“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. B.B.
Miércoles 22 de septiembre de 2021 11:25
Un mes atrás nos dejaba Gonzalo Pepe, compañero de lucha de GPS, tercerizados de Aerolíneas Argentinas como nos conocen en los aeropuertos. "El Pepe de la gente" lo llamábamos en forma de chiste, porque lo saludaba todo el mundo que pasaba cerca. Pero profundamente Pepe expresaba valores que hoy se extrañan todos los días, su compañerismo, el dar una mano y preocuparse por el que la pasaba mal, la solidaridad siempre como pilar de su andar, pero sobre todo un luchador incansable por los derechos de todos los trabajadores, no solo de los tercerizados de Aerolíneas sino también en ayudar a organizar y apoyar las luchas de otras empresas. Esa última asamblea del turno tarde, donde todavía peleaba contra una dura enfermedad, nos sacamos la última foto dándole fuerzas, y así lo vamos a recordar en cada pelea que demos.
Pensar que ya no está ineludiblemente me trae a la mente otro nombre, Betty Sayago. Es que cuando los nuestros dejan de estar físicamente no es lo mismo, y abre montón de discusiones de como transitar esta vida que a veces parece eterna pero que puede ser un abrir y cerrar de ojos. La faceta de padre, hijo y hermano se la dejamos a la familia, con los que compartimos aquella despedida entre anécdotas risas y tristeza. La otra faceta, la de compañero de mil batallas es la que quiero recordar. Muchas empresas pasaron por los aeropuertos, y muchas fueron las luchas que dimos contra los que ayer y hoy quieren sacarnos el pan y los derechos. En cada asamblea y corte de calle buscamos un camino de enfrentar enemigos grandes, pero logrando conquistas y defendiéndolas cuando nos las querían arrebatar.
Esa también es la historia de los tercerizados de Aerolíneas y Pepe cumplía un rol pocas veces reivindicado y central. Referente sin dudas entre los compañeros, sin ser una figura pública ni delegado, cumplía un rol entre nosotros por el cual hubiese sido imposible salir a cada pelea. Hablaba uno a uno con cada compañera y compañero, cuando había dudas, cuando no había claridad, dándoles confianza para salir a pesar de las amenazas y el miedo, mostrándoles y contándole a las nuevas generaciones como habíamos llegado hasta acá y que nadie nos había regalado nada. Un padre con 3 hijas que nunca llegaba a fin de mes, porque no alcanza, pero no tenía miedo, quería dejarles otra cosa a las 3, y ese sin dudas era su motor.
Estas palabras buscan reivindicar a todas y todos aquellos que siempre están, y siempre van a estar al frente de batalla cuando no hay que dar ni un paso atrás. No está de más dentro de estas palabras enviarle fuerzas enormes a Huguito del turno mañana que hoy también pelea por su vida. Al Pepe lo recordaremos en cada lucha, como a Betty, como a los que ya no están pero dejan una marca que va a ser imposible de borrar.
¡Gonzalo PEPE, presente!