando comida en las sucursales, generalmente, gente en situación de calle. "Les mojan los pies y los meten en cámaras frigoríficas a -17º o los meten en compactadoras de basura y los dejan todo un día ahí.Nos obligan a pegarles. Yo me negué y me amenazaron con echarme. Si hay gente que no habla es por miedo”.

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Basta recordar a Vicente Ferrer, el jubilado de 70 años que fue asesinado a golpes por la seguridad de Coto por no pagar un queso, un aceite y un chocolate en la sucursal de Retiro.

A pesar de todo ello, la de Coto es la imagen que elige elogiar Sergio Massa, en un momento donde su gestión a cargo de la cartera de Economía está en el centro de todas las críticas, principalmente debido al aumento de precios, que representa una de las mayores preocupaciones del pueblo trabajador, y al fuerte cuestionamiento por el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que lo ubicó como el alumno que mejor cumple los pedidos de ajuste. En un momento en el cual, en palabras del propio ministro, al gobierno “no le entra un quilombo más”.

Un dato más para cerrar. “Quiero decirle gracias [a Alfredo Coto] porque la patria también se construye con empresarios que tengan la vocación de crecer en el país y no de llevarse la plata fuera”, dijo este viernes en su alocución el líder del Frente Renovador. Pero Coto Centro Integral de Comercialización SA (CICSA) figura dentro de las empresas que han fugado capitales, según el periodista Horacio Verbitsky, a lo largo de la gestión macrista.

Una curiosa manera de “hacer patria”.

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