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Chile: Arte y Revuelta. “Serigrafía Instantánea” y propaganda en la revuelta social chilena

Entrevistamos a César Vallejos, miembro del colectivo artístico y propagandista “Serigrafía Instantánea” que tiene ya nueve años de existencia.

Sábado 29 de febrero de 2020 18:42

“Serigrafía Instantánea” y propaganda en la revuelta social chilena

Entrevistamos a César Vallejos, que se define a sí mismo como “propagandista, serigrafista, de profesión diseñador gráfico”. Forma parte del colectivo “Serigrafía Instantánea” hace nueve años y es uno de los fundadores del proyecto.

A mediados de 2011 “Serigrafía Instanténea” comenzó a sacar sus trabajos a la calle con la emergencia del movimiento estudiantil, usando afiches de gran tamaño como táctica para contrarrestar la invasión publicitaria de las grandes marcas.

Además del uso de la serigrafía como técnica de propaganda, el grupo comenzó a enseñar esa técnica convirtiéndose varios de ellos en educadores populares, dando paso a que surjan más grupos de serigrafía.

A partir del 18 de octubre, se sienten parte de una colectividad aún más grande y están sorprendidos por el alcance que tiene hoy el arte en las calles.

¿Cómo fue evolucionando el colectivo desde sus inicios hasta el día de hoy en medio de la revuelta social?
Salimos a estampar por aporte voluntario las prendas de la gente y nos dimos cuenta que estábamos haciendo propaganda y que siempre nos había gustado toda esta herencia política del accionar propagandístico, de las brigadas muralistas de Chile, de las pancartas, el panfleto, el volante de la resistencia a la dictadura, el cartelismo latinoamericano y europeo. Partimos de toda esa referencia pero también con una perspectiva política vinculada a la autogestión, de carácter libertario principalmente.

Todo ese arte gráfico se aprende en la universidad, pero hay una herencia política de base, la de la acción directa, de la representación horizontal. Yo creo que también esa es la referencia de facto que permitió crear esta colectividad.

En 2012 comenzamos a sacar unos afiches bien grandes a tamaño Mercurio, que es como una hoja completa que viene cortada desde antes de entrar a imprenta, y ahí imprimimos cientos de afiches bien grandes, fueron como una especie de hito en términos de la propaganda, porque toda la gente lo venía haciendo en tamaño carta, doble carta, medio Mercurio. Nosotros quizás lo hicimos porque consideramos que la propaganda estaba saliendo un tanto piola en las paredes y no estaba pregnando tanto a la gente, entonces había que crecer y evolucionar el tamaño para hacer un contrapeso a la publicidad.

A la par nos convertimos en educadores populares porque teníamos la noción de que todo lo que íbamos aprendiendo, lo teníamos que enseñar. Así fueron los canales de “Serigrafía Instantánea”, pero después se convirtió en diversas colectividades. Al enseñar serigrafía creamos brigadas. El proyecto más grande de enseñar serigrafía y propaganda fue para los 40 años de la conmemoración del golpe militar. Lo hicimos con “Londres 38”, en esa Casa de Memoria. Fue dirigido principalmente a organizaciones sociales. Comenzamos con sesenta, reconociendo su trabajo constante y diario de contraposición al modelo político social a la dictadura y de la democracia o pseudo democracia.

Imprimimos más de 5mil afiches de ese tamaño, 110 cm por 77 cm para ser exactos. Hicimos una brigada, los pegamos en la marcha y se convirtió en una especie de “museo abierto”. Habíamos llenado las calles de Santiago centro, y quedaron pegados por un año aproximadamente. Ese fue nuestro primer gran hito, lo cual le dio otro sustento a lo que ya veníamos desarrollando.

Y ahora que llega la revuelta social es como una especie de coronación de todo este proceso. Una etapa de consolidación que es interna, no necesariamente externa. Lo sentimos así, da sentido a todo lo que veníamos haciendo.

Con todo este estallido gráfico que explota junto a este estallido social del 18 de octubre, nos sentimos parte de una comunidad. Es entender que no estábamos solos ni solas y que todo lo que veníamos haciendo también puede ser una referencia para otros que no estaban haciendo necesariamente propaganda se sumen.

Para nosotros ha sido muy emotivo poder ver a gente, que se sumó a esto de manera espontánea o que hacía otro tipo de gráfica y finalmente entiende que la propaganda en sí misma es un valor para la gente, para nuestro pueblo, para las luchas comunes. Entonces ahora nos sentimos más aún parte de un movimiento completo de gráfica.

Además de esas técnicas gráficas, están las arpilleras, el bordado, la propaganda por internet. El meme ha sido algo como súper importante. El meme creo que es de lo que ha mantenido la propaganda en internet y eso también es súper importante de analizar y de entender, así ha sido un poco la evolución y como hemos surgido.

¿Qué crees que fue pasando con la producción artística en sí, qué es lo que está pasando ahora? ¿Creés que las personas que se reconocen a sí mismos como sujetos políticos, luego de la revuelta, reconocen de esta manera que tienen derecho a expresarse?
Cómo que cuesta acá un poco decirnos artistas. En Argentina le dicen artivistas. Creo que hay sujetos políticos que necesariamente no estaban haciendo esto, pero que en el fondo siempre habían estado dándole vueltas a la propaganda y a la agitación a través de la gráfica, pero que quizás el contexto no los empujaba tanto y ahora si los empuja. Así mismo, hay artistas que nunca hicieron propaganda o gráfica vinculante a nada de la calle, pero que con el estallido explotan y salen, sienten que tienen que salir a decir cosas. Algunos en vez de ir a tirar piedras, colocan un afiche; en vez de ir a prender la barricada colocan una pancarta; en vez de salir a marchar hacen stencil o bien algunos hacemos las dos cosas o todo junto como lo hacemos acá.

Aunque que siempre nos gusta ir como al alero de la marcha porque eso también nos protege, da un poco de anonimato frente a la yuta, frente al Estado. Así uno se invisibiliza y lo que queda visible es lo que queda puesto en la pared.

Yo siento que antes había una especie de conciencia desde el arte y la creación que se profundiza cuando vienen los muralistas acá a Chile, previo a la época de la Unidad Popular con la venida de Siqueiros, Rivera y otros. Existe una herencia gráfica, una impronta política, social, que hace que esos primeros artistas tomen el muralismo como algo importante de poner en valor, más que en términos de la monumentalidad, sino en términos de qué cosas digo a través del mural.

Luego se forman brigadas como por ejemplo la “Brigada Ramona Parra”, de las Juventudes Comunistas, que empiezan a hacer la campaña para que Allende llegué al poder y los carteles de la Unidad Popular. Surge un movimiento gráfico importante la DICAP (Discoteca del Cantar Popular), sello discográfico de las Juventudes Comunistas de Chile.

Todo este imaginario gráfico que es Latinoamericanista, se va metiendo en otras expresiones artísticas, como la performance, como el rayado, que empieza evolucionar hacia el graffiti también, y la formación de colectividad, creo que ahí también es donde hay una herencia importante en términos activistas desde lo artístico.

La colectividad, los colectivos, son algo necesario para poder trabajar, para superponer las diferentes miradas y para tener un poco más de potencia. Acá en Chile siempre nos ha costado harto la propaganda porque los materiales son caros, porque éramos súper ignorantes de las materialidades y las brigadas la fueron descubriendo: pintar con pigmentos naturales, tierras, moliendo plantas, tratando de hacer cualquier cosa que pueda teñir las paredes.

En resistencia a la dictadura se hicieron muchos volantes y afiches de manera clandestina, con la impresión de monocopias de algún color, a través del offset o del mimeógrafo. Luego, hacia las primeras épocas de esta pseudo democracia, es donde se vincula todo este concepto de la propaganda con los partidos políticos que ganaron el poder, los que hicieron la campaña del “NO”. Ahí comienzan a ser medio cooptados algunos y se empieza a ver un declive en términos de propaganda.

Ahora en paralelo y en términos de propaganda, en los ’90 aquí empieza a surgir el movimiento anarquista, libertario y comienzan a hacer propaganda, pero muy desde el underground, desde la autogestión. Se concibe como un movimiento y una forma de hacer política muy interesante e importante y que empieza evolucionar y a llenar las calles de afiches principalmente.

El movimiento estudiantil siempre ha usado a lo largo de la historia de Chile, la propaganda como método de difusión de ideas, como en la revuelta pingüina del año 2006 y en el movimiento estudiantil del año 2011, ahí se ve toda esta evolución propagandística.

El movimiento de graffitis en Chile es una referencia mundial como lo fue el cartel, hoy siento que se van combinando, que va avanzando con la evolución social y finalmente es una evolución de un conjunto de expresiones que ahora explota y se juntan en la calle, de manera autónoma y de manera espontánea y eso ha sido hermoso.

¿Con respecto al panorama que se viene a nivel político, qué expectativas tenés, cuál sería una salida?
Yo trato de entender las salidas políticas afuera de lo que yo pienso, nosotros somos un tanto más radicales de la salida que probablemente va a salir. Pero ha sido una gran sorpresa entender que el pueblo ha sido muy rebelde con respecto a las salidas que quieren darnos algunos políticos. La clase política acá está bastante ninguneada, la gente ya no banca la corrupción, las mentiras, todas las promesas que hubo cuando se llevó a la democracia y que finalmente la gente entiende que el modelo neoliberal en Chile hoy es una burla, es una ofensa al sentido común.

Entonces, claro las salidas políticas son variadas, yo creo que para mí sí me pongo a soñar, siento que hay que llegar a un nivel en que el pueblo sea el que manda. Que incluso bajo el acuerdo que existe ahora de cambiar la Constitución, lo que haya que hacer es sabotear el proceso y llegar a ese nivel de alzamiento de la población, que ya lo hubo un poco, que quizás va a ser difícil llegar porque existe esta contraposición de fuerzas, sobre todo con los militares y con la policía chilena, con la democracia que la usan para sostener su poder, su hegemonía.

Creo que igual la gente está cansada, que ya vivimos la dictadura, y esto ahora han sido casi 60 días de choque fuerte con la policía, creo que eso quizás nubla un poco el panorama, también porque la gente tiene que trabajar o intenta trabajar dentro de todo este estallido y eso es desgastante. Hay gente que se queda sin dinero, gente que no tiene que comer.

La gente ha tenido en varios territorios la capacidad de unirse, de mirarse las caras, de conversar, de entender que podemos construir un de futuro o crear una nueva constitución o un nuevo panorama, a través de la cohesión política de base, porque podría o no yo creer que la Constitución marque o no un precedente, que seguro lo va a marcar, pero el modelo económico puede seguir siendo el mismo, igual los valores capitalistas.

Quizás más que emparchar como venían haciendo los gobiernos consertacionistas, parchar este modelo, va a ocurrir que hay valores de base que van a cambiar y que eso se puede terminar viendo en la macro política, pero en la micropolítica yo creo que ya hay avances importantes, al menos que la gente se dé cuenta de la capacidad qué tiene de autoorganizarse, de autogestionarse, de autoeducarse, de soñar un poco con llegar a un nuevo panorama, a una nueva forma de vida, un nuevo bienestar, y también criticar lo del pasado y entender cuáles han sido las luchas que se han perdido y como nos han masacrado y como que cada vez que el pueblo ha tratado de ganar su espacio en términos de poder popular, hemos sido masacrados por la élite política y económica de este país.

Para terminar, creo que se fue generando un panorama que es bastante anárquico en términos políticos que ha sido muy bueno también, ha sido muy interesante para nosotros, porque se ha generado como esta especie de sensación de que la cosa va hacia un lugar y que hay acuerdos como medios tácitos, que no necesariamente responden a algún programa social, no hay líderes, no hay petitorio común necesariamente, y eso también ha sido una especie de evolución política para nuestro pueblo, no dependemos de alguien o alguienes, ni de los partidos políticos, para decir lo que queremos decir y lo que queremos lograr.
Yo no sé dónde va a terminar y eso Igual me parece interesante, no me parece angustiante, porque ya todo lo que hemos avanzado en términos de auto entendernos ha sido increíble.

Ahora otra posibilidad es que como, ahora hubo una especie de votación que es como una encuesta de la municipalidades, que ha permitido saber qué es lo que más o menos quiere la población, dentro de lo mas importante los tres ejes más votados fueron: terminar con las pensiones de miseria que tenemos en Chile, el acceso a la educación gratuita y de calidad, y el mejoramiento del sistema de salud pública.

¿Estás a favor de la Asamblea Constituyente?
Si, la Constitución pinochetista se tiene que acabar, que es sustento de gran parte de de nuestras injusticias, de nuestra miseria política, económica y social. Por eso la creación de una nueva Constitución tiene que ser popular, efectivamente, y que no sea de esta elite política y ojalá que los partidos políticos, ni los políticos de facto, sean quienes tomen el poder y digan así como tiene que ser y desde sus cúpulas iluminen al pueblo.

Instagram @serigrafiainstantanea


Natalia Rizzo

Artista Visual, nacida en 1980, oriunda de Villa Luro. Es profesora Nacional de Bellas Artes y realizó la Maestría en Artes Electrónicas de la UNTREF. Miembro de Contraimagen y del equipo de diseño e ilustración de Ideas de Izquierda.

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